Selección de literatura para niños y jóvenes sobre la guerra

5 abril, 2022
Selecció de literatura per a infants i joves sobre la guerra

El 2 de abril, fecha de nacimiento de Hans Christian Andersen, se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. La Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil (IBBY) promueve la celebración desde el 1967 para fomentar la lectura entre niños y jóvenes y para dar visibilidad a la literatura para este público. En los tiempos que corren, creemos que es muy interesante realizar una selección de literatura para niños y jóvenes sobre la guerra y la cultura de la paz.

Este año, este día se procede en una época marcada por una guerra que vivimos de cerca y de la cual nos llega mucha información, acompañada de imágenes de destrucción, muerte y sufrimiento. Niños y jóvenes no quedan al margen de la inquietud general ante los conflictos bélicos y sus consecuencias, y se hacen muchas preguntas sobre las guerras que a menudo no tienen respuesta: si las guerras son malas, ¿por qué existen?

Por medio de la literatura, aunque sea ficticia, nos podemos acercar al horror de la guerra, entender como la viven las personas que la sufren y también encontrar esperanza. Niños y jóvenes tienen un buen abanico de obras literarias que abordan esta cuestión de manera adaptada en sus edades. Aquí hemos seleccionado algunas por su valor literario que pueden ayudar a dar respuesta a sus inquietudes, abrir los ojos a otras realidades o reconfortarlos.

Si las guerras son malas, ¿por qué existen?

Entre los álbumes ilustrados para niños más pequeños que tratan la guerra y la violencia o sus consecuencias, la imposición de fronteras o el miedo al otro, hay algunos en que predominan el humor y la parodia para revelar el absurdo de la violencia y en que los protagonistas no son los mismos niños, sino animales humanizados o militares, como La guerra de los colores (Ximo Abadía), Las botas del general (Elisa Ramon i Francesc Rovira), Bandada (María Julia Díaz i David Daniel Álvarez), El enemigo (Davide Cale), El Muro en mitad del libro (Jon Agee), La bomba y el general (Eugenio Carmi y Umberto Eco), Por qué? (Nikolai Popov) o A en Fabià no li interessa la guerra (Anaïs Vaugelade).

Selección de literatura para niños y jóvenes sobre la guerra
Portada del libro El pequeño soldado (Paul Verrept)

Este tipo de libros tratan conflictos ficticios en que a menudo los bandos no tienen nombre. Otros álbumes ilustrados de tono realista transmiten la dureza de la guerra por medio de ilustraciones muy cuidadosas y textos contenidos, y no evitan hablar de la destrucción y la muerte. son una muestra El pequeño soldado (Paul Verrept) y La bibliotecaria de Bassora (Jeanette Winter). Muchos de estos libros tienen niños protagonistas, como Los tres tambores (Roser Ros i Sílvia Cabestany), Hijo de rojo (Joan Portell), Mexique: el nombre del barco (Maria José Ferrada y Ana Penyas), El sueño de la Amina (Anna Gasol i Mariona Cabassa), La Historia de Erika (Rut Vander Zee y Roberto Innocenti), Rosa blanca (Christophe Gallaz y Roberto Innocenti), La zapatilla roja (Karin Gruss y Tobias Krejtschi) o El principio (Paula Carballeira y Sonja Danowski). Estas obras se enmarcan en conflictos reales como la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil y evidencian realidades muy crudas por medio de textos sencillos que toman todo el significado con las ilustraciones, a menudo poéticas y evocadoras.

Algunas novelas tienen como protagonistas animales que observan con incomprensión la deriva bélica de los humanos

La poesía sobre este tema también tiene su espacio, con obras en que se combinan versos e ilustraciones, como la compilación La garra de la guerra (Gloria Fuertes y Sean Mackaoui) o los poemas convertidos en libro Podrías (Joana Raspall e Ignasi Blanch) y Tengo un tanque de juguete (Pere Martí i Nuria Tomàs). También hay un buen número de novelas infantiles y juveniles que abordan los efectos de la guerra, la mayoría de las cuales son protagonizadas por niños y jóvenes. Podemos destacar, por ejemplo, Cerca de las bombas (Emili Bayo), Cielo abajo (Fernando Marías), Crónicas de media tarde (Juan Farias), Asmir no quiere fusiles (Christobel Mattingley), La guerra de los botones (Abuelo), ¿Puedes contar las estrellas? (Lois Lowry), Cuando Hitler robó el conejo rosa (Judith Kerr), Un tesoro en la nieve (Marie Mcswigan), Soy una nuez (Beatriz Osés) o Cuando mi padre era un arbusto (Joke van Leeuwen). Muchas se pueden considerar novelas de aventuras, tienen argumentos bien variados y casi todas se enmarcan en conflictos reales en los cuales se profundiza en diferente medida según la edad a la cual van dirigidas.

Algunas novelas tienen como protagonistas animales que observan con incomprensión la deriva bélica de los humanos, como es el caso de Musgo (David Cirici), Memorias de una vaca (Bernardo Atxaga), Caballo de guerra (Michael Morpurgo) o Pax, una historia de paz y amistad (Sara Pennypacker). También podemos incluir en este deseo Otto, autobiografía de un osito de peluche (Tomi Ungerer), un álbum ilustrado en que el oso de peluche protagonista es, como los animales anteriores, testigo de las desgracias que provoca la guerra.

Estas obras tienen en común que relatan efectos reales de las guerras y la lucha para superarla

En cuanto a los cómicos, Bajo el fuego de las balas pensaré en ti (Roberto Santiago y Santiago Garcia), Zenobia (Morten Dürr y Lars Horneman), la serie Los niños de la resistencia (Benoît Ers y Vinvent Dugomier) o La guerra de Catherine (Julia Billet y Claire Faivel) son obras dirigidas a jóvenes. A pesar de esto, también son interesantes para el público adulto, tanto por el trasfondo histórico como por la intensidad de la narración.

A la inversa, también hay novelas gráficas que no están pensadas específicamente para jóvenes pero que son adecuadas en esta edad y que les pueden resultar muy atractivas, entre las cuales podemos mencionar La araña del Olvido (Enrique Bonet), Persèpolis (Marjane Satrapi) y Maus (Arte Spiegleman). Pasa lo mismo en otros géneros, como es el caso de La plaza del diamante (Mercè Rodoreda), Las bicicletas son para el verano (Fernando Fernán Gómez), Soldados de Salamina (Javier Cercas) –también en versión cómic–, El diario de Anna Frank, El chico del pijama de rayas (John Boyne) o tantas otros. Las obras de esta selección son muy variadas y encontramos diferentes niveles complejidad de las ideas y de profundización en el conflicto. Todas merecerían una descripción individual por su interés literario, pero tienen en común que relatan efectos reales de las guerras y la lucha para superarla, de forma que consiguen transmitir la cultura de la paz.

«Los unos luchaban contra los otros. Papá me dijo que la abuela vendría a vivir un tiempo a casa porque él tenía que ir a defender los unos de los otros, a pesar de que algunos amigos suyos ahora estaban con los otros.» Cuando mi padre era un arbusto (Joke van Leeuwen)

(Visited 804 times, 1 visits today)
Autor / Autora
Comentarios
Gavvole17 abril, 2022 a las 3:35 pm

excellent article

Responder
Deja un comentario