Xavier Ortells: «A finales del siglo XIX y principios del XX había una gran presencia de españoles en China y también de la cultura china en la cultura y la sociedad españolas»

13 diciembre, 2023
Xavier Ortells - Las relaciones entre España y China a finales del siglo XIX y a principios del XX

En el país de los chinos. Relaciones sino-españolas y cosmopolitismo periférico. 1850-1950 ofrece una panorámica de las relaciones entre España y China en el siglo XIX y la primera mitad del XX. Se trata de una recopilación de investigaciones recientes del grupo de investigación ALTER de los Estudios de Artes y Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) que permite iluminar un periodo muy poco transitado por la historiografía.

Las relaciones entre España y China en el siglo XIX y en la primera mitad del XX
Portada de el libro ‘En el país de los chinos. Relaciones sino-españolas y cosmopolitismo periférico. 1850-1950’

En los capítulos del libro se reviven las actividades de diplomáticos, comerciantes y misioneros españoles en la China de la época, reforzadas con biografías breves de algunos de los personajes más destacados y representativos del momento. Además, también muestran cómo se recibía y representaba la realidad china en la prensa y la literatura españolas de la época. Todo ello, ilustrado con un importante material fotográfico que también tiene vida fuera de las páginas del libro con diferentes itinerarios virtuales en el Archivo España-China, especialmente diseñados para acompañar a cada capítulo. En esta entrevista, Xavier Ortells Nicolau, investigador del grupo y editor del volumen, profundiza en algunos de los resultados más destacados de las investigaciones que se presentan en el libro, así como en el valor de la obra como «una invitación a nuevas y necesarias investigaciones».

¿Cómo surgió tu interés por los estudios orientales y en concreto por China?

Mi primer viaje a China fue en 2001. Coincidió con un momento en el que empezaba a desarrollarse el interés a escala económica, social, pero también académica, por este país. China llevaba veinte años creciendo y experimentaba muchos cambios importantes. En este sentido, lo sucedido a principios de siglo XXI es similar al periodo que tratamos en el libro, cuando China también era un importante centro comercial y de negocios, especialmente la ciudad de Shanghái. Y cuando tampoco España supo o pudo aprovechar las oportunidades que ofrecía ese crecimiento.

¿Por qué decidisteis explorar las relaciones sino-españolas de este periodo específico?

Las relaciones entre China y España han sido bastante estudiadas porque tanto España como Portugal son pioneros desde el siglo XVI en los contactos con este país, principalmente por los misioneros, pero también con actividad diplomática y en cuanto a la generación de conocimiento, puesto que los primeros libros —en latín y en lenguas europeas— que circulan en Europa sobre China están escritos por misioneros peninsulares. Sin olvidar la proximidad de Filipinas, que entonces era colonia española.

Hay académicos, como por ejemplo la profesora de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC Anna Busquets, que han tratado mucho la historia de estas relaciones durante los siglos XVI, XVII e incluso XVIII, pero detectamos que no había muchos estudios sobre la presencia española a finales del siglo XIX y principios del XX. Existen algunos trabajos, por ejemplo los del investigador de la Universidad Nacional de Taiwán José Eugenio Borau, pero son la excepción. Nos planteamos incluso que la pérdida de Filipinas a finales del siglo XIX quizás había hecho desaparecer los intereses españoles en la zona y que, por tanto, la historiografía reflejaba un vacío real, pero hemos comprobado que no es así. Nos hemos encontrado con que había una gran presencia de españoles en China y también de la cultura china en la cultura, la prensa y la sociedad españolas. Este libro recoge todo el trabajo que los miembros del grupo de investigación ALTER hemos realizado sobre este periodo y sobre estos actores desde diferentes disciplinas: historia de los estudios literarios, visuales y económicos.

España participaba en el contexto cosmopolita desde la periferia occidental

La introducción empieza con la foto de un acontecimiento histórico clave que tuvo lugar en el salón de la legación de España en Pekín: la firma del protocolo Bóxer, que estipulaba las compensaciones que la corte imperial china tenía que dar a los países occidentales afectados por la rebelión de Yihétuán. ¿Cuál era la influencia de España en China a finales del siglo XIX y principios del XX?

Elegimos esa imagen porque es muy representativa de lo que nosotros queríamos explicar. Es cierto que España no tenía, evidentemente, el nivel de fuerza e influencia de las grandes potencias del momento como Reino Unido, Estados Unidos, el Imperio Austrohúngaro o incluso Japón, que tenían intereses comerciales, militares y geoestratégicos en China y que recibieron el grueso de las compensaciones económicas que estableció el protocolo. Ahora bien, eso no significa que España no tuviera su papel y que esta presencia no tuviera su influencia también en la cultura y la sociedad españolas. Las negociaciones tuvieron lugar en la legación española y el ministro español las dirigió. Como ahora que España es presidenta de turno del Consejo de la UE, aquello suponía cierta influencia. Digamos que España se encontraba en la segunda fila de esa presencia extranjera y formaba parte de lo que hemos denominado cosmopolitismo periférico, en el sentido de que China en aquella época era muy cosmopolita, con gente de todos esos países, con una gran riqueza lingüística y cultural, que entran en contacto con el mundo oriental. España participaba en ese contexto cosmopolita desde la periferia occidental, puesto que no se consideraba, ni es considerada por los otros, por razones obvias, un país central de Europa, por lo que tampoco es un país central en China.

El libro se estructura en tres partes y la primera habla de la presencia de España en China. ¿Cuáles eran los contingentes más destacados en el país chino?

Las fuentes de la época, como los artículos de prensa extranjeros, asocian la presencia española en China con los misioneros de diferentes órdenes (dominicos, franciscanos, jesuitas y agustinos), que son el contingente más grande de españoles presente en las ciudades, pero también en el interior. En las ciudades, especialmente en Shanghái, también encontramos a empresarios, gente que se dedica a la importación o la exportación, abogados, diplomáticos… Se trata, sin embargo, de una colonia muy pequeña de como mucho una o dos decenas de familias. En los años treinta y cuarenta destaca el contingente de jugadores de pelota vasca, porque en Shanghái, como en otras ciudades del mundo, se abre un frontón y el deporte se vuelve muy popular y se empiezan a importar pelotaris. Eran como los futbolistas actuales: cobraban mucho dinero e invertían en restaurantes, negocios, etc.

Las mujeres y los filipinos, al no ser los más privilegiados, no dejaron huella documental y es difícil estudiarlos

También habláis de otros contingentes de españoles que normalmente se han quedado al margen de la historiografía…

Hay otros grupos que, al no ser los más privilegiados, no dejan huella documental y es difícil estudiarlos. Nos referimos en primer lugar a las mujeres, puesto que muchos de aquellos profesionales, empresarios y diplomáticos van acompañados de sus mujeres y tienen hijos, que en muchos casos se crían en China. Aquellas mujeres no solían tener actividad económica, así que es difícil disponer de datos sobre su actividad.

El otro contingente español destacado, que también queda un poco fuera del radar y que numéricamente era el más importante, son los filipinos. A pesar de tener la nacionalidad española, puesto que nacieron cuando España era la metrópolis colonial, no son reconocidos como ciudadanos españoles en la misma medida que los peninsulares. En Shanghái hay centenares de ellos trabajando en el sector servicios y en trabajos asistenciales como las calderas de los barcos o en los restaurantes, pero también como músicos, en aquel Shanghái de los music halls y los bailes.

La segunda parte se titula «España y China en un mundo global». ¿Cómo de importantes eran las relaciones comerciales con China?

Durante el siglo XIX se producen una serie de conflictos militares y diplomáticos entre el Imperio Qing y las potencias extranjeras (Reino Unido, Francia, Rusia, Estados Unidos), que quieren penetrar económicamente en China. Los empresarios catalanes y españoles no participan al mismo nivel que los de esas potencias. En aquel momento España no estaba preparada para apoyar a sus empresarios con la importación o la exportación en China, principalmente porque bastante tenía con todo su convulso siglo XIX, con las largas guerras carlistas y con la pérdida de las colonias. La queja sobre esta situación la vemos en muchos de los actores que aparecen en el libro.

En esta parte recogéis una de las biografías más sorprendentes del libro, la de Juan Mencarini. ¿Podrías explicar brevemente su relevancia?

Relaciones entre España y China
Juan Mencarini Pierotti | Retrato de Juan Mencarini, publicado en Por esos mundos (nº. 104, 1 de septiembre de 1903)

Juan Mencarini merece él solo un libro. Es una persona sobre la que personalmente he trabajado mucho, a pesar de que ya era conocida por la historiografía. Se sabía que había sido un empleado de las aduanas imperiales chinas, que había tenido relación con los consulados españoles y que se había dedicado también algunos años a la importación y exportación. En paralelo fue una persona muy activa como historiador amateur, que escribió libros y artículos sobre la historia de Taiwán, de Indonesia o de la provincia china de Fujian. Lo que quizás hemos sacado más a la luz es la magnitud de su producción fotográfica: hemos encontrado cerca de un par de cientos de fotografías diferentes; además, fue uno de los grandes impulsores de la fotografía amateur en China entre los extranjeros.

Mencarini también es un buen ejemplo de ese cosmopolitismo periférico del que hablaba antes: nacido en Egipto y criado en Singapur y en Filipinas, su familia era de origen italiano, aunque nacionalizada española. Profesionalmente se desarrolla en China, pero no abandona nunca los contactos con Europa, con Barcelona, y se retira a Filipinas, en el contexto de la élite cultural española de Filipinas. Es una figura muy interesante para comprender esas carreras transnacionales y a esas personas políglotas, con un pie en la cultura y otro en los negocios, que fueron un tipo de personaje muy importante en las relaciones con China en este periodo histórico. En Reino Unido, en Francia y también en Italia encontramos a muchas figuras como estas. En España encontramos a pocos y uno de ellos, seguramente el más importante, es Juan Mencarini.

Aunque había mucha presencia de China en la prensa y en la producción cultural y artística, se mantiene una visión de China como país extraño, distante, ajeno, etc

En la tercera parte del libro, los capítulos se centran en la representación de China en España. ¿Cuál era la visión que se tenía de este territorio?

El vaciado de la prensa histórica nos ha aportado una de las grandes sorpresas de nuestra investigación. Y es que China es una presencia constante en la prensa de la época; el público lector y culto podía tener un conocimiento bastante amplio y actualizado sobre la realidad política, cultural, etc., de China. Esto también se hace patente con la presencia del imaginario chino en la producción cultural y artística. Son muchos los autores que activan ese imaginario en sus producciones.

Paralelamente, sin embargo, se mantiene una visión de China como país extraño, distante, ajeno, etc., con muchas similitudes con lo que sucede hoy en día: cada vez nos conocemos más y estamos más cerca, pero perviven una serie de estereotipos que hacen caso omiso de ese conocimiento.

Uno de los elementos más interesantes de la obra es el itinerario virtual que acompaña al libro y cuya base es el Archivo China-España. ¿De dónde sale ese archivo y qué se puede encontrar en este itinerario?

El archivo es uno de los resultados de la investigación del grupo sobre este periodo, un repositorio que pretende mostrar las evidencias de los contactos entre China y España de la época. Actualmente disponemos de más de 1.200 entradas de materiales que documentan esas interacciones, por ejemplo noticias de la prensa española sobre China, anuncios de empresas españolas y muchísimas fotografías.

En el libro mostramos algunos de esos documentos para aportar contexto, pero como no podemos poner todas las imágenes lo completamos con itinerarios con muchísima documentación añadida que van en paralelo a los capítulos del libro y a los que se puede acceder a través de un código QR. Pensamos que permite multiplicar el alcance de la obra y hace que no sea una monografía cerrada.

Este libro está pensado como una invitación a nuevas y necesarias investigaciones y creemos que puede ser muy útil en las aulas de las universidades.

En este sentido, ¿cuáles crees que son los retos para el estudio de la relación entre China y España?

El título, En el país de los chinos, busca tener un punto de provocación. Lo hemos sacado de un de Mencarini de 1903 porque refleja la fascinación que generaba China a principios del siglo XX, pero también los estereotipos, incluso los prejuicios racistas, que enmarcaban y en gran manera enmarcan el proceso de acercamiento a China. Suena a cosa exótica, a país de excepción, pero también a lugar primitivo que no forma parte de nuestro mundo. Al traer el título al presente queríamos apuntar que para tratar con China (y, en general, con la alteridad cultural —de ahí el nombre de nuestro grupo, ALTER—) se requiere cierta distancia crítica con nuestras propias asunciones culturales, con unos marcos cognitivos a menudo inconscientes que, por eso mismo, afectan mucho a la manera en que nos aproximamos. En el proceso de conocer China nos conocemos a nosotros mismos.

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Autor / Autora
Periodista colaborador
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