Los orígenes de la filosofía: viaje a los cimientos del pensamiento humano
22 mayo, 2025La filosofía, una palabra que etimológicamente se define como el amor por la sabiduría, tiene unos orígenes fascinantes que remiten a reflexionar sobre las primeras preguntas que los seres humanos se plantearon sobre su existencia y el mundo que los rodeaba. Ese fue el tema central del seminario web «Los orígenes de la filosofía«, presentado por Manel Jiménez Morales, vicerrector de Alianzas, Comunidad y Cultura de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), e impartido por Joan Campàs, historiador y profesor emérito de la UOC, y Marina Garcés, filósofa y profesora de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC.
La filosofía nace en Grecia porque surge de un contexto específico: la desaparición de las monarquías micénicas y la creación de las polis. Según Campàs, este cambio social transformó la manera de entender el mundo de los humanos. La verdad, que hasta entonces era dictada por reyes o sacerdotes, pasó a ser de dominio público. «La verdad, a partir de entonces, ya no se impone; se discute, se debate», remarca Campàs. Así, la palabra, el logos, se convirtió en la herramienta que estructuraba las nuevas formas de convivencia y gobernanza que el pueblo se procuró.
Esta transición hacia un nuevo escenario vino marcada también por la desaparición de las castas sacerdotales y la pérdida de las escrituras micénicas. «La escritura, que había nacido para poder llevar la contabilidad de los palacios, ahora sirve para poner en común el conocimiento», asegura el historiador. Ese momento de ruptura supuso el inicio del camino hacia una sociedad más igualitaria en la que el poder y el saber se discutían en el ágora.
«¿Cómo del conflicto puede nacer un orden? Por tres aspectos: secularización, racionalización y democratización«, añade Campàs, que destaca el papel de la filosofía como cimiento de las bases de la democracia.
Encuentros, intercambios y diálogos, las raíces de la filosofía
Sin embargo, según Marina Garcés, la filosofía no se puede entender como un fenómeno exclusivamente griego, sino que se constituye como un proceso de encuentros e intercambios entre culturas y personas, «una dinámica de personas que se encuentran y discuten». Con referencias a pensadores como Gilles Deleuze y Félix Guattari, Garcés sostiene que «los filósofos son extranjeros, pero la filosofía es griega», lo que refleja que, a pesar de nacer en un contexto específico, la filosofía ha sido siempre un espacio abierto al debate y la diversidad, caracterizado por tres aspectos clave: «Sociabilidad, amistad y conversación«. Esas dinámicas fueron, según ella, clave para el desarrollo del pensamiento filosófico. Pero no siempre fue aceptado. «El padre de la filosofía —Sócrates— fue condenado a muerte por sus ideas; no todo es bienvenido», matiza.
La filosofía como práctica vital
¿Cuál es la relación entre el pensamiento filosófico y la vida cotidiana? La filosofía no es solo un conjunto de ideas abstractas, es una manera de vivir y de entender el mundo, un enfoque práctico evidente desde las primeras reflexiones filosóficas, que buscaban resolver problemas reales y construir una sociedad más justa. Para Garcés, «pensar es también un ejercicio, un proceso que implica acción y compromiso». Refiriéndose al filósofo francés Pierre Hadot para explicar cómo los antiguos pensadores combinaban el discurso teórico con una manera de vivir coherente con sus principios, la filósofa destaca que esta disciplina del conocimiento humano es inseparable de la práctica: sin ejercicio, «la filosofía no respira».
Según Campàs, en el ágora la palabra no solo servía para debatir, sino para construir nuevos modelos sociales basados en la participación y la igualdad, lo que demuestra su valía como herramienta política y de cohesión social. Para el historiador, esta dimensión práctica y transformadora de la filosofía es uno de los legados más importantes.
El olvido de la mujer y el pensamiento no occidental en la filosofía canónica
Garcés alerta del olvido de las figuras femeninas en la historia de la filosofía que todavía se enseña y denuncia la ausencia de perspectivas no occidentales. Y pone como ejemplos a Diotima de Mantinea, mencionada por Platón como maestra de Sócrates, y la italiana Adriana Cavarero, con su relectura de figuras femeninas de la filosofía antigua, lo que demuestra que muchas de esas voces han sido silenciadas o reinterpretadas desde una perspectiva patriarcal. En este sentido, la filósofa hace un llamamiento a mantener vivo el espíritu crítico y a cuestionar las narrativas dominantes.
La búsqueda de la verdad como proceso
Campàs destaca el concepto de alétheia, que en griego significa «desvelamiento» y deriva de un verbo que quiere decir «estar escondido». Para los primeros filósofos, la verdad no era un absoluto, sino un proceso de descubrimiento constante. «La verdad no es lo que se ve, sino lo que se busca. Es un proceso, una investigación que implica retirar los velos que impiden ver claro», afirma. Según el profesor, este concepto sigue siendo relevante hoy en día.
Una llamada a la acción
El seminario web, además de abordar los orígenes históricos de la filosofía, reflexionó sobre su relevancia en el mundo actual. Tanto Campàs como Garcés coincidieron en que la filosofía es más necesaria que nunca para afrontar los retos globales. «La filosofía nos enseña a ver, reflexionar, conceptualizar y actuar», asegura el catedrático emérito, que subraya que esta sucesión de virtudes resulta esencial para la transformación social.
Un viaje que todavía perdura
El viaje a los orígenes de la filosofía muestra una disciplina del conocimiento humano que ha sido siempre una de las mejores respuestas a los desafíos de cada tiempo. Los primeros filósofos buscaban entender el mundo, y también cambiarlo. El debate, la reflexión y la acción sentaron las bases de una forma de pensar y actuar.
«La filosofía es historia hecha conceptos«, sostiene el profesor Campàs en recuerdo de su maestro Emilio Lledó, que con esta frase prestigia una disciplina que conecta el pasado con el presente para construir un futuro más justo y equitativo. «Mientras haya historia, mientras haya alguien que observe, piense, conceptualice y actúe, habrá filosofía», añade. El seminario web fue una invitación a recuperar ese espíritu, el primigenio, y a utilizar la filosofía como brújula para navegar por los desafíos crecientes del mundo contemporáneo.
Puedes recuperar el seminario web en el siguiente enlace: