El giro sensorial: otra forma de entender lo social desde el sentir de los cuerpos

6 septiembre, 2022
giro sensorial Foto: Oleksandr Pidvalnyi en Pexels
El Grado de Sociología de la UOC ha reunido a tres voces referentes en la investigación sociológica del sentir de los sentidos para reflexionar sobre los aportes de este análisis a los estudios sociológicos.

Ruido, contaminación, imágenes constantes, luces estridentes, velocidad, contactos personales con anónimos…son algunos de los elementos humanos y materiales que encontramos al salir a la calle. Ponemos un pie en la ciudad y nos invaden un cúmulo de sensaciones que acaban conformando nuestra experiencia sensorial. Precisamente, en estas cuestiones ha puesto el foco Olga Sabido Ramos, doctora en sociología y profesora-investigadora del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco, durante la mesa redonda organizada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Natàlia Cantó-Milà, Olga Sabido, Anna Clot y Mariona Moncunill durante el debate “La investigación sociológica del sentir de los sentidos. Categorías analíticas y estrategias metodológicas”

Bajo el título “La investigación sociológica del sentir de los sentidos. Categorías analíticas y estrategias metodológicas” y en el marco del ciclo “El filtro sociológico», el Grado de Sociología de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC ha reunido a tres ponentes para debatir acerca de lo definido por el canadiense David Howes como “giro sensorial”. A partir del trabajo y diálogo con las tres expertas, el espacio de debate ha procurado dar respuesta a algunas preguntas que ayudan a entender el concepto expuesto por Howes: ¿con qué aportes contribuye la sociología al giro sensorial? Complementada por la pregunta, de igual importancia: ¿qué aporta el giro sensorial a la sociología?

El giro sensorial es uno de los giros analíticos a los que asisten las ciencias sociales y humanas, que han posibilitado un nuevo recorrido a través del pasado y del presente, permitiendo un examen más detenido de fenómenos poco explorados. El giro sensorial pretende llevar a cabo “una aproximación cultural y social al estudio de los sentidos al igual que una aproximación sensorial sobre el estudio de la cultura y la sociedad”.

“La sociedad se lleva en el cuerpo”

Para entender qué aporta la sociología al giro sensorial, Olga Sabido propone entender este como un conjunto de disciplinas que hacen un llamamiento para dar cabida a otras formas de entender lo social, es decir, cuestiones que tienen que ver con los saberes y sentires de los cuerpos. “Un concepto central que aporta la sociología al giro sensorial, tiene que ver con la idea de que la sociedad se lleva en el cuerpo y lo que sentimos a través de él supone que la sociedad está ahí de una manera encarnada”, ha explicado Sabido durante su análisis.

La aproximación a esta percepción no es nueva. Dos autores clásicos como Marx y Engels ya señalaban que “no existe una certeza sensorial natural” porque los seres humanos y los sentidos se forman en sociedad y son “producto histórico”. Partiendo de la idea que hace ya casi dos siglos exponían ambos autores, Sabido sostiene que la percepción a través de los sentidos es un acto físico y cerebral y, a su vez, está mediada social y culturalmente. “Otro de los aportes se refiere a la percepción a través de los sentidos como algo relacional con los otros humanos y con lo no humano, nuestro entorno material y natural”, ha añadido. Además de la percepción mediada cultural y socialmente, también a través de las relaciones, hay que sumar la que se realiza marcada por cuestiones afectivas y por las relaciones de poder.

¿Qué aporta el giro sensorial a la sociología?

Del mismo modo que la sociología ha venido realizando aportes al giro sensorial, este también ha nutrido a la sociología. “El giro sensorial expande la mirada sociológica y la aproximación a su objeto de estudio que, muchas veces, tan vagamente, se ha definido en términos de sociedad o sociedad contemporánea». Nuestro contacto con el mundo es siempre un contacto sensible, fruto de una socialización. La sociedad es algo que los individuos hacen y sufren”, ha expuesto Anna Clot, doctora en sociología y colaboradora docente del grado en Ciencias Sociales de la UOC, durante la mesa de debate conducida por Natalia Cantó-Milà, profesora de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC.

Para indagar en esta dimensión de lo social, resulta interesante fijar la atención en algunos de los trabajos desarrollados por las ponentes invitadas. Olga Sabido ha recuperado la experiencia sensorial de la ciudad a través del punto de vista de mujeres jóvenes, partiendo de entender la misma como un entorno que nos evoca múltiples y diversas emociones que nos conforman como sociedad. Con este trabajo, se ha aproximado a las teorías expuestas por autores como George Simmel, quien aborda las nuevas condiciones que impone la urbe moderna, cómo considera que estas influyen en los comportamientos cotidianos de sus habitantes y cómo afectan a la psicología del individuo.

“Veía cómo las mujeres jóvenes experimentaban situaciones de desagrado en su desplazamiento por la ciudad, que tenían que ver con una forma muy particular en la que se configuraba la ‘proximidad sensible’. Este concepto, acuñado por Simmel, se refiere a aquello que sucede cuando dos personas o más comparten el mismo espacio y los cuerpos se perciben mutuamente a través de los sentidos y hay una mutua afectación, tanto en términos sensoriales como emocionales, afectando a la forma en la que nos relacionamos con los otros”.

¿Cómo podemos saber lo que sienten las personas?

El abordaje de los sentidos conlleva una serie de desafíos metodológicos sobre los que siguen investigando los profesionales en la materia. Es la forma en la que aterrizará el giro sensorial en el trabajo de los sociólogos. Supone plantear cómo recoger e interpretar unos datos que no resultan tan sencillos de conseguir. “Las experiencias sensoriales están inscritas en nuestros cuerpos, pero raras veces están puestas en palabras, no sabemos hacerlo. Se necesita una cierta reflexividad, que no estamos acostumbrados a ejercer, además de una habilidad con el lenguaje y un vocabulario compartido que a veces no tenemos. Es fundamental que estas experiencias sensoriales hayan aflorado para, de algún modo, poder comunicarlas y que la sociología pueda identificarlas”, ha señalado Mariona Moncunill, Doctora en Sociedad de la Información y profesora en el Centro Universitario de Diseño BAU.

Las investigadoras buscan generar estrategias analíticas para llevar a buen puerto la interpretación sensorial. “Cuando estamos pensando en lo sensible hablamos de muchas cosas que no se dicen, sino que se hacen con el cuerpo. Hay una necesidad de generar una capacidad narrativa, saber narrar lo que está haciendo el cuerpo del otro”, ha sentenciado Olga Sabido.

Puedes recuperar la mesa redonda “La investigación sociológica del sentir de los sentidos. Categorías analíticas y estrategias metodológicas” a continuación:

 

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Autor / Autora
Periodista
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