Entrevista a alumni del Máster Gestión Cultural UOC, Aina Ferrero Horrach

13 de febrero de 2023
Aina al Museu

Aina Ferrero Horrach (Palma, 1985) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de las Islas Baleares. También asistió a la Universidad La Sapienza en Roma y la Universidad Complutense en Madrid. Obtuvo el Premio a la Excelencia en el Desempeño Académico al finalizar sus estudios. Máster en Mercado del Arte y Valoración (Instituto Superior de Arte de Madrid) y Máster en Gestión Cultural (UOC). Trabajó en el Departamento de Acción Cultural del Museo Jeu de Paume de París en 2015 y puso en marcha su propio proyecto de gestión cultural (Ciceró dArt), también en 2015. Recibió el Premio Ciutat de Palma en 2016 en la categoría de Humanidades. Actualmente trabaja como directora del Museo del Calzado e Industria de Inca, como crítica de arte del Diario de Mallorca y también como profesora de Arte del siglo XIX y Museografía y Museología en la Universidad de las Islas Baleares. Además, actualmente está escribiendo su tesis doctoral sobre investigación de audiencias de museos como herramienta para la mediación cultural.

¿Cómo presentarías el Museo del Calzado y de la Industria a actuales estudiantes del Máster en Gestión Cultural de la UOC y la UdG?

El Museo del Calzado y de la Industria de Inca (Mallorca) es un museo que puede ejemplificar bien el proceso vivido por muchos museos del siglo XXI que han entendido que, para justificar su supervivencia en la actualidad, es necesario – sin olvidarse de sus funciones básicas – reforzar su rol social mediante propuestas participativas, inclusivas y diversas. 

El Museo fue inaugurado en el 2010 en un momento crítico para el lugar donde se ubica. Inca, una ciudad de tradición industrial zapatera desde el siglo XIII, veía como muchas fábricas de calzado acababan cerrando tras constatar el fracaso de los programas europeos de refuerzo a la actividad industrial que se habían implementado en los años previos.

Fuente: Incaturística.es

A pesar de que hacía décadas que se había estado hablando de la necesidad de que Inca contara con su propio museo, cuando éste finalmente se inauguró, se percibió como un fracaso de la industria que se debía “contentar” con un museo que recordara su pasado. 

Para propiciar un cambio de percepción del Museo, en 2017 se llevó a cabo un extenso estudio de público entre los habitantes del municipio y los visitantes del Museo, los resultados del cual fueron utilizados para reinaugurar la exposición permanente a finales de 2018 e iniciar una programación en equilibrio entre las voces internas y externas de la institución. El resultado, a día de hoy, es un museo construido “desde y para la comunidad”, en línea con los postulados de la Sociomuseología, surgida a mediados de los años 80 como una evolución de la Nueva Museología. 

¿Cuál es el premio que ha recibido el Museo del Calzado y de la Industria en el año 2022?

El Museo ha recibido el European Museum of the Year Award Silleto Prize (EMYA 2022), que reconoce la implicación y compromiso de la institución con su comunidad. Como reza la información oficial del premio: “A medida que aumenta la búsqueda de una participación democrática y cultural en la sociedad en general, aumentan en consecuencia las obligaciones de los museos de satisfacer las crecientes necesidades y expectativas de sus comunidades para una participación directa en todos los aspectos de la planificación, el desarrollo, la gestión y la ejecución de las actividades cotidianas del museo. y proyectos especiales”. Así pues, el jurado reconoció el estudio de público llevado a cabo en el Museo del Calzado y de la Industria de Inca, y que se trata de una institución “centrada en las personas, con un presupuesto muy bajo pero con un gran corazón, mucha energía y una participación activa de la comunidad local. Como ejemplo de museo, se destaca por su historia personal de resiliencia, ya que logró revertir su futuro sin esperanza en un nuevo camino de crecimiento gracias al apoyo local. Demuestra notablemente cómo el trabajo intergeneracional y la transmisión de conocimientos y habilidades a las generaciones más jóvenes pueden inspirar y fomentar un renacimiento de las tradiciones artesanales, centrándose en la historia y la fabricación del calzado y la fabricación de calzado”.

¿Por qué es importante el premio?

La importancia de este premio radica en la convicción de que, uno de los caminos a seguir por los museos del siglo XXI encuentra gran parte de sus fundamentos en los postulados de la Sociomuseología (también conocida como Museología Social). A nivel particular, este premio ha significado para el Museo del Calzado y de la Industria de Inca el reconocimiento internacional a un esfuerzo llevado a cabo desde una escala local pero con vocación global. De hecho, es el reconocimiento al trabajo de tantos museos locales que, como el nuestro, deben hacer de la creatividad su mayor recurso. 

Recibir este premio en Estonia, de la mano de una de las más prestigiosas organizaciones museísticas a nivel europeo, ha supuesto una visibilidad inimaginable años atrás para nuestro Museo, que sin duda, ha visto aumentadas sus visitas de manera exponencial, y ha recibido, desde entonces, numerosas propuestas de cesión de nuevos objetos para su colección provenientes de los habitantes de la localidad.

¿Cuál es tu rol dentro del Museo del Calzado y de la Industria?

Soy la directora del Museo. El trabajo desde 2017 – cuando inicié mi andadura como Directora-, ha sido, entre otras cosas, construir puentes con la comunidad en la que se alberga el Museo para que se entienda que este puede ser una propuesta extraordinaria para ayudar a incentivar nuevamente el sector del calzado, ser una herramienta de acción social, proponer una perspectiva de turismo cultural nunca vista en el municipio y, como consecuencia de todo ello, favorecer al bienestar socioeconómico de la localidad. 

¿Cómo llegaste allá?

Se convocó un concurso de proyecto para la gestión del Museo. A pesar del esfuerzo que supone realizar un proyecto de estas características, hay que tomárselo como una necesaria inversión profesional de la que siempre puedes enriquecerte.

¿Cómo fue tu experiencia cómo estudiante de la Maestría de Gestión Cultural de la UOC y la UdG?

Fue una gran experiencia. Muchas veces cuento que fue la UOC la que me enseñó a realizar proyectos profesionales que, sin duda, me han servido para conseguir muchos logros en mi carrera. En nuestro campo, la gestión cultural, es absolutamente imprescindible saber hacer un buen proyecto que destaque de entre otras propuestas para conseguir un determinado encargo o trabajo. Ha sido mi caso y estoy agradecida por ello. 

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