Mike Sharples apuesta por explotar los beneficios de la inteligencia artificial en la educación superior

El eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha organizado un seminario web en el marco de las iniciativas #UOC2TheFuture y Sharing Learning con Mike Sharples, profesor emérito de tecnología educativa de The Open University del Reino Unido, para tratar los efectos de la IA en la educación superior, moderado por Desirée Gómez Cardosa, responsable del Observatorio de Tendencias Educativas e Innovación del centro

Desde que empezó 2023, la gran mayoría de medios de comunicación se ha hecho eco de los avances en inteligencia artificial (IA). Las noticias que han aparecido en los últimos meses se han traducido en una sensación de desconcierto ante las novedades continuas en el sector. Para entender los cambios que puede comportar la IA en la educación, el profesor emérito Mike Sharples ha estudiado los usos académicos del modelo de lenguaje masivo ChatGPT. Los hallazgos de su proyecto de investigación interpelan directamente a la enseñanza y el aprendizaje en educación superior.

Capacidades y carencias de ChatGPT

ChatGPT es una herramienta de IA generativa con funcionalidades destacadas respecto de las versiones que la empresa OpenAI había desarrollado anteriormente, como por ejemplo la capacidad de interpretar documentos visuales. Las potencialidades que tienen estos modelos de lenguaje masivo se amplían a medida que se sofistican con el tiempo. Un síntoma de esta tendencia es el anuncio del lanzamiento de ChatGPT Plus, una nueva actualización de la misma herramienta que es capaz de crear productos audiovisuales. «Esta versión incluso puede interpretar bases de datos enteras para organizarlas visualmente y presentarlas en forma de diagrama», añade el profesor. A pesar del potencial que revelan estos modelos de lenguaje, existen una serie de limitaciones que deben tenerse en cuenta de cara a sus aplicaciones en el sector universitario. «ChatGPT no tiene un modelo de cómo funciona el mundo y, en términos humanos, es amoral«, sentencia el profesor.

Reacciones ante la IA

Desde que el uso de ChatGPT se extendió entre el estudiantado, las instituciones educativas han adoptado diferentes posiciones para hacerle frente. El análisis que realiza Sharples de la situación distingue entre los escenarios de prohibición, evasión, adaptación o acogida. En cuanto a la prohibición, el profesor se muestra crítico por las desigualdades educativas que puedan emerger. «Prohibir da paso a una brecha digital entre el estudiantado que tiene más confianza y el que tiene menos», señala Sharples. El experto en educación considera que, en caso de que las instituciones educativas se decanten por esta opción, el alumnado más confiado continuará haciendo uso de la IA. Sin embargo, hay instituciones universitarias que han optado por evadir la llegada de la IA. «Algunas universidades han vuelto a los exámenes con vigilancia y a la evaluación oral», apunta Sharples.

En contraste con las posturas restrictivas, algunas instituciones se inclinan por otra forma de hacer las cosas ante la llegada de las IA generativas. «Muchas universidades intentan desplegar métodos de evaluación innovadores y nuevas políticas para gestionar el uso de la IA entre el estudiantado», afirma el profesor. En esta línea, algunos países han promovido la acogida de herramientas como ChatGPT entre la población. «Esta decisión es un proceso que requiere crear confianza en un periodo de tiempo largo», explica Sharples.

IA en la enseñanza y el aprendizaje

Las herramientas de IA generativa constituyen una oportunidad y al mismo tiempo un reto para la educación superior. Según Sharples, los modelos de lenguaje masivo como ChatGPT pueden servir para elaborar ejercicios que pongan el foco en competencias específicas. Una de las actividades que propone el profesor se basa en plantear una pregunta abierta a ChatGPT a partir de la cual pueda generar múltiples respuestas. A continuación, el estudiantado debe criticar las aportaciones que ha hecho la herramienta y redactar su propia respuesta a la pregunta.

El ejercicio siguiente, relacionado con el proceso de enseñanza y aprendizaje, tiene que ver con el componente investigador de la IA. En este caso, el profesorado establece un proyecto de investigación en grupo para el alumnado, el cual debe recurrir a las herramientas de IA para resolver problemas concretos. «En todo el proceso debemos tener mucho cuidado con las referencias bibliográficas y asegurarnos de que son correctas», enfatiza Sharples. El resto de usos que el profesor sugiere se relacionan con la personalización de la experiencia de aprendizaje. En este sentido, los modelos de lenguaje masivo como ChatGPT pueden usarse para tener diálogos socráticos, guías y tutorías personalizadas. «Es muy importante, en todo momento, dar instrucciones claras y coherentes a ChatGPT», recalca el profesor.

El profesor Mike Sharples en un momento del webinar

El rol del profesorado

La irrupción de las herramientas de IA ha dado lugar a la discusión sobre el papel del profesorado en la enseñanza y el aprendizaje del alumnado. Sharples subraya la importancia del cuidado en este paradigma emergente. «Enseñar es una profesión cuidadosa, mientras que la IA es descuidada e indiferente», recuerda el experto en educación. En este sentido, Sharples apela a repensar la evaluación escrita, concienciar sobre los márgenes de error de las IA generativas respecto a la información basada en hechos y fomentar la IA para las habilidades de creatividad, argumentación, investigación y pensamiento crítico del estudiantado.

A pesar de que los nuevos lanzamientos de sistemas de IA son una constante, Sharples recomienda a las universidades los modelos que se han creado sobre la base de unos criterios éticos, como por ejemplo Claude. Esta herramienta de IA generativa, desarrollada por la compañía Anthropic, se ha entrenado sobre principios éticos desde su fase inicial. «Este sistema representa una gran oportunidad para que las universidades promuevan y apuesten por opciones que se han diseñado con perspectivas éticas», pronostica Sharples. Tal y como describe el experto en educación, estos modelos se han concebido para el público general. «Las IA generativas basadas en componentes éticos son económicamente más accesibles y abiertas a indicar los datos que emplean», precisa el profesor. En este sentido, Sharples prevé la alfabetización en IA como el requisito imprescindible para adoptar los sistemas de un modo que beneficien el aprendizaje del alumnado en educación superior.

Turno de preguntas

En la última parte del seminario web se abrió un turno de preguntas en el que el profesor Sharples dio su punto de vista sobre los siguientes temas.

Las alucinaciones de la IA como mecanismo para crear ideas innovadoras

Ver la IA generativa como un motor de creatividad en lugar de considerarla una base de datos puede aportar valor a las alucinaciones. Podemos ajustar el dial de temperatura del GPT y otros sistemas controlando el nivel de predicción y de convencionalismo. Como herramienta de creatividad podemos subir la temperatura y será más aleatoria e impredecible; para un informe técnico, podemos bajar la temperatura y se volverá más convencional.

La regulación de la IA a escala global

El profesor destaca dos temas, qué tipos de restricciones deben implantarse sobre el abuso de lenguaje inapropiado, y cómo construirlos desde la base de los principios éticos. Los modelos de lenguaje pueden construirse sobre principios de empoderamiento de los individuos, como por ejemplo la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para elegir la ética por encima de la irresponsabilidad. Es una oportunidad para que las universidades adopten sistemas éticos de IA más abiertos en términos de indicar con qué datos han sido entrenados y al permitir un acceso más amplio para el estudiantado, desarrollando así la alfabetización en IA.

Afectación sobre el aprendizaje adaptativo y la personalización

El profesor Sharples recomienda ser muy cuidadoso a la hora de recomendar un sistema actual de IA generativa como tutor personalizado debido a la posibilidad de que cometa errores, y relaciona su uso con la alfabetización en IA. Destaca que habrá una nueva generación de sistemas de IA híbridos que combinarán la IA simbólica, los sistemas de razonamiento y las bases de datos con la IA generativa.

La mayor amenaza a largo plazo en las aulas

Sharples cree que el mayor peligro en la educación es que se devalúe la enseñanza humana si el profesor es visto como un mero transmisor de conocimientos e información. Dependerá de las personas tratar la IA con cautela, no confiar en esta y también reconocer el nuevo papel del profesorado al proporcionar una interacción mucho más personalizada y cuidadosa con el alumnado. Hay muchas formas en las que el profesor humano es absolutamente esencial en el proceso de aprendizaje.

El profesorado y sus competencias en TIC e IA

Existe una gran necesidad y urgencia de desarrollar la alfabetización en IA, la cual, ante todo, trata de entender cómo actúan los diferentes sistemas de IA. Primeramente, los profesores deben tener una comprensión básica de cómo funcionan los sistemas de IA y, en segundo lugar, tienen que jugar con estos sistemas para desarrollar competencias prácticas. De este modo, no tendrán miedo de utilizarlos como herramientas para su propio flujo de trabajo, por ejemplo, para crear planes de clases o materiales que el estudiantado pueda usar. Las universidades pueden trabajar juntas para desarrollar un conjunto de principios a través de la alfabetización en inteligencia artificial.

El profesor Sharples y Desirée Gómez Cardosa, responsable del Observatorio de Tendencias Educativas e Innovación del eLinC y moderadora del webinar

Reflexión final y conclusiones

Gran parte del futuro de la enseñanza superior radica en cómo los diferentes agentes implicados gestionarán la irrupción de los avances tecnológicos de vanguardia. Su integración en el aula y dentro del entorno virtual, así como en la pedagogía y el diseño instruccional son fundamentales, pero no podemos olvidar el peso de las políticas educativas y los marcos éticos y legales. Son muchos los escollos a superar dentro de una sociedad en la que todavía tenemos que afrontar retos como la brecha digital, la formación del profesorado en las últimas tecnologías de la información y la comunicación y la implicación de otras partes interesadas.

A estos desafíos se suman los sistemas de IA generativa, los cuales están revolucionando la educación al imitar tareas habituales del profesorado y el estudiantado, como la redacción de trabajos, el resumen de textos, la planificación de las asignaturas y la acción misma de dialogar. La aparición de los diferentes tipos de IA generativa ha despertado una necesidad urgente de regular su uso en las aulas, trabajando sobre los retos de la evaluación y el plagio.

El profesor Sharples ha presentado las capacidades y limitaciones de la IA generativa actual. Según la información expuesta en su seminario web, queda claro que el papel de las instituciones educativas debe ser integrador y tiene como gran reto asimilar los cambios sociotecnológicos actuales para ofrecer la parte beneficiosa de estos a la ciudadanía.

Para concluir, habría que destacar una de las principales ideas del profesor: sería más conveniente no centrarnos en la IA como un desafío a la educación tradicional, sino esforzarnos a preparar a los estudiantes para un futuro en el que esta sea una herramienta para la creatividad con la que tendremos que trabajar con cuidado y siendo conscientes de sus limitaciones.

Este contenido favorece el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 4 de la ONU, educación de calidad.