No mires atrás: el punto de partida para la transformación digital es ahora

Un año más, la European Distance and e-Learning Network (EDEN), celebrada en Tallin, (Estonia) del 20-22 de junio, ha sido un espacio de encuentro de instituciones educativas orientado a compartir aprendizajes

Con el título «Shaping the digital transformation of the education ecosystem in Europe», la edición de este año ha querido recoger prácticas educativas llevadas a cabo durante la pandemia, generar discusión alrededor de los retos que se presentan y compartir las diferentes visiones a la hora de abordarlos.

La necesaria transformación digital de las instituciones educativas ha sido el eje vertebrador de los debates y de los grupos de trabajo en los que hemos participado. Se apuesta por una transición verde y sostenible, a partir de una diagnosis del momento en el que se encuentra cada institución. El DigComp Self-assessment Item Bank puede ayudar a llevar a cabo esta diagnosis. El marco de competencias digitales para la ciudadanía (DigComp) definido por el Joint Center de la Comisión Europea es el marco de referencia que se adopta.

Cristina Girona y Loles González del eLinC UOC en Tallin, Estonia.

Los retos que emergen y las orientaciones para trabajarlos pueden resumirse en:

1. La mejora de las competencias digitales de maestros y profesores

La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de formación y de adquisición de competencias digitales de los docentes, especialmente en universidades presenciales. Las acciones que deben derivarse de ello tendrían que formar parte de una estrategia institucional claramente definida y orientada a la transformación digital. Se recomienda tomar como referencia el Plan de acción de educación digital (2021-2027), definido en el marco del DigComp.

También, y desde la vertiente institucional, el avance en la digitalización de la educación, de los contenidos formativos y de los nuevos canales de comunicación para hacerlos evolucionar ha sido un reto compartido. El papel de los estudiantes es clave: en el nuevo escenario «forzado» de virtualización, se han situado en un nivel de competencia digital más elevado que buena parte del profesorado, y esto ha permitido construir de forma conjunta una nueva manera de trabajar y abordar los procesos de aprendizaje.

2. Equidad, gestión de la diversidad e inclusión

Ha emergido un nuevo escenario de inclusión para los estudiantes que han tenido que trabajar desde casa y no siempre en las condiciones óptimas para hacerlo. El profesorado también se ha visto afectado por esta situación. Algunas de las estrategias que se han implementado en los diferentes países y en los diversos niveles del sistema educativo y que han sido efectivas son la mejora del sentimiento de pertenencia y vinculación al propio grupo por medio de actividades colaborativas; un acompañamiento del docente a todo el estudiantado en línea con esta finalidad, de acuerdo con la situación personal de cada uno y ofreciendo un retorno no solo académico, sino sobre todo emocional, y la gestión de los tiempos personales y de estudio para una autoorganización personal autónoma que vele por el derecho a la desconexión de la actividad, especialmente de la actividad profesional de los docentes.

Los aprendizajes generados a raíz de la pandemia y de los esfuerzos de las instituciones educativas para asegurar la continuidad de la actividad docente y de aprendizaje durante estos dos años tienen que ser el punto de partida de las transformaciones futuras. No es posible volver atrás y recuperar lo que se hacía, tal y como se hacía. Para muchas universidades, no es fácil asumirlo. Aunque los docentes y los estudiantes más convencidos puedan verlo claro, transformar la docencia y el modo de aprender no siempre es una prioridad. Esto pone freno a iniciativas que podrían haber sido eficaces y exitosas, y desanima a los equipos de docentes que reclaman visión, definición, objetivos claros, formación y recursos. A pesar de todo, el presente nos marca el camino que hay que seguir en el futuro.