Helena Torrecillas Jiménez: «Hay que tratar con las nuevas herramientas y tecnologías para poder innovar en el ámbito educativo»

6 abril, 2022
S'ha de tractar amb les noves eines i tecnologies per poder innovar en l'àmbit educatiu L’alumni Helena Torrecillas

Helena Torrecillas es profesora especialista de inglés en una escuela concertada de Barcelona en las etapas de infantil y de educación primaria y actualmente está cursando el máster universitario de Educación y TIC (E-learning) (MuETIC). Una de las cosas que ha aprendido durante lo que lleva de máster es que «hay que tratar con las nuevas herramientas y tecnologías para poder innovar en el ámbito educativo».

Nacida en Barcelona, tiene 34 años y nunca se había planteado dedicarse a la educación hasta que llegó el momento de matricularse en la universidad. Después de cursar los estudios de comunicación audiovisual y pasar por la ESCAC, finalmente se decidió por la salida de magisterio en lengua inglesa. Ahora mismo está cursando el máster para seguir evolucionando y aprendiendo nuevos métodos de enseñanza innovadores basados en el uso de las nuevas tecnologías. «Creo que un profesional de la educación no tiene que dejar nunca de formarse, y aún más en el ámbito de las nuevas herramientas tecnológicas», explica. 

¿Cuál ha sido tu bagaje formativo antes de inscribirte en el MuETIC?

Después de dedicar un par de años a formarme en comunicación y cine, finalmente opté por cursar la diplomatura de Magisterio con especialidad en lengua inglesa en la Universidad de Barcelona (UB), todo de forma presencial. En la carrera tuve mi primer contacto con el trabajo dentro de un campus virtual, pero su uso era bastante limitado a entregas de trabajos.

Posteriormente, llevé a cabo un curso llamado Experto en el español como lengua extranjera en el Instituto de Formación Continua de la UB (IL3), cuando viví en Escocia, y este curso fue mi primer contacto real con el e-learning. Estamos hablando del año 2015 y, desde entonces, la tecnología y la forma de impartir cursos en línea ha avanzado mucho, pero mi experiencia previa hasta llegar al máster dista mucho de la que estoy recibiendo ahora mismo.

¿Por qué cursas el máster universitario de Educación y TIC (E-learning)? ¿Cuáles fueron tus inquietudes para apuntarte?

Las razones son varias. Por un lado, soy una persona a la que le encanta estudiar y renovarme constantemente. Pensé que, tal como está evolucionando la educación, era indispensable tener nociones avanzadas de nuevas tecnologías para aplicar a mi práctica docente, y también introducirme en el mundo del e-learning como docente y no solo como alumna.

Creo que este máster, cuando lo finalice, puede ofrecerme un cambio de rumbo en mi profesión más enfocado a optar a cargos y tareas que vayan más allá de la docencia como tal. A pesar de todo, opino que hay que ser curioso y tener ganas de descubrir y tratar con las nuevas herramientas y tecnologías para poder innovar en el ámbito educativo. No solo se trata de hacer un curso o un máster, sino de mantener una atención constante sobre lo que pasa a nuestro alrededor.

¿Tenías claro cómo querías reorientar tu carrera profesional? ¿Has podido enfocar la realización del máster hacia este objetivo?

No tengo ninguna duda de que me gustaría reorientar mi carrera profesional hacia el ámbito del diseño tecnopedagógico (especialidad que estoy finalizando) y poder emplear esta creatividad que dejé aparcada cuando inicié estudios de audiovisuales y cine para desarrollar materiales o cursos de e-learning. Al acabar el máster empezaré a indagar en este ámbito. ¡Ojalá haya suerte! Un cambio en este sentido sería muy positivo por la forma como quiero encaminar mi carrera y mi evolución en el ámbito profesional y también personal.

¿Cómo valoras tu experiencia como estudiante del modelo de la UOC, una institución pionera en educación en línea en el mundo?

En general, he tenido una muy buena experiencia como alumna de este máster. Es cierto que los inicios fueron duros no tanto por ser en línea o adaptarme a trabajar a través del Campus Virtual, sino por la manera de cumplir las diferentes tareas: trabajos en grupo, debates en foros, bastantes presentaciones de diferentes tareas y tener que justificarlas ante los compañeros…

Ahora que ya hace bastante tiempo que curso este máster, sin embargo, puedo afirmar que el modelo de trabajo es muy adecuado y equilibrado, ya que combina momentos individuales con otros en parejas o grupos, y con ocasiones en las que toda el aula participa en debates que resultan a veces ser lo más enriquecedor de una asignatura. La mayoría de los docentes que me han impartido asignaturas han sido muy atentos y han velado por que nuestra experiencia de aprendizaje fuera rica y variada. Lo que más valoro de este modelo es la asincronía, puesto que te brinda la libertad de organizarte según tus necesidades sin tener que posponer o dejar de lado ningún ámbito de tu vida profesional o personal.

¿Qué trabajo final de máster estás realizando y cómo estás enfocando su aplicación?

En este momento me encuentro en la fase inicial, en la que tenemos que plantear la temática sobre qué queremos investigar y cómo hacerlo. Si todo va bien, me centraré en profundizar sobre las posibilidades que puede ofrecer el uso de la metodología del aula invertida en el aprendizaje del inglés para potenciar la dimensión oral de la lengua.

Quiero que este TFM me sirva para indagar en nuevas vías de enseñanza de esta lengua que incluyan las TIC de una forma natural y eficaz y que mis alumnos puedan disfrutar y estar más motivados por el aprendizaje de esta lengua.

¿Cómo crees que está evolucionando la educación hacia las nuevas tecnologías? El debate es bastante extenso…

Creo que es innegable que las TIC ya forman parte de la educación y que son necesarias para que la educación sea más completa. Mirándolo desde la perspectiva de una profesora de educación primaria, creo que también son fundamentales para enseñar a los niños y niñas las formas correctas de utilizar estas tecnologías y que hagan un uso responsable y adecuado de ellas.

Sin embargo, pienso que todavía hay mucho debate alrededor de cuándo se debe o es recomendable incorporar la tecnología en el aula y cuándo no. Es importante tener presente que hacer uso de las TIC por el simple hecho de incorporarlas a la lección no aporta nada al aprendizaje. Si se incorporan… ¡deben tener un propósito y un objetivo concretos y muy estudiados! Hay centros —y profesores en particular— que aún hoy introducen elementos tecnológicos en el aula sin ningún valor añadido…

¿Crees que el sector educativo todavía está siendo muy reticente a las TIC?

Sí y no. En mi opinión, existe una línea cada vez más fina que separa a los docentes más reticentes al uso de las tecnologías y a los docentes más jóvenes, que, en general, se animan más a incorporarlas al aula. Normalmente, los menos receptivos lo son por desconocimiento o falta de información sobre la propia herramienta. Los claustros tendrían que estar en constante formación en nuevas tecnologías, puesto que avanzan muy deprisa y estamos obligados a ponernos al nivel del alumnado para ser capaces de educar correctamente a las futuras generaciones. A mayor formación, más abiertos y preparados estaremos para afrontar la educación con las TIC.

Una clara muestra de esto fue el confinamiento y la obligatoriedad de estudiar a distancia. En algunos casos se evidenció que todavía nos queda un largo camino por delante…

¡Totalmente de acuerdo! En mi caso tuvimos que reinventarnos para poder ofrecer una educación adecuada desde casa y nos topamos con infinidad de problemas. Para empezar, nunca nos habíamos planteado tener que dar clases a distancia y fue complicado decidir cómo llevarlo a cabo a pesar de que, finalmente, conseguimos resolverlo bastante bien con las ideas que intercambiamos usando herramientas como el Drive, los sites que ya teníamos de cada curso, vídeos diversos, fichas interactivas (¡que nos salvaron la vida!) y mucho contacto a través de correos y videollamadas. Por otro lado, también nos encontramos con la problemática de que había familias sin conexión a internet o sin dispositivos electrónicos, y otras que, a pesar de que disponían de estas herramientas, no eran capaces de emplearlas adecuadamente…

El confinamiento puso en evidencia que hacía falta un nuevo modelo educativo en el que las TIC tomaran mayor protagonismo y que el alumnado fuera capaz de usarlas como es debido. Al volver del confinamiento, en nuestro caso, empezamos a emplear la herramienta de Google Classroom a partir de cuarto de primaria e incluimos asignaturas complementarias para potenciar la competencia digital.

¿Hay un antes y un después en la educación en línea con la pandemia?

Más bien creo que hay un antes y un después en cuanto a la educación presencial, puesto que virtualmente se continuó haciendo más o menos lo que ya se hacía hasta el momento. De hecho, yo no he notado ningún cambio significativo dentro de este máster en referencia a las asignaturas cursadas antes o después de la pandemia. Con respecto a la modalidad presencial, se dedica más atención a educar en el uso de las TIC para que el alumnado sea competente digitalmente y, si tienen que usarlas desde casa por encargo de la escuela, sean capaces de hacerlo de un modo adecuado. Muchas TIC se empezaron a emplear durante el confinamiento y se han continuado utilizando hasta ahora.

¿Qué herramientas y recursos nuevos has aprendido en el MuETIC y esperas que puedan servirte profesionalmente?

Suelo estar bastante al día de las herramientas y recursos educativos. Más que aprender a usar nuevas herramientas, he podido profundizar más en su uso y aprovechar todo su potencial. El MuETIC me ha permitido aprender a planificar y diseñar de forma más precisa con las herramientas y recursos que ya conocía, emplearlos de un modo mucho más efectivo en el aula y con un propósito y objetivo claros.

¿Hasta qué punto es necesario que los maestros y educadores se formen en educación y nuevas tecnologías hoy en día? En caso afirmativo, ¿crees que se tiene que hacer de forma constante a lo largo de toda la carrera profesional?

Es clave e imprescindible que el profesorado de todas las etapas educativas tenga una formación continua sobre nuevas tecnologías. No sirve de nada un cursillo de reciclaje una vez cada cinco años… Tenemos que pensar que, a la velocidad a la que avanza la tecnología. ¡Es casi obligatorio seguir formándonos año tras año! Estoy convencida de que muchos de los maestros que son reticentes al uso de las TIC lo son porque no han recibido el apoyo necesario en cuanto a cursos de formación…

Tenemos que instruir a una generación de nativos digitales y, por lo tanto, debemos estar preparados para poder desarrollar la competencia digital entre el alumnado de la mejor forma posible. ¡No podemos desplegar entre ellos esta competencia si nosotros no somos competentes en este ámbito!

¿Cuáles son los retos más difíciles como docente con la irrupción cada vez más fuerte de las nuevas herramientas digitales y tecnológicas?

Personalmente, pienso que el reto principal no tiene que ver tanto con los docentes y su carencia de competencia o conocimientos digitales, sino que gira en torno a la necesidad de que las escuelas estén actualizadas, tecnológicamente hablando. Es cierto que la parte de formación del profesorado es imprescindible y que la formación tiene que ser continua, pero esto se irá mejorando progresivamente con la llegada de docentes jóvenes y nativos digitales a las aulas. A pesar de todo, no todos los centros y familias pueden acceder al material que se requiere: pizarras digitales, tabletas, portátiles, proyectores, móviles… Creo que el reto principal es comprender la necesidad de ayudar a las escuelas (del tipo que sean) y a las familias más vulnerables para que puedan acceder a estos elementos que hoy en día son indispensables para poder realizar la mayoría de las tareas.

Por eso tendremos que ir siempre un paso más allá y procurar que la tecnología no nos tome la delantera…

¡Exacto! Creo que, educativamente hablando, vamos a remolque de la tecnología —muchas veces empezamos a utilizar herramientas y recursos que ya hace tiempo que existen— y pienso que, para que la educación coja un nuevo rumbo y se aproveche todo el potencial que la tecnología puede ofrecernos, ¡es necesario que el profesorado esté al día de las innovaciones desde el primer momento!

Otro reto que sí está centrado en los docentes que trabajamos presencialmente es conseguir encontrar el equilibrio perfecto entre los momentos de uso de las TIC y aquellos sin material tecnológico. A pesar de que nos encaminamos hacia un modelo donde la tecnología estará presente en muchos instantes del día a día educativo, debemos ser conscientes de que hay momentos en los que el trabajo sin TIC es beneficioso y necesario. Este equilibrio, a veces, puede ser muy difícil de conseguir…

¿Crees que estamos avanzando por el buen camino?

La dirección es la adecuada, pero el ritmo es demasiado lento. Si no nos ponemos las pilas y apretamos el acelerador, continuaremos yendo a remolque de los adelantos… Tal como está la situación, los profesores en activo tendríamos que hacer un sobresfuerzo para potenciar e incorporar las TIC de una forma más significativa y provechosa, del mismo modo que los centros y las administraciones deberían hacer un sobresfuerzo para ayudar a todos aquellos individuos y centros que necesiten recursos o formación.

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Autor / Autora
Periodista
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