La innovación forma parte del ADN y los valores de la UOC y de las personas que la integramos
18 julio, 2024Xavier Mas es especialista en educación digital y diseño formativo en el eLearning Innovation Center (eLinC), centro de innovación educativa y transformación del aprendizaje de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Es doctor en Educación y Sociedad por la Universidad de Barcelona. Desde 1997, ha estado trabajando como asesor pedagógico, diseñador del aprendizaje y gestor de innovación educativa, y ha publicado trabajos y artículos relacionados con estas áreas. También se ha dedicado a la actividad editorial, sector en el que ha creado y dirigido la colección OuterEDU (Editorial UOC). Sus intereses giran alrededor del fenómeno del aprendizaje en la red, el papel de la educación en la sociedad digital, la aparición de nuevas modalidades formativas basadas en inteligencia artificial (IA) y el sector edtech en general.
En esta entrevista, hablamos con él de su trayectoria en la UOC, de los cambios que ha experimentado esta universidad en los últimos años, de cómo se enfoca la institución docente en la innovación y de cuáles son los principales proyectos innovadores que está llevando a cabo el eLinC. ¿Cómo se imagina Mas las aulas de la UOC en los próximos 30 años? Para averiguarlo, tendrás que leer hasta el final.
¿Podrías explicarnos tu trayectoria en la UOC? ¿Cuándo aterrizaste y qué encargo tenías? ¿Y cuál es tu encargo actual?
Mi aterrizaje en la UOC fue el 1 de mayo de 1997 cogiendo el coche con Lourdes Guàrdia, que fue mi primera jefa, para ir a Toulouse a participar en un seminario sobre autoformation, nada fuera de la normalidad en un primer día de trabajo. En cuanto al encargo, desde el inicio ha estado vinculado al diseño y el desarrollo pedagógico aplicado a lo que hoy conocemos como aprendizaje en línea o educación digital. Desde entonces, he participado en todo lo que ha derivado de ello, como las distintas evoluciones del modelo educativo; el diseño de herramientas, recursos y actividades formativas; la conceptualización y la gestión de proyectos de innovación docente, o el asesoramiento y el acompañamiento de profesorado en los distintos cambios que ha habido, entre otros. La nueva aula de Canvas de la UOC no ha sido el único gran cambio; recuerdo, por ejemplo, la transición al espacio europeo de educación superior (EEES), que no fue poco. También he hecho consultorías y formaciones para otras instituciones, en Francia y América Latina, actividad que te hace crecer muchísimo. Y me dejo cosas. En fin, todo lo que va ligado a la parte pedagógica de la institución. Y lo he hecho en varias áreas y departamentos a lo largo de los años, hasta que he llegado al eLinC.
¿Cuáles son los cambios más relevantes que crees que ha experimentado la UOC en los últimos años? ¿En qué se mantiene fiel a sus inicios?
He vivido varias etapas. La primera fue la más creativa y la más intensa, ya que se tenía que inventar todo. No había referentes a los que mirar y, en paralelo, se tenía que hacer posible un crecimiento literalmente exponencial en términos cuantitativos manteniendo la calidad educativa y la coherencia del modelo. ¡Y lo conseguimos! Ahora, en la nueva etapa que comenzamos, que soy consciente que para mí será el último tramo de escaleras en esta casa, vuelvo a notar vibraciones que me recuerdan al inicio. El mundo cambia exponencialmente y los retos que esto supone para todo el ecosistema educativo, especialmente la educación superior, son enormes, y no solo por la evolución tecnológica, también, y muy especialmente, por la rapidez de los cambios en la demanda de la sociedad y de los ámbitos profesionales. Nos hace falta más creatividad y más inteligencia colectiva que nunca, ¡y esto motiva!
Creo que lo que no ha cambiado desde el inicio es la misión de acompañar a las personas en su trayectoria de aprendizaje y formación a lo largo de la vida, el compromiso con la calidad y la innovación como hitos permanentes y el hecho de que estas tres cosas no son solo mandatos institucionales, sino que también forman parte de la actitud personal de las personas que empujamos el proyecto.
¿Qué papel ejerce el eLinC actualmente en la UOC? ¿Cuál es la tarea principal de este centro de innovación?
¿El papel o los papeles? Desde mi posición, lo vivo como un punto de encuentro y como un punto de partida, cohesión y expansión y, si se me permite manifestar un poco de orgullo de equipo, diría que este movimiento es como un corazón que late, que impulsa el fluido educativo de la UOC. Lo impulsa para que circule por otros órganos vitales, para que se enriquezca y llegue a todo el organismo para alimentar otros tejidos. De hecho, las personas vemos el corazón como el órgano central, pero, en realidad, es un órgano de servicio. El corazón impulsa y recoge. Pero también tiñe todo aquello que circula por su interior con emociones como la curiosidad y el entusiasmo.
En el eLinC recogemos conocimiento, también lo generamos, pero sobre todo lo hacemos circular y lo ponemos al servicio de quien lo necesita: de la dirección, del profesorado, de otros órganos de gestión, etc. Y a la vez hacemos de cocina elaborando platos nuevos y organizando catas. Es un papel muy vivo, dinámico, colaborativo, orgánico y abierto.
En el eLinC recogemos conocimiento, también lo generamos, pero sobre todo lo hacemos circular y lo ponemos al servicio de quien lo necesita
¿Cómo se enfoca la UOC como institución en la innovación docente?
La innovación siempre ha estado presente en la UOC, tanto de forma implícita como explícita. Forma parte del ADN y los valores de la institución y de las personas que la integramos. De hecho, hay gente a la que le cuesta trabajar sin contemplar la vertiente innovadora de lo que está haciendo, y diría que esto es bastante general. Es cierto que en algunos momentos se le ha querido dar más visibilidad y en otros ha primado más la idea de actividad transversal ligada al día a día. Creo que ahora se combinan los dos enfoques, uno como multiplicador del otro, y que es un elemento sin el que no se podrían afrontar los desafíos que tenemos delante.
¿Podrías compartir algún ejemplo concreto de innovación docente implementado en la UOC?
La UOC, por sí misma, ya es una gran innovación. Lo fue cuando se fundó y lo sigue siendo en todo el que hace. Pero cuando innovas y aciertas, detrás vienen otras iniciativas que adoptan elementos de tu modelo, como la evaluación continuada (cuando la UOC empezó a aplicarla, nadie lo hacía), tener un LMS (no olvidemos que el Campus Virtual de la UOC fue el primero del mundo), la digitalización de toda la actividad y la gestión académica, o el hecho de poner la actividad del estudiante en el centro del modelo, entre otros. Lo que pasa es que todo esto, que hacemos muy bien y de manera muy eficiente, ya no nos hace tan singulares como antes. Ahora hay que dar nuevos saltos. Uno de ellos es la evaluación digital; otro, integrar la IA de forma que nuestros estudiantes sean los más hábiles y expertos en sacarle rendimiento en sus respectivos ámbitos profesionales; otro es personalizar la oferta aplicando también la IA y unos buenos diseños pedagógicos suficientemente flexibles, capaces de modelar esta personalización.
La innovación siempre ha estado presente en la UOC. Forma parte del ADN y los valores de la institución y de las personas que la integramos. La UOC, por sí misma, ya es una gran innovación
¿Qué proyectos destacados y/o estratégicos tenéis ahora en marcha en el eLinC?
Empiezo por el que tengo más cerca, y no haré una lista completa porque hacemos muchísimas cosas. Personalmente, ya hace meses que estoy muy implicado en la inteligencia artificial (IA) y en la manera en que su llegada está impactando en la educación. Esto no solo quiere decir identificar riesgos; quiere decir, sobre todo, integración: cómo se puede incorporar a la actividad docente y a la experiencia de aprendizaje del estudiantado, al currículum de las titulaciones, a la formación del profesorado, etc. Especialmente, esto implica mantenerse al día de cómo la IA está transformando la sociedad, porque la educación no se da en una cápsula estéril y, por lo tanto, está sujeta a estas transformaciones.
También estoy implicado en la evolución del modelo educativo de la UOC junto con la dirección del centro y otras personas. De manera parcial o más puntual, también colaboro en el proyecto SUMA, sobre el sistema de formación de profesorado en la UOC, y en el proyecto Insignia —muy importante—, sobre microcredenciales. También quiero mencionar, a pesar de que no participo en él, el proyecto SAA (seguimiento de actividad en las aulas), que consiste en un sistema de visualización de métricas y datos de la actividad del estudiantado y el profesorado en las aulas. Y, obviamente, Aula Futuro, que consiste en la evolución de la nueva aula de Canvas, la adopción de nuevas funcionalidades, la aplicación de nuevas herramientas y metodologías y la gobernanza, en general, de esta pieza tan fundamental. Ambos proyectos son de una importancia capital.
¿Cómo te imaginas que serán las aulas de la UOC en un futuro próximo considerando los adelantos tecnológicos y las tendencias educativas actuales?
Esta pregunta me encanta, pero que conste que la responderé estrictamente a título personal. A mí me toca dar ideas —por locas que parezcan– y fomentar reflexiones. La estrategia, que es la parte difícil, corresponde a quien corresponde. Dicho esto, no me imagino aulas muy diferentes, pero sí un entorno de aprendizaje que transcienda el aula. En realidad, este entorno lo configura todo aquello a través de lo que el estudiante desarrolla su experiencia de aprendizaje. Actualmente, esto quiere decir múltiples dispositivos; inputs de procedencias distintas; fuentes de información a veces no esperadas, pero que el estudiante tiene que saber identificar e incorporar, o comunicación a través de varios medios y canales, que impliquen también diferentes tipos de interacción con los demás, por ejemplo. Dentro de todo este ecosistema, el LMS y el aula tienen un papel y unas funciones determinadas, pero para diseñar el aprendizaje tenemos que salir de la caja y considerar todo este entorno en toda su amplitud.
No me imagino aulas muy diferentes, pero sí un entorno de aprendizaje que transcienda el aula
¿Qué cambios o mejoras esperas ver en el entorno educativo de la UOC en los próximos años?
En cierto modo, la pregunta anterior ya lo responde. Nos tenemos que acercar a la experiencia digital de las personas en su vida diaria, sin perder fuerza en la calidad, la eficacia y la eficiencia desde el punto de vista formativo. Esto quiere decir disponer de un modelo educativo sólido en sus principios —cosa que es importante para mantener un buen relato sobre la credibilidad y la solvencia ante la sociedad—, pero sobre todo lo bastante flexible para diseñar una oferta formativa capaz de dar respuesta a la demanda y a los cambios de la sociedad, de la tecnología y del mundo profesional de manera ágil. Esto tanto desde el punto de vista curricular y pedagógico como en términos de exploración de nuevas formas de acreditación.