De hilos a bytes: la transformación de una antigua factoría textil en laboratorios de vanguardia

26 septiembre, 2023
Caràtula del pòdcast de l'eLinC

El capítulo 7 de «Días singulares en universidades singulares», el pódcast del eLearning Innovation Center (eLinC) de la UOC, se adentra en la transformación que han experimentado los espacios industriales para dar paso a una auténtica revolución en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), donde se investiga, se innova y se impulsa el cambio social.

Para hablar de tecnología, educación superior, innovación, investigación y de impacto y transformación social hay que viajar al distrito 22@ de la ciudad de Barcelona. A finales del siglo XIX fue el lugar en el que se instalaron industrias textiles y donde tuvo lugar la primera Revolución Industrial en el país. Desde finales del siglo XX, la industria vinculada a las TIC vuelve a ocupar el mismo espacio. «Estamos en un punto en constante evolución, en el que puede palparse y visualizarse la transformación social que está produciéndose», afirma Toni Martínez Aceituno, representante del eLinC y conductor de este nuevo pódcast, que cuenta también con la participación de Josep Prieto Blázquez, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC; Rodolfo Silveira y Graciela Do Mato, consejeros de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), y Juanjo Martí, director de la Oficina de Servicios Científico-Técnicos de la UOC.

Escucha el nuevo episodio del pódcast

De fábrica a sede de la UOC

La nave industrial conocida como Can Jaumandreu albergó en 1853 la fábrica de vapor de la lana, que destacó por sus aportaciones al sector textil, aprovechó los avances tecnológicos para generar nueva actividad económica y una transformación social. Hoy en día este mismo edificio es sede de la UOC, una universidad que nace en internet al inicio de la revolución de la sociedad de la información con un método disruptivo. «La UOC se creó en 1995, hace veintiocho años, cuando las universidades eran tradicionales. La irrupción de nuestra universidad, que fue la primera universidad del mundo totalmente en línea, consistió en utilizar internet como medio de comunicación, y eso, a mi parecer, es la gran aportación de la UOC al sistema universitario», señala Josep Prieto. ¿Cómo repercutió en la sociedad este tipo de cambio? Según el profesor Prieto, incidió en el desarrollo de muchas empresas en línea: «Por ejemplo, muchos de los navegadores que se iniciaron en aquel momento, como Olé o Zubu, eran catalanes. Quiero hacer un reconocimiento al fundador de la UOC, el rector fundador Gabriel Ferraté, que fue un visionario al incluir una tecnología, internet, que realmente estaba por desarrollar».

La UOC se creó en 1995, hace veintiocho años, cuando las universidades eran tradicionales. La irrupción de nuestra universidad, que fue la primera universidad del mundo totalmente en línea, consistió en utilizar internet como medio de comunicación

Todo desarrollo tecnológico lleva implícita una transformación social, y un buen ejemplo de ello es también el de la Universidad Tecnológica del Uruguay. Fundada en el año 2012 y con un perfil tecnológico, la UTEC tiene como objetivo hacer más equitativo el acceso a la formación universitaria, especialmente en el interior de Uruguay. «Apostamos fuertemente por llevar la enseñanza universitaria al interior del país a través de diferentes dispositivos. Somos una universidad dentro de un sistema educativo superior disruptivo», señala Graciela Do Mato, consejera de la UTEC. A lo que Rodolfo Silveira, también consejero, añade: «Estamos tratando de ayudar a que los muchachos aprendan. Acompañamos procesos de aprendizaje apoyados fuertemente en el desarrollo del conocimiento y las tecnologías».

Graciela do Mato, Rodolfo Silveira, Toni M. Aceituno y Josep Prieto Blázquez, durante la grabación del pódcast

Modelo híbrido en la UTEC

La UTEC dispone de una red de centros, los institutos tecnológicos regionales (ITR), distribuidos por Uruguay, en donde destacan los laboratorios. «Nacimos como un modelo híbrido educativo. Nosotros tenemos laboratorios reales, ambientes virtuales de aprendizaje y contenidos digitalizados en un 100 %. En Uruguay la mitad de la población vive en el interior, y la otra mitad, en Montevideo. Sin embargo, la oferta educativa a nivel superior está, en más de un 80 %, ubicada en Montevideo. Llevar esa educación a las zonas del interior del país resulta extremadamente importante. Para ello se precisan laboratorios, tecnología punta y estar actualizados permanentemente en la disrupción tecnológica», explica Rodolfo Silveira.

En Uruguay, la oferta educativa a nivel superior está, en más de un 80 %, ubicada en Montevideo. Llevar esa educación a las zonas del interior del país resulta extremadamente importante.

¿Cómo es este sistema híbrido? «El estudiante hace una parte presencial y una parte virtual. Nuestro objetivo es llegar a un 70 % de contenidos digitales y un 30 % de presencialidad. Es decir, el mismo estudiante trabaja a distancia de forma síncrona o asíncrona, y después trabaja presencialmente con el resto de los estudiantes y con tutores que en los laboratorios van llevando adelante la tarea formativa», dice Silveira, que también apunta que los propios estudiantes reclaman este porcentaje de presencialidad: «Uruguay tiene una particularidad: cuenta con una excelente conectividad de internet y, además, las distancias son cortas. Un estudiante puede estudiar en su casa y si, por ejemplo, está trabajando en desarrollo sostenible o energías renovables y en algún momento tiene que subir a su molino de viento, a noventa metros de altura, él mismo lo reclama, quiere hacerlo. Tenemos simuladores para los molinos, pero nos parece interesante que pueda trabajar directamente con ellos».

Can Jaumandreu, sede de la UOC, ha sido el escenario del nuevo episodio ‘Días singulares en universidades singulares’

Un viaje por los laboratorios

La UOC dispone de laboratorios de reciente creación que han sido aglutinados en el Hub de Investigación y que, según explica Juanjo Martí, tienen gran importancia para conseguir la interdisciplinariedad entre las diversas actividades y disciplinas. «Permite generar cosas que individualmente no ves, pero, al hacerlas conjuntas, aparecen nuevas oportunidades», apunta.

El primero de los laboratorios, el Design Maker Lab, es un espacio pensado tanto para el diseño como para la fabricación. Josep Prieto Blázquez, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, explica que el laboratorio cuenta con varias impresoras 3D, un láser cutter, una teleformadora o un plóter de grandes dimensiones, entre otras máquinas de fabricación. Prieto también insiste en la importancia de incorporar las nuevas tecnologías en las universidades y eliminar los aspectos tradicionales, como las clases magistrales, donde los alumnos se aburren. «Los estudiantes quieren otros recursos u otras maneras de aprender. Y tenemos que incorporarlas de manera progresiva», señala.

En la sala Gesell hablamos con Llorenç Andreu, catedrático de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, acerca de la actividad que se realiza en este espacio, todavía en construcción: «En este laboratorio se investiga de manera multidisciplinaria sobre aspectos sociales comportamentales y cognitivos«. Para ello cuenta con dos salas separadas por un espejo unidireccional que permite analizar los diferentes tipos de intervenciones que se llevan a cabo.

Los estudiantes quieren otros recursos u otras maneras de aprender. Y tenemos que incorporarlas de manera progresiva

En el NeuroLab se centran en la investigación de la neurociencia. El profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud Marco Calabria nos explica que el laboratorio está preparado para realizar dos tipos de investigaciones: «Por un lado, cuenta con unos sistemas que permiten registrar la actividad cerebral de forma eléctrica, el encefalograma clásico, y otros más nuevos que la registran a través de un sistema óptico. La otra parte del laboratorio tiene un fin más terapéutico. Contamos con un sistema que se llama estimulación magnética cerebral, que podemos utilizar de manera muy focal y en función de la parte del cerebro que está afectada».

El Audiovisual & Sound Lab es uno de los «espacios más complejos» del Hub, según Juanjo Martí. El laboratorio cuenta con un plató completamente equipado, un estudio de radio y un espacio específico para trabajar con tecnología inmersiva. «Disponemos de un traje que captura todo tipo de movimiento, lo graba y, a partir de ahí, pueden hacerse varios experimentos, como, por ejemplo, crear avatares», apunta Martí.

El laboratorio TechLab presta un servicio clave para la comunidad UOC. Como explica Josep Prieto, «se trata de un espacio de experimentación tanto físico como virtual. Desde el TechLab ofrecemos o explicamos a los docentes e investigadores qué tecnologías existen para hacer según qué prácticas. A partir de ahí intentamos disponer de hardware, software y de un servicio técnico para que estas prácticas puedan realizarse».

Por último, el Wireless Lab es un laboratorio que «trabaja sobre todo con el internet de las cosas, con antenas, composición de antenas, con dispositivos colocados en la ropa, todo este tipo de tecnología que es parte del futuro», detalla Juanjo Martí.

 

Este contenido favorece el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 4 de la ONU, educación de calidad.

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Autores / Autoras
Periodista colaboradora