Los retos de mañana en acción social y educativa

22 junio, 2021
acció social i educativa

El pasado 18 de mayo se celebró el webinar “Los retos de mañana en acción social y educativa”. Este webinar se enmarca en el ciclo Los retos de mañana, organizado por los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC para celebrar los 25 años de los Estudios y animar la conversación sobre el futuro de las disciplinas que se imparten en ellos. Podéis recuperar los webinars dedicados a la Educación y a la Psicología en el canal de Youtube de la UOC o resumidos en nuestro blog. Encontraréis la grabación de esta sesión al final del post. 

La acción social y educativa es un paraguas bajo el cual se sitúan distintas prácticas dirigidas a transformar la sociedad para hacerla más justa. En los últimos tiempos, este sector se ha transformado profundamente, a medida que lo hacía también el contexto. 

En este webinar, tres expertos procedentes de ámbitos geográficos distintos dieron su perspectiva sobre la cuestión. La conversación fue moderada por Jordi Planella, catedrático de Pedagogía Social en nuestros Estudios y director de la Cátedra Fundación Randstad-UOC sobre Discapacidad, Empleo e Innovación Social. Intervinieron Ricardo Fandiño, Director de la asociación gallega ASEIA (Asociación para a Saúde Emocional na Infancia e na Adolescencia); Raúl Castillo, Responsable del Observatorio Vasco del Tercer Sector Social (3sEuskadi) y Diego Silva, profesor del Instituto Académico de Educación Social en Montevideo.

Cartografía de los problemas sociales emergentes

Para pensar la acción social del futuro, hay que empezar por pensar qué cambios se han producido en las maneras de trabajar en los últimos años. 

Planella propuso partir de la crisis económica del 2008, que marcó un antes y un después en materia social. Ricardo Fandiño señala que, desde entonces, el sector ha caído en una tendencia corporativista, que prioriza la eficacia y la eficiencia medidas a partir de protocolos. “La protocolización del trabajo nos hace perder la perspectiva de una intervención más artesanal, basada en las relaciones entre los profesionales y las personas a las que acompañamos”. Además, constata la aparición de lo que llama “realidades emergentes”: la digitalización, la influencia del feminismo y de la diversidad sexual, la diversificación de la familia, etc. Ante los desafíos que se plantean, hace un llamamiento a escuchar a las personas que trabajan sobre el terreno.

Ricardo Fandiño: La protocolización del trabajo nos hace perder la perspectiva de una intervención más artesanal

Desde Uruguay, Diego Silva piensa que el problema principal es la poca contextualización sociohistórica de las personas con las que se trabaja. En el caso de ese país, por ejemplo, la historia reciente explica fenómenos como la infantilización de la pobreza. También comparte con Fandiño la importancia de trabajar artesanalmente y de atender a la diversidad, que tendría que ser la base de la acción: “Hay que construir estrategias que reconozcan la diferencia y la singularidad de las personas”.

Raúl Castillo comparte su experiencia en el 3sEsukadi, un espacio diverso formado por algunas organizaciones grandes y muchas otras pequeñas —algunas de las cuales están formadas solo por personas voluntarias—. “Las organizaciones del tercer sector vienen de lugares pequeños”, dice. Por eso, aunque el crecimiento es bueno, hay que evitar que suponga una sumisión a las lógicas del mercado que se forma. “Hay que recordar que, más allá de gestionar servicios, somos espacios relacionales: hemos nacido de la relación y estamos aquí para la relación”. Para avanzar en esta dirección, apunta hacia la necesidad de crear alternativas políticas que luchen contra la disolución de los vínculos comunitarios.

Nuevos modelos y praxis en la acción social y educativa

Expresión artística
Fuente: Russn Fckr en Unsplash

¿Qué aspectos deberían cambiar en la praxis profesional para que esta se adaptara mejor a los retos del futuro? ¿Qué relación tendría que tener el sector con la investigación? ¿Cuál será la posición de los sujetos con los que se trabaja?

Fandiño cree que el elemento diferencial va a ser la capacidad de mantener la presencia del cuerpo y la comunicación en la praxis. Esa corporalidad forma parte de la relación con las personas a las que se acompaña, que tiene que prevalecer ante la tecnificación y la digitalización: “En una visión tecnificada de nuestro trabajo, tendemos a establecer una relación excesivamente asimétrica con las personas con las que trabajamos, como si ellas no nos aportaran nada”. Apoyar lo relacional pasa por crear espacios comunitarios desinstitucionalizados, que actualmente son muy limitados. “No se trata de tomar posiciones antidigitalistas, pero si nos planteamos la praxis desde la idea de relación, hay que repolitizar y resocializar el cuerpo”.

Diego Silva remarca también la necesidad de poner a las personas y a las relaciones en el centro, y no las instituciones. Pone el ejemplo de los pisos de transición para las personas que salen de las prisiones, que también señalaba Fandiño: “Hay una sobreabundancia de instituciones de encierro, pero muy pocas propuestas de anclaje comunitario”. Silva propone plantear el asunto puede plantearse desde una perspectiva geográfica. Habría que pensar en espacios de sociabilidad y aprendizaje que no sean formales, en los que se reconozca el aprendizaje azaroso y se promueva la construcción de redes.

Diego Silva: Hay que poner las personas y las relaciones en el centro, no las instituciones

La dinámica social individualizadora es una máquina muy potente, que nos individualiza y nos fragmenta”, opina Castillo. Frente a ella, el objetivo tendría que ser conectar y alimentar los espacios comunitarios que surgen de las familias o de la unión de personas de ideología similar, por ejemplo. La acción social y educativa tiene que relacionarse más con los movimientos sociales, la universidad e incluso el mundo privado. Además, insiste en “generar espacios de derechos humanizados”. Experiencias como las de Nise de Oliveira enseñan el potencial del arte para ayudar a las personas en estos procesos menos técnicos y más humanos: “El vínculo comunitario que generan los espacios de arte y expresión constituye espacios crisol. Son espacios precarios y por construir, pero muy vivos”.

Castillo también habló de la intersección entre las universidades y el tercer sector. En este sentido, plantea tres desafíos: dar valor a todo el conocimiento que se está generando en este sector, no caer en las lógicas productivistas de la investigación y tomar protagonismo, dejar de ser una extensión al servicio de la investigación universitaria.

Prospectivas formativas para mundos complejos

En este último bloque, se discutió cuál sería la mejor formación para hacer frente al futuro de la acción social y educativa. Fandiño empezó por señalar lo doloroso que es, en ocasiones, el contacto con un mundo académico desligado de la praxis. Esta conexión es fundamental, y tiene que transmitirse a los estudiantes. “Todo el entramado de aprendizajes necesarios para la práctica son aprendizajes sobre uno mismo. Eso tiene que estar presente desde el principio de la formación, porque la praxis profesional va a moverlos mucho en lo personal”.

Silva coincide con la necesidad de ir más allá del título en cuestión y atender al mundo de la práctica. Propone hacerlo desde tres dimensiones: aumentar la sistematización de la práctica, aumentar el compromiso social y la responsabilidad del mundo académico y establecer una comunicación más fuerte entre los dos mundos.

Raúl Castillo: Hay que transmitir a los jóvenes que el valor de nuestra experiencia es relacional

colaboración
Fuente: Hannah Busing en Unsplash

Hay que transmitir a los jóvenes que el valor de nuestra experiencia es relacional”, explica Castillo. Desde esta perspectiva se entiende el valor del voluntariado, que para muchos jóvenes que desean profesionalizarse en el sector puede resultar algo difícil de asumir. Por otro lado, Castillo recalca la importancia de generar espacios vivenciales y corporales, también en la formación superior específica. Incluso, apuesta por ir más allá y vincular el sector con disciplinas como el arte, la arquitectura y las nuevas tecnologías, todas ellas necesarias para la transformación social.

Conclusiones

Después de compartir todas estas reflexiones, se abrió un turno de debate en el que los oyentes tuvieron la ocasión de hacer preguntas. Algunos de los temas que se trataron fueron el valor añadido que tienen las entidades del tercer sector respecto de las empresas que ofrecen servicios, la necesidad que tiene la acción social de habitar un territorio intermedio entre la renovación política y la dependencia de las instituciones o la vinculación con las políticas culturales.

Para terminar, Planella propuso a los ponentes seleccionar algunas citas con las que cerrar el webinar. A través de Judith Butler i Franco Biffo Berardi, Ricardo Fandiño quiso recordar la condición básica de dependencia del ser humano y la necesidad de reerotizar el cuerpo de la ciudad. Silva, por su parte, seleccionó una frase de Allan Poe sobre el valor de los espacios de vagabundeo y otra de Luis Parodi sobre la ausencia de neutralidad política de la educación —algo que tenemos que reivindicar—. A través de Yayo Herrero, Castillo recordó la centralidad de los cuerpos y su interdependencia. Concluyó animando a la acción con Nise de Oliveira: “Hay diez mil maneras de pertenecer a la vida, de luchar por una época”.

Vídeo completo de la sesión
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Autor / Autora
Redactora colaboradora de los Estudios
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