Crea tu app educativa

Organizado desde el programas de Diseño, desarrollo y creación de aplicaciones educativas de la UOC, el profesor Ferran Adell explicó en el Seminario web sobre «Aplicaciones educativas para centros de primaria y secundaria» los pasos que hay que tener en cuenta para crear y desarrollar una aplicación educativa propia.

Una aplicación móvil educativa es un programa informático para dispositivos móviles, sobre todo teléfonos y tabletas, que se utiliza para aprender unas habilidades o conceptos determinados, desde hablar una lengua o memorizar las tablas de multiplicar hasta conocimientos y competencias más complejos que requieran historias interactivas. Como expuso Adell en su intervención, las aplicaciones móviles educativas son interesantes, entre otras cosas, porque son muy transversales y permiten trabajar conceptos y contenidos muy diferentes de maneras muy diversas, y porque cualquier docente o profesional con unos conocimientos mínimos de gestión de herramientas informáticas puede aprender a crear una.

Para hacer un uso correcto de las aplicaciones móviles educativas es imprescindible condicionar su uso a un plan pedagógico previo. Sólo así nos facilitan el camino para mejorar el aprendizaje y nos evitamos resultados decepcionantes. Se tendrá, pues, que definir primero a quién nos dirigimos, qué queremos que aprenda y en qué contexto. Por ello, es importante asociar las apps a competencias y resultados concretos, a tareas específicas. Y es que las apps pueden ser un complemento educativo de primer orden siempre que vayan acompañadas de una planificación de las tareas de acuerdo con unos objetivos. Para hacerlo posible, tenemos dos opciones. La primera es buscar una aplicación entre la oferta existente que encaje con nuestro plan pedagógico. La otra, es crearla a medida. De hecho, nadie como el profesor mismo conoce las necesidades educativas del aula donde se utilizará dicha aplicación. Y es por eso que crear una aplicación a medida puede ser, también, una buena solución.

Si bien cada vez se usan más aplicaciones móviles en el aula, son aún pocos los docentes o los centros que desarrollan sus propias aplicaciones. Hay muchas razones que lo explican, como la falta de recursos o de tiempo y, sobre todo, una cierta desconfianza en la propia competencia tecnológica. El hecho es, sin embargo, que teniendo claros el plan pedagógico, los procesos a seguir para hacer un relato digital y qué software intermediario usar (un software que nos deberá permitir desarrollar la aplicación sin conocimientos informáticos), podemos crear aplicaciones educativas sencillas (y complejas), que respondan a las necesidades educativas de cada momento del curso y de cada centro, con total autonomía.