Pilar Sala: «La promoción de la salud tiene que ser un motor para impulsar políticas públicas que representen mejoras en el bienestar y la calidad de vida de las personas»

29 enero, 2024
Entrevista a Pilar Sala - Promoció de la salut

Pilar Sala, graduada en Psicología, ha sido distinguida por su trabajo final en el ámbito de la promoción de la salud relacionada con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en la convocatoria de la Red Catalana de Universidades Saludables (US.cat).

Este reconocimiento, convocado anualmente por la US.cat, consiste en una percepción de mil euros y un diploma del Departamento de Investigación y Universidades y del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña. Hablamos con Pilar, una de las premiadas de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), para que nos explique más detalles sobre su trabajos y su experiencia cursando el trabajo final en la UOC.

Antes de nada, enhorabuena. Estos premios reconocen la promoción de la salud. Para quien no tenga ninguna vinculación con este sector, ¿puedes explicarnos qué implica la promoción de la salud y por qué hay que darle una importancia especial?

La promoción de la salud pretende fortalecer las capacidades y las habilidades de autocuidado de los individuos. Es esencial porque tiene que ser un motor para poner en marcha políticas públicas que reduzcan las desigualdades sociales, que generen cambios hacia entornos saludables, que potencien los activos de salud y los servicios básicos en los barrios, y que representen mejoras en el bienestar y la calidad de vida de las personas.

Pilar, tu trabajo final de grado (TFG) se ha centrado en la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) entre el alumnado y las familias de primero de ESO del Instituto Domènec Perramon, de Arenys de Munt, mediante el diseño y la implementación de intervenciones psicoeducativas basadas en el autoconocimiento. ¿Por qué consideras que es importante abordar la prevención de los TCA con los niños, pero también desde las familias? ¿Qué papel tiene el autoconocimiento en la prevención de este tipo de trastornos?

Los TCA son trastornos psicológicos que a menudo no implican una conciencia de enfermedad. Son las personas que rodean a quienes los sufren, sobre todo la familia, las que empiezan a ver las señales de alarma. En todas las sesiones del proyecto de autoconocimiento se han trabajado la autorreflexión y la autoevaluación de los hábitos saludables, las necesidades básicas biológicas y la forma de afrontar nuestro día a día con las fluctuaciones emocionales que tenemos.

El amor, la atención y el hecho de cubrir las necesidades básicas y de entorno social son tres de los mejores factores protectores de la salud mental.

Está demostrado que la prevención inespecífica es la que funciona mejor en este tipo de trastornos. La característica de este trabajo es que las intervenciones psicoeducativas en el aula han potenciado los factores protectores mediante la conciencia del propio cuerpo: cómo mitigar la frustración ante los retos no logrados, cómo detectar los momentos de ansiedad y aplicar estrategias para volver a la calma, cómo nos hablamos a nosotros mismos, cómo podemos deshacer nudos cuando estamos en bucles obsesivos, o cómo trabajar el respeto ante la diversidad corporal. Una vez finalizado el trabajo con los alumnos, invitamos a sus familias y fueron ellos mismos los que prepararon, en grupos colaborativos, la exposición y las actividades para explicar qué habían aprendido, qué necesitan y cómo se sienten a menudo en las dinámicas de casa. Las madres y los padres que participaron en la jornada recibieron un feedback que a veces no tienen en casa. No se nos enseña a ser madres y padres: lo hacemos desde nuestros referentes, nuestras experiencias previas, tan bien como sabemos.

Los circuitos de detección y de derivación de salud están muy bien hechos sobre el papel, pero hacen falta más recursos personales para dar una atención más rápida al sufrimiento de las personas.

¿Qué conclusiones y aprendizajes has extraído de tu trabajo final?

Sorprendentemente, ha sido también un trabajo de autoconocimiento. El alumnado de primero de ESO y el profesorado han sido una fuente continua de aprendizaje. En la evaluación de los hábitos saludables y del estado emocional anterior y posterior a las intervenciones psicoeducativas, detectamos alumnos con puntuaciones muy desfavorables en términos de satisfacción con su vida y con su cuerpo, lo cual es muy preocupante. Hay una verbalización en aumento de la ansiedad y la desesperanza que sufren los adolescentes. Los circuitos de detección y de derivación de salud están muy bien hechos sobre el papel, pero necesitamos más recursos personales para dar una atención más rápida al sufrimiento de las personas, así como una responsabilidad política para cambiar la dinámica de nuestra sociedad, que todavía está lejos de cumplir los ODS.

Es gratificante saber que la aceptación del proyecto ha sido muy buena y que hubo mejora en las preguntas relacionadas con los aspectos trabajados en las sesiones: cómo puedo tranquilizarme, cómo puedo aceptar las críticas, cómo puedo distraerme cuando tengo una preocupación u obsesión, cómo puedo tener menos miedo a equivocarme, cómo puedo defender mis propias ideas, y cómo puedo mejorar la comunicación con las personas, la satisfacción conmigo misma y con mi vida, y la exposición en público.

Un último elemento que para mí es muy importante está relacionado con una demanda de los alumnos, por mayoría abrumadora, relacionada con la no opinión sobre los cuerpos. Tanto a las familias como a los propios alumnos les preocupa que una parte importante del acoso en las redes sociales esté relacionada con la apariencia física. No debemos nuestra belleza a nadie. Sin embargo, nuestra sociedad patriarcal, capitalista, competitiva, exigente y perfeccionista nos envía continuamente mensajes en contra de este titular. Cada día, nuestra autoestima —mayoritariamente de niñas, chicas y mujeres de todas las edades, aunque esto también afecta cada vez más a los hombres— se tambalea por estar sometida a los cánones y a la presión estética por lucir un cuerpo ideal que es inalcanzable. Hay que hacer visible la diversidad corporal y hay que hablar, apostar por el ser ante el parecer, aligerar los discursos internos sobre quién somos y cómo nos hablamos a nosotros mismos, aprender a querer y cuidar nuestro cuerpo en todas las etapas de la vida, estar muy atentos a nuestras necesidades básicas, ser críticos con los mensajes de las redes sociales y de la publicidad que desvirtúan nuestra autopercepción y que pueden afectar a la construcción de nuestra identidad, y potenciar los vínculos con la familia, la comunidad educativa y el entorno social.

¿Cómo te enteraste de la convocatoria y qué te impulsó a presentarte?

 Desde la propia UOC enviaron un correo electrónico a las personas que cumplíamos los criterios iniciales de las bases de la convocatoria. Y pensé: «¿Por qué no? El trabajo ha sido satisfactorio, no puede quedarse en un cajón, ha llegado el momento de compartirlo».

Ojalá ganar este premio sea un punto y seguido, el inicio de más proyectos a favor de la promoción de la salud, la protección de la infancia y la adolescencia y el apoyo a las famílias

Más allá del reconocimiento económico, ¿qué ha significado para ti ganar este premio?

 Representa un reconocimiento a tantas y tantas horas de trabajo. Además, era un proyecto relacionado con los hábitos saludables y la educación para la salud que hacía mucho tiempo que tenía en mente. Si me permites soñar en voz alta, ojalá sea un punto y seguido, el inicio de más proyectos en favor de la promoción de la salud, la protección de la infancia y la adolescencia y el apoyo a las familias, en especial a las que tienen personas con TCA en casa.

¿Cómo recuerdas la experiencia de elaborar el trabajo final? ¿Con qué trabas te encontraste? ¿Te ayudó el acompañamiento del tutor o tutora de la UOC?

 Tuve un doble acompañamiento. Por un lado, mi tutora de la UOC, Georgina Perpiñà, fue muy activa con las sugerencias sobre la presentación de los contenidos y la estructura del trabajo. Por el otro, tengo que agradecer enormemente al Instituto Domènec Perramon, de Arenys de Munt, la confianza cuando les planteé el proyecto inicial. Fue un trabajo con la máxima coordinación posible, con el asesoramiento de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) para la investigación bibliográfica, la entrevista a la enfermera de Salud y Escuela del centro y, sobre todo, la experiencia de mi tutora en el centro, Montse Camps, como responsable del Departamento de Orientación, y de profesoras como Montse Sánchez y Maribel Tarifa, que fueron muy generosas y compartieron sus espacios y su tiempo para aportar luz en aspectos relacionados con el alumnado y las familias. Me siento muy afortunada de haber estado con ellas durante este tiempo y cualquier traba ha sido fácilmente resuelta (excepto el tiempo, que era limitado).

La defensa de tu trabajo fue síncrona y pública. ¿Cómo preparaste la presentación? ¿Te resultaron útiles los recursos que la UOC puso a tu disposición?

Me preparé la presentación con los recursos que me facilitó la UOC. Es importante hacer un ejercicio de síntesis de las ideas principales, estar muy atento a las indicaciones que se dan, desarrollar correctamente la exposición en el tiempo y hacerla tan amena y espontánea como sea posible.

Para presentarse al premio, era necesario haber obtenido una nota superior al 9 en el trabajo final. ¿Qué consejos darías a los estudiantes que actualmente cursan el trabajo final para superar la asignatura con el mismo éxito?

Pienso que hay diferentes formas de afrontar un TFG. Mi planteamiento fue hacer algo en red y en comunidad, con y para las personas; algo que me gustara, sin poner límites y sin pereza, y, sobre todo, con mucha pasión, cuidado y dedicación desde el comienzo. Recomiendo a todo el mundo que disfrute de la experiencia más allá del trámite para finalizar el grado y procure convertir las trabas en oportunidades.

(Visited 12 times, 1 visits today)
Comentarios
Deja un comentario