¿Qué pasa con el Prácticum ante la irrupción de la pandemia de la Covid-19?

8 abril, 2021
Prácticum de psicología

Clara Selva, profesora responsable del Prácticum del ámbito de Psicología en los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, nos explica la adaptación de esta asignatura al contexto de la Covid-19.

Un momento clave muy esperado, zarandeado por la pandemia

Sin duda, el Prácticum es una de las partes más enriquecedoras y de mayor aprendizaje de los planes de estudios. Permite, de forma temprana, poner en práctica el conjunto de contenidos y conocimientos adquiridos a lo largo de la titulación, así como ponerse día a día en la piel de un profesional de la disciplina.

La posibilidad de iniciar el aprendizaje experiencial basado en los principios de aprender haciendo, la aproximación al entorno laboral —con las tareas, los roles y la cultura organizacional que este comporta— y el encuentro con una guía profesional que ayuda a encaminar la elección laboral posterior hacen de esta asignatura un momento capital. El estudiantado la espera con ganas, y tiene muchas expectativas puestas en ella. Pero… ¿Qué sucede cuando irrumpe la pandemia de la Covid-19 y lo zarandea todo?

El Pràcticum permite poner en práctica los contenidos y conocimientos adquiridos, así como ponerse día a día en la piel del profesional de la disciplina

Como bien recordaremos, la pandemia de la Covid-19 y el estado de alarma decretado a raíz de la misma el 14 de marzo del 2020 comportaron la suspensión de toda actividad educativa presencial. Se estableció el paso al formato a distancia en línea de todos los centros y niveles de enseñanza contemplados en el artículo 3 de la Ley Orgánica 2/2006, aprobada en marzo.

Este escenario tan convulso obligó a muchas instituciones educativas sin experiencia previa a adoptar rápidamente una modalidad educativa que permitiera dar continuidad a los planes formativos de su estudiantado. En este sentido, las universidades en línea como la UOC, con su consolidada experiencia en las metodologías de enseñanza y aprendizaje en línea, se convirtieron en un modelo a seguir. No obstante, las asignaturas de prácticas se vieron afectadas, puesto que son las únicas con carácter presencial o semipresencial (blended) de los planes de estudios.

La gestión de las diferentes universidades y de sus titulaciones en relación con el Prácticum ha sido diversa. Se han tomado diferentes acciones en función de factores como la concreción de sus planes de estudio, el carácter obligatorio u optativo de la asignatura o el volumen de estudiantes que lo estaban cursando en aquel momento. 

En las diferentes titulaciones de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, que cuentan con una consolidada experiencia en la innovación y el e-learning, las Direcciones de docencia y de programa, el profesorado responsable y las Comisiones del Prácticum de psicología, con el apoyo del Departamento de Planificación y Calidad, se centraron en diseñar soluciones alternativas que permitieran dar continuidad a las prácticas y trayectorias académicas y profesionales del estudiantado, velando siempre por la calidad de las asignaturas y el cumplimiento de los resultados de aprendizaje previstos.

Desde la experiencia en la innovación y el e-learning, las diferentes titulaciones de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación diseñaron soluciones alternativas

Contando con los consejos y acuerdos emitidos por la REACU (Red Española de Agencias de Calidad Universitaria) y la CRUE (Conferencia de Rectoras de las Universidades Españolas) ante la situación de excepcionalidad, se definieron diferentes modalidades de prácticas virtuales que permitieran al estudiantado cursar el Prácticum en el semestre en cuestión. Las modalidades propuestas en cada programa respondieron a una profunda reflexión y evaluación de su idoneidad y viabilidad en función de sus objetivos y su ámbito profesional. Algunas de las modalidades de prácticas diseñadas consistieron en realizarlas en remoto en el centro asignado (conocidas como “tele-prácticas”), hacer prácticas en línea en diferentes proyectos de investigación u otras modalidades alternativas, específicamente diseñadas para el entorno de las aulas virtuales.

Más allá de la concreción formativa que haya tomado el Prácticum en tiempo de Covid-19 para cada una de las titulaciones y de la incertidumbre que todavía tiñe nuestras esferas sociales y vitales, la dimensión eminentemente personal que presenta esta asignatura debe tenerse en cuenta. Esto supone que la experiencia del estudiantado no solo está determinada por las modalidades de prácticas puestas a su disposición, sino también por la connotación y significado que cada uno de los y las estudiantes haya otorgado a este periodo de aprendizaje.

La experiencia del estudiantado no solo está determinada por las modalidades de prácticas puestas a su disposición, sino también por las expectativas que tengan

En este sentido, desempeñan un papel destacado las expectativas y el imaginario que tenían, basados casi siempre en un escenario de presencialidad, o los hitos previstos, como puede ser el cierre de la etapa formativa. En otras palabras, la experiencia vivida en relación con el Prácticum de psicología —y más en un momento excepcional como el que vivimos—, no responde únicamente a las opciones planteadas, sino que deben considerarse las diferentes posibilidades que estas han permitido y la actitud con la que el estudiantado ha afrontado su experiencia.

Radiografía de la situación y mirada al futuro

Un año después del inicio de la pandemia, aún inmersos en una situación incierta que parece lejos de concluirse, se abren una serie de reflexiones y propuestas relativas al Prácticum de psicología en tiempo de pandemia.

Por un lado, no hay duda que las medidas propuestas en función de las necesidades y posibilidades de cada titulación han permitido dar continuidad a las trayectorias académicas y profesionales del estudiantado y, en muchos casos, concluir una etapa formativa. Asimismo, han permitido ensayar nuevas formas de aprendizaje del rol profesional y, en determinados casos, explorar las oportunidades y herramientas que ofrece el entorno en línea para ampliar el marco de actuación profesional. Dada la situación de excepcionalidad, además, se ha potenciado un aprendizaje con un grado de acompañamiento mayor de lo habitual, en el que el profesorado implicado en la asignatura ha ejercido más que nunca un seguimiento y una supervisión personalizados.

La excepcionalidad ha permitido ensayar nuevas formas de aprendizaje del rol profesional y ha potenciado el acompañamiento personalizado

En el otro lado de la balanza, haciendo una reflexión transversal desde el diseño y puesta en marcha de las medidas, hay que señalar el poco recorrido que todavía tenemos en cuanto a estos nuevos modelos de aprendizaje, diseñados ad hoc y desplegados en un contexto de máxima urgencia. Por este motivo, desde el momento de su activación, ha sido y es necesario hacer un seguimiento continuado que permita evaluar tanto sus virtudes como las mejoras en el diseño que se requieran.

Llegados a este punto, también hay que hacer mención de las necesidades de formación específicas que esta situación haya podido generar en los diferentes colectivos, como por ejemplo los y las tutoras de centro. La UOC pone a disposición de estos grupos su pericia y sus servicios, para permitir así una óptima adaptación a las particularidades del entorno en línea.

Atendiendo a este conjunto de reflexiones, afirmamos que las modalidades presentadas han permitido flexibilizar y explorar alternativas de prácticas que pueden dar respuesta o servir de punto de partida para actuar en nuevas situaciones de incertidumbre como la Covid-19. Además, han abierto la posibilidad de explorar nuevos modelos de prácticas y de enseñanza-aprendizaje que, en determinados casos, permiten introducir o probar nuevas metodologías docentes. No obstante, hay que tener en cuenta que los beneficios de estas nuevas modalidades deben ser analizados con detenimiento y prudencia, sobre todo en las titulaciones más enfocadas a la intervención profesional que requiere mucha interacción: en muchos casos, es difícil cubrir completamente la riqueza de la presencialidad.

Sea como fuere, si se procediera así en futuras ocasiones de incertidumbre o para consolidar los nuevos modelos, las agencias de calidad y la comunidad profesional a la que se dirigen en función de la titulación. También habría que contar con suficiente evidencia científica para contrarrestar los escollos derivados de la no presencialidad, cosa que, por otro lado, también podría repercutir en el conocimiento y aprendizaje del rol profesional del estudiantado y su satisfacción con respecto al Prácticum.

En definitiva, si bien la pandemia de la Covid-19 ha irrumpido drásticamente en la educación y ha planteado una variedad de retos para cumplir con los requisitos establecidos en las prácticas de las diferentes titulaciones, también es cierto que estos retos pueden abrir algunas posibilidades de futuro que permitan complementar la experiencia práctica tradicional del estudiantado. En cualquier caso, las medidas de emergencia han permitido poner en marcha sistemas educativos más resilientes y con más capacidad de respuesta ante escenarios convulsos.

Para más información o cualquier duda, podéis contactarme a través del correo electrónico cselvao@uoc.edu.

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Autor / Autora
Profesora responsable del Prácticum del grado de Psicologia en los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación.
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