Teletrabajo: mucho más que una nueva forma de trabajar

El teletrabajo ha llegado para quedarse y ha transformado radicalmente la forma en que las personas conciben el trabajo. Lo que en un principio podría haber sido considerado como una simple alternativa o una moda pasajera, ha demostrado ser mucho más que eso. El teletrabajo no se limita únicamente a cambiar el lugar físico desde donde se realiza el trabajo, sino que implica una serie de cambios profundos en la dinámica laboral y en cómo las personas se relacionan con sus puestos de trabajo.

De este mismo tema es el que trata el estudio que hoy presentamos, que lo elabora María Jesús Martínez, miembro del grupo de investigación Management & e-Learning (MeL), junto a Ana Gálvez, Francisco Tirado. El artículo es titulado «Work–Life Balance, Organizations and Social Sustainability: Analyzing Female Telework in Spain» y fue publicado en la revista Sustainability en 2020.

Metodología

La metodología utilizada en el estudio se basó en un enfoque cualitativo y consistió en la recopilación de datos a través de entrevistas individuales y grupos focales. Se realizaron un total de 24 entrevistas individuales y 10 grupos focales, con un total de 48 participantes. Todos los participantes eran mujeres teletrabajadoras con responsabilidades familiares.

La muestra incluyó diferentes categorías profesionales, como personal de nivel senior e intermedio, profesores universitarios, técnicos, secretarias administrativas y traductores. El 20% de las mujeres estudiadas eran teletrabajadoras a tiempo completo, mientras que el 80% restante realizaba teletrabajo entre una tarde y tres días por semana.

Las entrevistas individuales tuvieron una duración de 45 a 60 minutos y las sesiones de grupos focales duraron de 2 a 2 horas y 30 minutos. Estas se realizaron en español, en ciudades como Alicante, Barcelona, Bilbao y Madrid (España).

Conclusiones

El documento concluye que el teletrabajo se presenta como una realidad heterogénea y va más allá de una mera forma de trabajar. La investigación revela que el teletrabajo no se limita a dos dimensiones, una basada en la tecnología y otra en la organización del trabajo, sino que esconde diferencias y variedad de problemas derivados de aspectos políticos, culturales, éticos y cotidianos.

Si bien el teletrabajo proporciona mayor flexibilidad a los trabajadores, lo que fue destacado por varios entrevistados, también se evidencia que su aplicación genera experiencias diversas. Los logros, fracasos y malentendidos en su uso están estrechamente relacionados con cuestiones culturales en las organizaciones, las cuales pueden facilitar o dificultar estas experiencias.

Los resultados de la investigación revelan la existencia de dos ecologías diferentes en lo que se refiere al teletrabajo: las ecologías de sostenibilidad de vida y las ecologías basadas en la presencia física. Esto demuestra que el teletrabajo tiene un alcance más amplio y no sólo se limita a la esfera laboral. Las mujeres teletrabajadoras en el estudio indicaron que también utilizan el teletrabajo como una herramienta política y como medio para denunciar prácticas organizativas.

Además, los participantes señalaron cómo el éxito del teletrabajo al alcanzar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal establece una armonía productiva entre el individuo, la organización y la comunidad. Por tanto, el teletrabajo se ha convertido en un componente clave de las realidades organizativas que están alineadas con las agendas de sostenibilidad social.

Sin embargo, se concluye que el teletrabajo por sí mismo no garantiza el éxito en la búsqueda de este equilibrio ni promueve automáticamente la sostenibilidad. Es necesario que esté apoyado y promovido en un contexto de apoyo, lo que está directamente relacionado con las culturas organizativas. Cambiar estas culturas para fomentar el teletrabajo y la sostenibilidad general que comporta representa uno de los principales retos en la economía basada en el conocimiento.

Consulta el estudio

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