¿Las habilidades desarrolladas en la universidad son demandadas por el mercado laboral?

27 de marzo de 2023
empresa negociación

El objetivo de la universidad es formar a las personas y enseñarle unas habilitadas y conocimientos para poder trabajar en un campo específico. Sin embargo, dos de los principales actores que juegan un papel en el proceso, académicos y empresas, tienen puntos de vista diferentes respecto a las competencias que debe tener un graduado que entra en el mercado laboral.

De esto mismo es de lo que trató la publicación científica escrita por Maria Pujol Jover, miembro del grupo de investigación Mel – Management & e-Learning, junto con Carme Riera Prunera, Manuela Alcañiz y Helena Chuliá, que publicaron en la Revista d’Innovació Docent Universitària.

Metodología

Para captar la información se realizaron encuestas tan dirigidas a los académicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Barcelona como a las empresas, solo se incluyeron aquellas, públicas o privadas, que habían contratado en los últimos cinco años al menos un empleado con estudios de economía o negocios, ya sea como estudiante en prácticas o/a su plantilla.

La implementación y distribución de los cuestionarios se realizó a través de un software específico de encuestas online (Survey Monkey) y respondieron a un total de 185 docentes y 238 empresas.

Resultados y conclusión

Los empresarios demandan de un mayor esfuerzo por fortalecer las competencias tanto individuales como colectivas, así como un aprendizaje más orientado a la práctica, donde competencias como la aplicación de conocimientos y la resolución de problemas adquieran mayor protagonismo.

El grupo académico, por su parte, parece tener una visión más tradicional de la formación, no buscando la eficiencia práctica inmediata a costa de renunciar al estricto conocimiento y al progreso cognitivo. Incluso pasando al límite, parece que la universidad busca el desarrollo intelectual del estudiante, confiando en que le permitirá encontrar soluciones prácticas a problemas concretos.

La empresa parece estar contenta con el empleado que sabe afrontar con fuerza los contratiempos que surgen, a menudo sin previo aviso, en la agenda diaria de la empresa. Del estudio también destaca la menor valoración de las lenguas extranjeras que realizan las empresas respecto al docente.

En las conclusiones se recomienda buscar un acercamiento entre la academia y los empresarios, donde los empresarios puedan expresar las deficiencias que encuentran en los nuevos graduados y, por su parte, los académicos expongan las necesidades de formación a largo plazo que creen que tendrá un graduado.

Consulta el estudio

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