Una nueva mirada para abordar la exclusión social: reseña de ‘Desinserciones y lazo social’ de Cosme Sánchez

Segundo Moyano, profesor del grado de Educación Social de la UOC, reseña el libro Desinserciones y lazo social. Una práctica orientada por la singularidad (Editorial UOC), tras su presentación en el XX Coloquio de Educación Social celebrado este pasado 9 de noviembre.

En el afán de que los textos editados de la colección «Laboratorio de Educación Social» en la Editorial UOC tengan recorridos diversos, desde su lectura en el ámbito profesional hasta su inclusión en los planes docentes de diferentes asignaturas, una de las actividades habituales vinculadas a esta colección ha sido la presentación de los libros acompañados de sus autores y autoras. Una actividad intelectual, académica, profesional y pública que han tenido siempre el formato de los Coloquios de Educación Social. Muchos de los títulos publicados han pasado por ese espacio distendido de conversación, diálogo e intercambio con diferentes autores junto a profesionales de la educación social, profesorado, estudiantado y especialistas de las temáticas invitadas.

En ese cruce entre Laboratorio y Coloquios de Educación Social, hemos tenido el privilegio de sumar el décimo aniversario de la colección con la celebración del vigésimo Coloquio de Educación Social. Todo un evento, en el que pudimos contar el pasado 9 de noviembre con el autor de Desinserciones y lazo social, junto a Susana Brignoni, directora de la Fundació 9 Barris per a la Salut Mental; José Ramón Ubieto, psicoanalista y profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Educación de la UOC y Josep Salavert, coordinador del Centre de Salut Mental Infanto-Juvenil d’Horta-Guinardó). Francesc Vilà, director de la Biblioteca del Campo Freudiano, moderó el acto y quien escribe estas letras lo presentó.

Desinserciones y lazo social. Una práctica orientada por la singularidad es uno de aquellos textos de obligada lectura para aquellos y aquellas que, de una forma u otra, en diferentes responsabilidades y áreas de trabajo, están vinculadas al desarrollo de funciones sociales y educativas con sujetos vulnerados o en dificultad social. Cosme Sánchez es coordinador de un centro de día para personas en situación de exclusión social en Bizkaia. Este dato es fundamental para entender el valor del título elegido para este texto. Desinserciones y lazo social muestra la articulación entre un binomio inicial de palabras en contradicción. Por un lado, el desarraigo, la falta de lugar social, la desinserción en las lógicas contemporáneas; y, por otro, el lazo social, en tanto establecer la posibilidad de encontrar un lugar en el mundo, de habilitar rendijas de vinculación, la habilitación de oportunidades y circulaciones sociales.

La aparente paradoja es tratada por el autor de un modo estimulante, como una posibilidad real de trabajo con la exclusión social pero, sobre todo, con las personas que se encuentran en esa situación. Este detalle atraviesa constantemente las páginas del libro, un interés sincero por establecer un lugar particular al sujeto, alejándose de procesos habituales de homogeneización y de normatividad. La singularidad que define el subtítulo se refiere, precisamente, a la necesidad actual de considerar una orientación que permita contemplar las posibilidades de un pensar colectivo, situando a la vez los límites de la propia acción, de la demanda social y de los encargos habituales que atenazan muchas de las prácticas de acción social y educativa. En palabras de Cosme Sánchez, “una práctica orientada por la singularidad es aquella que no sucumbe a las exigencias de normalidad y adaptación”.

Esta última cuestión es de suma importancia para entender el punto de partida, de análisis y de reflexión, de este texto: todos, incluidos los profesionales, estamos de alguna manera desinsertados, recorremos los márgenes y nos resistimos a la normalización. Esto significa que la singularidad habita en cada sujeto, alejando al profesional de una construcción ideal del sujeto con el que trabaja. Sin duda, de un valor considerable en los tiempos que corren.

Muchas de estas cuestiones, entre otras, son situadas en el texto a partir de la experiencia práctica del autor, del equipo de atención social en el que trabaja, y de las personas atendidas en el servicio de centro de día. Así pues, el lugar de la palabra cobra una especial relevancia. El análisis de los casos y situaciones particulares, en tanto muestra el talante poliédrico de la problemática social, permite un acercamiento a aquello que plantean las personas que circulan por este tipo de dispositivos, da un lugar a la manifestación de la angustia, a las preocupaciones cotidianas y las paradojas, contradicciones y tensiones que habitan las prácticas cotidianas.

Cosme Sánchez Alber es un trabajador incansable y entusiasta, un convencido de los beneficios del intercambio, la conversación y la reflexión compartida con otros. Unos otros que se concretan en las personas con las que trabaja, los autores y lecturas que visita, los discursos que habitan las instituciones sociales, y la seguridad de que a partir de esos cruces se posibilita una manera diferente de trabajar, de tratar la exclusión social, de promover cambios de lugar de todos los ciudadanos y, por supuesto, de configurar oportunidades para establecer un lazo social.

Por último, solo me queda recomendar la lectura de este libro de manera conjunta y común, trabajando en torno a todas estas cuestiones. Les garantizo que el buceo en Desinserciones y lazo social supone valorar otras maneras diversas de situarse en el campo social, apostando por lógicas de trabajo alejadas de la segregación, el cientificismo y la burocracia imperante.