Cuando el todo es más que la suma de las partes

6 febrero, 2024
dos días una noche Imagen de Freepik

Caminando solos, llegaremos más rápido; pero caminando acompañados, llegaremos más lejos. Este antiguo proverbio, al que no se le atribuye un autor conocido, podría ser una buena síntesis de lo ocurrido durante el debate que dio forma al último cinefórum celebrado desde los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.

Esta actividad estuvo basada en la película Dos días, una noche (2014) de Jean-Pierre y Luc Dardenne, protagonizada por Marion Cotillard. El film narra los sucesos que vive Sandra (Marion Cotillard), una trabajadora de una fábrica de paneles solares, cuando vuelve a su puesto laboral después de una baja por salud mental. En este momento, su jefe le comunica que la va a despedir tras darse cuenta de que sus compañeros y compañeras pueden asumir el trabajo que le corresponde a ella, a cambio de recibir un incentivo por el esfuerzo adicional. Esta decisión, que fue comunicada y votada en su ausencia, lleva a Sandra tratar de convencer, durante un fin de semana —dos días y una noche, tal como se titula la película—, a sus compañeras y compañeros de trabajo para que el lunes vuelvan a votar y rechacen el bono económico para que ella no sea despedida.

El individualismo, la competencia feroz, la lucha por ser el más fuerte, la estandarización de los procesos laborales… pero también la existencia —o tal vez no— de otras lógicas de trabajo, de relación, y en definitiva, de vivir, son algunos de los debates y tensiones que la película nos muestra, y justamente son los conceptos centrales sobre los que giró la reflexión de la actividad organizada.

Estos conceptos son relevantes para el estudio de las organizaciones y empresas contemporáneas desde el ámbito de la psicología y las ciencias sociales. Así, gracias a la invitación que el doctor Pablo Neut aceptó para comentar la película, pudimos entender cómo el neoliberalismo, aquella palabra tan manida y difusa, aterriza en la cotidianidad de las personas para imponernos un modo de entender el mundo en el que la primacía del lenguaje beligerante, la guerra, la lucha y la fuerza, se impone a otras lógicas de relacionarnos —en lo laboral o en cualquier otra esfera— con los y las demás.

En este sentido, ante la precariedad y el futuro familiar y económico de una mujer con problemas de salud mental recién reincorporada a la empresa, ¿qué decisión tomarían las y los compañeros sobre aceptar o rechazar el incentivo?

El debate con el doctor Pablo Neut analizó en profundidad estas cuestiones, pero también reseñó la relevancia de aquellas otras posibilidades que quedan invisibilizadas precisamente por lo asumido que todas y todos tenemos la lógica neoliberal de la competencia. Así, Neut nos explicó muy gráficamente cómo la película comienza con la protagonista llorando y dándose ánimos a sí misma para seguir adelante. En cambio, al final, la película muestra a una Sandra segura y sonriente tras afirmar que han sabido —ella, pero también todos los compañeros y compañeras— pelear y dar la batalla por conseguir ganar la votación. ¿Cómo fue posible esa transición? Y sobre todo, ¿cómo llevar a cabo un proceso así en una empresa u organización real?

Desde el debate, sumado también a las aportaciones y preguntas del público, pudimos aprender que para escapar de la lógica neoliberal, necesitamos visibilizar que no estamos solos (ni en el trabajo, ni en cualquier otra esfera), sino que siempre somos, y a la vez, tenemos, una red o una estructura de soporte: bien sean las compañeras más afines a Sandra, con las que comienza a producir el cambio en la votación, bien sea un Estado que legisla normativas que aseguran unos derechos laborales, o bien se trate del núcleo familiar. En todos esos casos, existen afectos y efectos por los que las personas, en cualquier grupo, somos más que la suma de las partes. Por tanto, esa energía o potencia que no está en ninguna, pero está en todas, nos permite, tal como describe el proverbio inicial, llegar más lejos; allí donde jamás hubiésemos podido llegar por nosotros solos.

Así, mediante el reconocimiento de la otra persona a la que nos unen más elementos de los que nos diferencian o el apoyo mutuo permiten a la protagonista llevar a cabo la asertiva acción de un simple “no”, para romper la dicotomía de la votación que la responsabilizaba a ella para elegir. Una elección pervertida, pues, tal como se argumentó en el debate, no es una decisión realmente libre (clásica alusión del neoliberalismo), sino una libertad acotada y restringida a dos opciones: el incentivo o el puesto laboral de Sandra.

Para este debate, aludimos al trabajo de autores diversos en el estudio de las relaciones de poder, el neoliberalismo y la autoridad, tales como Danilo Martuccelli, Michel Foucault, Slavoj Žižek o Kathya Araujo; todos ellos expertos y con un gran recorrido en el análisis de los conceptos de la película, los que recomendamos seguir y leer para todas aquellas personas interesadas en el contenido del cinefórum realizado.

📹 Recupera la sesión a continuación:

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Autor / Autora
Profesor e investigador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación
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