Jóvenes con depresión y realidad virtual: una nueva propuesta terapéutica

6 octubre, 2022
jóvenes con depresión Foto de Eren Li en Pexels
jóvenes con depresión
Adrián Montesano, investigador y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC

Según la OMS, cerca del 5% de la población mundial padece depresión, cifra que se eleva al 6,4% en el caso de Europa, según un estudio fechado en 2021 y publicado en la revista The Lancet. Se trata de un problema de salud de primer orden, que la pandemia ha puesto sobre el tapete de la actualidad. Sin embargo, dichos estudios suelen centrarse en casos graves. También se suele dar prioridad a los adultos por encima de la población más joven. Precisamente por eso, para saber más sobre los casos de depresión en esa franja de edad, se va a llevar a cabo un ensayo clínico coliderado por Adrián Montesano, profesor de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. Se trata de un estudio abierto a personas de entre 18 y 29 años que tienen síntomas compatibles con la depresión y en el que pretende comparar la eficacia de tres tipos de tratamiento; uno de ellos incorpora la realidad virtual, una herramienta pionera a nivel mundial en el tratamiento de los problemas psicológicos.

Coincidiendo con el Día Europeo de la Depresión, celebrado el pasado domingo 2 de octubre, y el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebrará el próximo lunes 10 de octubre, entrevistamos a Adrián Montesano para conocer el programa en profundidad:

Nos gustaría conocer, a grandes rasgos, cuál es la metodología del estudio que estáis llevando a cabo y qué terapias vais a utilizar.

Se trata de un ensayo clínico controlado, en el que comparamos la eficacia de tres tipos de tratamiento: cognitivo conductual, de constructos personales (hay poca evidencia todavía y queremos probarla) y de constructos personales con realidad virtual. En este último caso, para ver el impacto que tiene este tipo de técnicas tanto en la efectividad como en el enganche o adherencia a la terapia. En dicho ensayo ofrecemos sesiones de terapia gratuita con calidad científica, conducida por profesionales expertos, como parte del estudio.

¿Qué entidades y expertos forman parte del estudio?

Se trata de un proyecto liderado de forma conjunta por el Dr. Guillem Feixas, de la Universidad de Barcelona, y yo mismo, por parte de la UOC, en el que además participan diferentes hospitales y centros de salud con los que se tiene convenio. Por otra parte, las personas pueden participar en el estudio de forma libre, sin tener que acudir a su centro de salud. Se puede participar a través de este enlace

Cada uno de los jóvenes que participen en el estudio recibirá uno de los tratamientos mencionados, que se asignan de forma aleatoria. Todos siguen el mismo formato: diez sesiones de terapia psicológica, de una hora de duración, con un/a psicólogo/a titulado/a y específicamente preparado/a para darla. Después de estas sesiones, dicho tratamiento se puede completar con hasta tres sesiones de seguimiento entre tres y cinco meses después de su finalización.

Los jóvenes son una población con una gran necesidad de recibir atención y que se encuentra en un periodo crucial de la vida, en el que tienen que lidiar con mucha incertidumbre: decisiones importantes sobre su futuro laboral, relacional, familiar…

Entre las motivaciones que han hecho al equipo optar por el segmento de los jóvenes está la de la infrarrepresentación en el campo de la investigación. ¿A qué se debe que este sector de la población no sea objeto de estudio tan frecuentemente como las personas con más edad?

La mayoría de los estudios se han centrado en los adultos y en patologías graves; seguramente, porque es más sencillo a la hora de conseguir a los participantes y también la financiación. No obstante, este segmento de jóvenes adultos es un segmento muy importante, por dos razones principales: la primera, porque permite evitar la cronificación y la evolución de los problemas psicológicos hacia trastornos más graves, como la depresión mayor, la depresión crónica, etcétera; por otra, porque es una población con una gran necesidad de recibir atención y que se encuentra en un periodo crucial de la vida, en el que tienen que lidiar con mucha incertidumbre: decisiones importantes sobre su futuro laboral, relacional, familiar…

Los jóvenes objeto de estudio van a recibir distintos tipos de terapia. ¿Cuáles son y en qué se diferencian entre sí?

La terapia cognitivo-conductual es la terapia estándar. Está más centrada en modificar conductas específicas. La terapia de constructos personales está enfocada en cómo las personas construyen su identidad personal, sus relaciones con los demás y con el mundo. Por tanto, se focaliza más en los significados personales que en las conductas específicas. En este sentido, la terapia-cognitivo conductual es más directiva en su aplicación, mientras que la de constructos personales es más colaborativa y personalizada. No se trata tanto de modificar conductas directamente, sino de acompañar a la persona a entender y construir su identidad y el futuro que quiere lograr.

¿Cómo incorporar la realidad virtual en la psicoterapia?

El tercer tipo de terapia también es de constructos personales, pero incorpora una aplicación de realidad virtual. ¿Qué aporta la introducción de la RV en la terapia?

En este estudio, la realidad virtual se utiliza como una herramienta más dentro de la terapia de constructos personales. Se trata de una aplicación pionera en el mundo, que permite a la persona visualizar, en un escenario inmersivo de realidad virtual, el universo de significados que representan su identidad y sus relaciones con los demás. Esto se hace de forma personalizada para cada usuario, usando una entrevista automatizada. Digamos que esta app permite que el profesional acompañe a la persona en un paseo por su mente, que rige sus percepciones sociales y valores personales en un espacio multidimensional y navegable gracias a las propiedades inmersivas de la realidad virtual.

Nuestra aplicación de realidad virtual, pionera en el mundo, está diseñada para aplicarse a la depresión, pero también en muchos otros problemas psicológicos

Se conoce el uso de ciertas herramientas de RV en terapias para fobias, pero no para tratar una depresión…

Como decía, es algo totalmente pionero. Las aplicaciones de realidad virtual para fobias se basan en el principio de exposición (exponerse al elemento temido). Sin embargo, nuestra app se basa en el principio de la representación inmersiva y  de la exploración. Es algo muy novedoso y que permite su aplicación no solo a la depresión, sino también a un amplio abanico de problemas y dificultades psicológicas; las de exposición, en cambio, son solo aplicables a las fobias específicas para las que están diseñadas.

¿Qué pretende demostrar el estudio o de qué manera buscáis mejorar la terapia en este segmento de población?

Pretendemos ofrecer evidencia para terapias más personalizadas. Pero además queremos ver si la realidad virtual mejora el enganche a la terapia; esto es, si abandonan menos, si les gusta más y si consigue mejores resultados. Creemos que tanto la terapia de constructos como la realidad virtual pueden ser especialmente atractivas para este segmento de la población, ya que, como decía antes, están en un proceso crucial de su desarrollo identitario.

Salud mental y jóvenes: ¿cómo ha impactado la pandemia?

Este estudio surge en un momento en el que constantemente recibimos cifras sobre la salud mental en nuestro país, agravadas por la pandemia. Desde tu punto de vista, ¿de qué manera ha incidido el confinamiento en las afecciones psicológicas de la población más joven y cómo lo acusan?

Yo creo que la pandemia ha sido un catalizador de muchas cosas, tanto positivas como negativas. En lo que se refiere a la salud mental, creo que han pasado dos cosas a la vez. Por un lado, la situación social ha generado situaciones drásticas que han incrementado el nivel de malestar psicológico. Pero, por otro lado, lo que ha ocurrido es que hay una mayor visibilización social y mediática de este tipo de problemáticas. Creo que, al menos en Occidente, ya se había iniciado antes un proceso de desmitificación de los problemas de salud mental que se ha visto acelerado por la pandemia así como por el foco de los medios sobre el tema.

La pandemia ha resultado ser un catalizador, un acelerador de procesos, más que un generador de situaciones

Estamos viendo ahora las consecuencias psicológicas de una pandemia mundial, algo inédito para la gente que puebla el planeta actualmente. ¿Existe algún patrón que hayas detectado y que sea inédito hasta ahora? Me refiero a mayor incidencia de ansiedad, o porcentajes no habituales de algún síntoma…

Bajo mi punto de vista, como decía antes, la pandemia ha resultado ser un catalizador, un acelerador de procesos, más que un generador de situaciones inéditas (aunque seguro que las hay también).

Uno de los efectos colaterales de enfermedades como la depresión es el de las personas que rodean al enfermo, que no saben cómo interactuar con ellos cuando los síntomas se manifiestan. ¿De qué manera puede el entorno de la persona depresiva acompañarla o ayudarla, qué consejos darías a quienes conviven con una persona que la padece?

Cuando convivimos o tenemos cerca a alguien que está sufriendo las consecuencias de una depresión, resulta del todo contraproducente intentarle hacer creer que no tiene motivos para estar mal o forzarle a animarse, porque esto, normalmente, genera aún mayor malestar. Es recomendable poder abrir espacios en los que la persona se pueda expresar, sin tener que opinar sobre ello (sí, escuchar). Y en todo caso, ayudar a esa persona a buscar ayuda profesional.

Por último, vuestro estudio se enfoca a los casos de depresión leve. ¿Por qué es importante interceptar y tratar este problema en este estadio de la enfermedad?

Se enfoca en diagnósticos de depresión de leve a moderada. El problema es que, según los estudios, hasta un 80% de jóvenes pueden estar sufriendo este tipo de sintomatología y que rara vez reciben un tratamiento adecuado. Disponer de tratamientos que ayuden a estas personas en estos momentos puede ser mucho muy beneficioso para las personas y la sociedad por varios motivos:  para evitar que se cronifiquen los problemas o evolucionen hacia trastornos más graves; para dar respuesta cuando todavía hay mayor posibilidad de cambio (a mayor gravedad, más difícil resulta ese cambio); para ofrecer alternativas de apoyo a ese descuidado  80% y, sobre todo, para reforzar la idea de que acudir a terapia no hay que hacerlo solo cuando tenemos un problema grave, sino que podemos utilizarla como parte del cuidado de nuestra salud, al igual que tener una dieta sana o hacer ejercicio.

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Autor / Autora
Periodista colaboradora
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