Carina Llongueras: «Los docentes tienen un riesgo dos o tres veces más alto de sufrir trastornos de voz que la población general»
25 marzo, 2025
Carina Llongueras Fané, docente y estudiante del máster de Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, ha sido reconocida por su trabajo final de máster Factors de risc i benestar psicosocial relacionats amb els trastorns de veu en docents con el premio De la idea al proyecto impulsado por el eHealth Center de la UOC. Un trabajo que refleja su compromiso con la mejora de la salud vocal de los docentes y su contribución a la investigación en salud digital.
Llongueras es una docente e investigadora con una amplia formación académica y experiencia profesional vinculada a la educación y la salud vocal. Tras licenciarse en Veterinaria y obtener el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), trabajó inicialmente en una clínica veterinaria y luego como investigadora en laboratorios veterinarios y centros de investigación. Más tarde, motivada por la maternidad y su interés por la educación infantil, estudió Magisterio, y se especializó en educación infantil y primaria. Su experiencia personal como maestra, en la escuela donde ella misma había estudiado de pequeña, y sus propias vivencias con los problemas de voz, incluyendo dos intervenciones quirúrgicas en las cuerdas vocales y controles foniátricos periódicos debido a una lesión, la motivaron a enfocar su investigación en los trastornos de voz en docentes.
Este interés culminó en la realización de su TFM, en el cual investigó sobre los factores de riesgo y el impacto psicosocial de los trastornos de voz en el profesorado, con especial atención en la perspectiva de género. Su estudio utiliza una metodología mixta, que combina análisis acústicos objetivos mediante una aplicación móvil (Voice Health Monitoring) con cuestionarios subjetivos para evaluar la calidad de vida relacionada con la voz (VR-QOL) y el bienestar psicosocial (SA-45). Esta investigación no solo busca identificar los factores de riesgo, sino también promover herramientas digitales accesibles para la prevención y el seguimiento de los trastornos vocales en docentes.
¿Qué te motivó a elegir esta temática para tu TFM?
Mi TFM tiene como objetivo identificar los factores de riesgo que inciden en los trastornos de la voz en docentes, incluyendo variables de género y causas multifactoriales. Los maestros tienen un riesgo dos o tres veces mayor de sufrir trastornos de voz respecto a la población general, y más de la mitad experimenta un trastorno de voz en algún momento de su vida, lo que afecta a sus condiciones psicosociales de trabajo. La motivación inicial fue una experiencia personal como mujer y maestra, después de las intervenciones que me hicieron de las cuerdas vocales, que me llevaron a buscar herramientas digitales para evaluar la salud vocal de forma objetiva. Durante la rehabilitación, noté que mi percepción del estado de la voz no coincidía con las observaciones médicas, lo que me llevó a explorar la relación entre el bienestar psicosocial y los trastornos de voz. Así, decidí investigar cómo una aplicación de móvil podría ayudar a monitorizar la salud vocal, y cómo el bienestar emocional puede influir en estos trastornos.
¿Cómo llevaste a cabo la investigación? ¿Cuál ha sido tu enfoque metodológico?
El estudio se dirige a docentes de educación infantil hasta secundaria, con una participación voluntaria y una muestra heterogénea. Se recogen datos sociodemográficos, como la edad, el sexo, los años de experiencia laboral y el historial clínico relacionado con los trastornos de voz. Se utiliza la aplicación Voice Health Monitoring para el análisis acústico de la voz, de modo que se calcula el índice de severidad de disfonía (DSI), que mide la calidad vocal. Además, se utilizan cuestionarios como el SA-45 para evaluar el bienestar psicosocial y el VR-QOL para medir la calidad de vida relacionada con la voz. El estudio es observacional descriptivo con una metodología mixta longitudinal, que combina datos subjetivos (cuestionarios) y objetivos (análisis acústico). Este enfoque permite evaluar tanto las percepciones de los participantes como los datos objetivos de su voz, lo que proporciona una visión completa de los factores que influyen en los trastornos vocales.
El premio es un incentivo para continuar investigando y desarrollando herramientas que puedan ayudar a mejorar la salud vocal de los docentes y de otros profesionales que dependen de su voz como herramienta de trabajo.
¿Cómo valoras el hecho de haber sido premiada por el eHealth Center de la UOC? ¿Qué significa para ti este reconocimiento?
El premio es un reconocimiento al trabajo realizado, y una oportunidad para dar visibilidad a la problemática de los trastornos vocales en docentes y otros profesionales. Significa un paso adelante en la difusión de los resultados de la investigación y en la concienciación sobre la importancia de la prevención y el tratamiento precoz de estos trastornos. Además, representa una responsabilidad para continuar trabajando en esta línea, y contribuir al avance en el conocimiento y la prevención de los trastornos vocales. El premio también es un incentivo para continuar investigando y desarrollando herramientas que puedan ayudar a mejorar la salud vocal de los docentes y de otros profesionales que dependen de su voz como herramienta de trabajo.
¿Has descubierto algún factor de riesgo que te sorprendiera especialmente?
Uno de los descubrimientos más sorprendentes es que menos de la mitad de los participantes con problemas vocales consultan a un especialista, aunque la mayoría están preocupados por su salud vocal. Esto evidencia una falta de concienciación sobre la importancia de la prevención y el tratamiento precoz de los trastornos vocales. Además, se destaca que las mujeres tienen una mayor prevalencia de trastornos vocales crónicos, especialmente entre los 40 y 59 años, y que factores como el estrés laboral y las condiciones de trabajo pueden agravar estos problemas. También se observó que muchos docentes asumen los problemas de voz como parte inherente de su profesión, sin cuestionar sus posibles consecuencias a largo plazo. Esto pone de manifiesto la necesidad de herramientas de prevención y detección accesibles, como la aplicación Voice Health Monitoring, para ayudar a identificar y gestionar los problemas vocales desde sus fases iniciales.
Las mujeres no solo tienen una mayor prevalencia de trastornos vocales, sino que también son más propensas a desarrollar problemas de voz crónicos.
¿Cuál es la importancia de incluir la perspectiva de género en el estudio de los trastornos de voz en docentes?
La perspectiva de género es crucial en este estudio, ya que la disfonía es predominante en el género femenino. Las mujeres no solo tienen una mayor prevalencia de trastornos vocales, sino que también son más propensas a desarrollar problemas de voz crónicos. Este estudio también explora la relación entre acontecimientos traumáticos, como el abuso sexual infantil, y la aparición de problemas de voz en la edad adulta. Los datos obtenidos muestran que un 40,1 % de los docentes participantes tienen entre 41 y 50 años, y que el 65,85 % trabaja a jornada completa, factores que coinciden con los principales factores de riesgo para los trastornos de voz. Además, se observó que la disfonía psicogénica, un tipo de trastorno vocal relacionado con factores emocionales, es más común en mujeres de esta franja de edad. Así, incluir la perspectiva de género permite entender mejor cómo los factores biológicos, sociales y emocionales interactúan para afectar a la salud vocal de los docentes.
¿Nos puedes explicar cómo funciona la aplicación Voice Health Monitoring y cómo contribuye al diagnóstico y prevención de los trastornos de voz?
La aplicación Voice Health Monitoring analiza la voz para obtener el índice de severidad de disfonía (DSI), que mide la calidad vocal a través de parámetros como el tiempo máximo de fonación, la frecuencia fundamental y la intensidad de la voz. Los participantes realizan grabaciones diarias de su voz en condiciones controladas, y la aplicación proporciona recomendaciones basadas en los resultados. Esta herramienta permite a los usuarios monitorear la evolución de su voz y ser conscientes de cualquier cambio que pueda indicar un problema vocal. Estudios recientes han demostrado que la aplicación es efectiva para evaluar la voz y tiene una correlación significativa con métodos estándares como el programa Praat. Así, Voice Health Monitoring no solo ayuda en el diagnóstico, sino que también puede ser una herramienta útil para la prevención, lo que permite a los docentes detectar problemas vocales en sus fases iniciales y tomar medidas con el fin de evitar que se agraven.
Los docentes deben ser conscientes de la importancia de la prevención, y recurrir a ayuda especializada si notan síntomas como fatiga vocal, voz ronca o afonía
¿Qué recomendaciones darías a los docentes para cuidar su voz y prevenir trastornos vocales?
Se podría recomendar a los docentes que trabajan en ambientes ruidosos o con alta exigencia vocal que utilicen técnicas para proyectar la voz sin forzar las cuerdas vocales y que utilicen micrófonos, si es necesario. También es importante hacer descansos vocales, mantener una buena hidratación y evitar factores que puedan deshidratar las cuerdas vocales, como el consumo excesivo de cafeína. Además, es crucial tener en cuenta el bienestar psicosocial, ya que el estrés y la ansiedad pueden agravar los problemas de voz. Los docentes deben ser conscientes de la importancia de la prevención, y recurrir a ayuda especializada si notan síntomas como fatiga vocal, voz ronca o afonía. La formación en técnicas vocales y la implementación de programas de prevención en los centros educativos también son claves para reducir la incidencia de los trastornos vocales entre los docentes.
¿Qué impacto crees que puede tener tu estudio en la comunidad educativa y en la salud de los docentes?
El estudio puede tener un impacto significativo en la comunidad educativa, y proporcionar a los docentes una herramienta sencilla para evaluar y mejorar su salud vocal, como la aplicación Voice Health Monitoring. Esto podría reducir las bajas laborales y mejorar la comunicación con los alumnos, lo que beneficiaría tanto a los docentes como al sistema educativo en general. Además, la prevención y el tratamiento precoz de los trastornos vocales podrían mejorar la calidad de vida de los docentes y reducir los costes asociados a las bajas laborales e intervenciones médicas. También se destaca la necesidad de programas de prevención y formación en técnicas vocales durante la vida laboral de los docentes, así como la importancia de crear un ambiente de trabajo que vele por el bienestar de los docentes y minimice los factores de riesgo asociados a los trastornos de voz.
¿Tienes previsto seguir investigando en esta línea en el futuro? ¿Cuáles serían los siguientes pasos?
Sí, se pretende seguir investigando con una muestra mayor de participantes para obtener resultados más concluyentes. Uno de los objetivos es explorar de forma más amplia la relación entre acontecimientos traumáticos, como el abuso sexual infantil, y la aparición de problemas de voz en la edad adulta. Además, se quiere investigar cómo la aplicación Voice Health Monitoring puede ser utilizada para la prevención y el seguimiento de los trastornos vocales en diferentes contextos profesionales. También se quiere explorar el potencial de las herramientas digitales y la inteligencia artificial para detectar otros problemas de salud a través del análisis de la voz, como el estrés mental o las enfermedades cardíacas. El siguiente paso es conseguir una muestra más grande y diversa, para validar los resultados y desarrollar aplicaciones prácticas que puedan beneficiar a más profesionales.
¿Hay algún otro aspecto de tu proyecto que te gustaría destacar?
Un aspecto destacable del proyecto es el potencial de las herramientas digitales como la aplicación Voice Health Monitoring para ir más allá de la disfonía. Gracias a la inteligencia artificial, se pueden desarrollar biomarcadores vocales que detecten cambios en la voz relacionados con el estrés mental, las alteraciones cardíacas, pulmonares o incluso la enfermedad de Parkinson. Esto abre un campo de investigación muy amplio, donde la voz puede ser utilizada como indicador de salud general. Además, estas herramientas podrían ser útiles no solo para docentes, sino también para otros profesionales que dependen de su voz, como cantantes, actrices o periodistas. El proyecto también pone de manifiesto la importancia de la prevención y la concienciación sobre la salud vocal, no solo como cuestión individual, sino como parte de un entorno laboral saludable y sostenible.