Montse Vall-llovera: ‘En la UOC se pueden hacer muchas cosas. Es una universidad abierta, joven y flexible ‘

12 mayo, 2021

Montse Vall-llovera es una de las profesoras con más años de experiencia en la UOC. Ha ejercido como profesora, investigadora, directora del programa de Psicología y adjunta al Vicerrectorado de Posgrado y Formación continuada. Con ocasión de los veinticinco años de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, hemos conversado con ella sobre sus inicios en nuestra universidad, los cambios que se han producido y la experiencia diversa que supone trabajar en ella.

Vall-llovera entró a la UOC en febrero del 2000, ahora hace veintiún años. Nos explica que llegó a ella a través de una convocatoria para docentes de Psicología: “hasta entonces se impartía la licenciatura de Psicopedagogía, pero no la de Psicología. Se decidió abrir el programa en septiembre del 2000, y a través de la convocatoria de selección de profesorado para mi área de conocimiento, metodología de las ciencias del comportamiento, me incorporé como profesora en los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación”.

Recuerda los primeros años con ternura. El equipo de los Estudios era mucho más pequeño, sobre todo en cuanto al cuerpo docente, cosa que hacía que fueran como una pequeña familia: “éramos tan pocos que, durante una temporada, llegamos a instaurar un día en que comíamos juntos y nos turnábamos para llevar los platos hechos de casa”. Además del aumento en el número de estudiantes, de personal de gestión y  de personal académico, destaca la diversificación de la formación, que conlleva asimismo la diversificación de las tareas de gestión y administración.

Montse Vall-llovera
Montse Vall-llovera

La UOC se caracteriza por su vocación de servicio a la sociedad, pugnando para que la educación superior llegue al mayor número de personas posible

La estructura organizativa, en definitiva, ha cambiado para avanzar en aquellos aspectos que caracterizan a la UOC —por ejemplo, el énfasis en la formación continuada y el aprendizaje a lo largo de la vida—. Sin embargo, destaca, el espíritu sigue siendo el mismo: “la vocación de servicio a la sociedad, pugnando para que la educación superior llegue al mayor número de personas posible. Nuestras puertas están abiertas a todo el mundo que quiera estudiar y ampliar sus conocimientos y aprendizajes”.

Otro cambio importante que destaca es el desarrollo de las actividades de investigación. “Cuando llegué —comenta— la UOC no disponía de una investigación propia: los profesores participaban en grupos de otras universidades o en equipos interuniversitarios. El IN3, que acababa de formarse, era un ‘paraguas’ para apoyar en la investigación que hacía el profesorado, pero todavía no se había hecho énfasis en promover el desarrollo de grupos de investigación propios”. Vall-llovera explica que, precisamente en aquel momento, en el que la UOC empezaba a consolidarse como institución de formación, se optó por impulsar la investigación propia. “El objetivo era hacer investigación relacionada con el ámbito de las TIC: visto con perspectiva, podríamos decir que estábamos poniendo la semilla de algunos de los grupos punteros que hay ahora en nuestros Estudios, como por ejemplo Edul@b, eTIC, Feed2Learn, PsiNET o GenTIC, entre otros”.

Ella participó en la fundación de uno de los grupos que ha tenido más trayectoria en los Estudios, JovenTIC, a partir de una iniciativa de Adriana Gil-Juárez (entonces profesora de los Estudios y que actualmente es profesora colaboradora).

JovenTIC surgió del interés por estudiar los usos y las apropiaciones que hacían de la tecnología los niños, niñas y jóvenes desde la perspectiva de la psicología social. Un encargo del Ayuntamiento de Barcelona, concretamente del CIIMU (Consorcio Instituto de la Infancia y Mundo urbano), que había iniciado un proyecto que focalizaba la investigación alrededor de los niños y las TIC, permitió al equipo empezar a trabajar con los niños y jóvenes que se encontraban a los cibercafés. “En aquel momento, los cybercafés eran espacios con mucha presencia de niños, niñas y jóvenes que se relacionaban con las TIC, y nos interesaba ver qué relaciones se establecían cuando la tecnología estaba presente. Íbamos a los cybercafés y observábamos. Lo que vimos es que estaban en esos espacios para pasar el rato, y que las TIC les servían para jugar (solos o en línea), para aprender entre sí, y sobre todo para relacionarse en un momento donde no había redes sociales (solo Messenger, que era la única que usaban).

«A partir de aquella investigación nos constituimos como grupo de investigación y continuamos interesándonos por el conjunto de significados que se construyen colectivamente en estas prácticas y su relación con la construcción de su identidad, muy especialmente la identidad de género. En nuestras últimas investigaciones nos hemos preocupado por la fractura digital de género y en general, por la relación entre el género y la tecnología”.

El grupo de investigación JovenTIC se ha interesado por el conjunto de significados que se construyen colectivamente alrededor de las TIC en la infancia y la adolescencia

Los adelantos tecnológicos que han tenido lugar desde los años 2000 son importantísimos. La irrupción de la pandemia ha acelerado algunos cambios que ya se estaban produciendo, especialmente en el ámbito de la enseñanza en línea. Como profesora veterana de la educación en línea, le preguntamos por los cambios que serán decisivos en el futuro. “Se han producido muchos adelantos, se han generado debates importantes en educación y se han desarrollado estrategias de mejora educativa. Sin embargo, todavía hay que trabajar mucho para que todo el colectivo docente, desde la primaria hasta la universidad, pueda abordar con garantías el paso de una educación presencial a los modelos de educación en línea”, nos responde. “La tecnología se seguirá desarrollando y esperamos que juegue un papel decisivo en el futuro de la educación. Por eso es fundamental que los docentes dispongan no solo de los recursos tecnológicos necesarios y el saber para utilizarlos, sino —sobre todo— que tengan acceso a soluciones de enseñanza en línea que contemplen su formación y el conocimiento sobre el diseño de cursos, actividades, estrategias docentes, la interacción entre docentes y estudiantes, entre estudiantes, etc., en el marco de diferentes modelos en educación en línea”..

Es fundamental que los docentes tengan acceso a soluciones de enseñanza en línea que contemplen su formación

Más allá de las herramientas, también hay que dar importancia a aquello que asegura que se mantiene el factor humano en una enseñanza de calidad. En entornos especialmente tecnologizados como la UOC, esto supone todo un reto. ¿Cuál es la clave para conseguirlo? Vall-llovera nos contesta que las TIC sirven para relacionarnos, y “hay que potenciar espacios de relación que no solo permitan una comunicación fluida, sino donde también se pueda reflexionar y debatir de forma sincera y honesta, donde expresarse con plena libertad de pensamiento. Somos una universidad, y esto es lo que debe caracterizarnos”.

Además, destaca que en la UOC esta comunicación e intercambio constante tiene que mantenerse tanto con los estudiantes como con los profesores docentes colaboradores (PDCs). “Generar espacios de comunicación con estudiantes y PDCs es clave para transmitir bien los conocimientos, crear ambientes de colaboración y de trabajo en equipo y generar vínculos”. En este sentido, apunta que “los PDCs siempre han tenido un alto grado de implicación y compromiso con nuestra universidad, con una gran vocación docente, espíritu de innovación, capacidad de adaptarse a los cambios, y con un fuerte espíritu crítico fruto de la reflexión académica. Esta dinámica también ha llevado a la UOC a ser la universidad que es hoy en día”.

Los profesores docentes colaboradores siempre han tenido un alto grado de implicación y compromiso con nuestra universidad (…) Esta dinámica también ha llevado a la UOC a ser la universidad que es hoy en día

Para Vall-llovera, la actitud crítica y abierta al cambio, el espíritu colaborativo y de trabajo en equipo de los PDCs es un modelo de lo que hace falta para trabajar en nuestra universidad. “A una persona que se incorpora a la UOC le sugeriría que tenga la mente muy abierta y no dé nada por sentado. Que sea flexible y con capacidad de adaptarse de forma ágil, que esté dispuesta a afrontar retos docentes y académicos, y que tenga ganas de innovar”. Como ejemplo de esto pone la oportunidad de ocupar lugares de responsabilidad académica, una experiencia que ella tuvo como directora de programa de Psicología, y también como Adjunta al Vicerrectorado de Posgrado. Considera que el potencial académico es lo suficientemente diverso y potente para que la UOC dé la posibilidad a quien se lo plantee para acceder a estos cargos. «Si siempre hay las mismas personas en estas posiciones, es más difícil que haya ideas innovadoras”.

Para acabar, le pedimos que nos resuma su paso por los Estudios con una frase o una palabra. “Es difícil, por no decir imposible, resumir en una frase veintiún años en los Estudios y en la UOC. Son muchos los aprendizajes y experiencias vividas en estos años, y muchas las personas —profesorado, gestión, PDCs, estudiantes— que, afortunadamente, me han acompañado. Quizás me quedaría con que la UOC, junto con las personas que he tenido cerca durante todo este tiempo, me han ayudado a descubrir áreas competenciales de mí misma que desconocía, y esto me ha dado la oportunidad de crecer personal y profesionalmente”.

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Autor / Autora
Redactora colaboradora de los Estudios
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