Diseño y precariedad

7 noviembre, 2023
Jornada sobre diseño y precariedad. Imagen de Ainhoa Garcia Caruana (UOC Labs).

El debate se ha realizado en la Sala Beckett de Barcelona, donde han intervenido Lluc Massaguer, Gemma San Cornelio y Efraín Foglia, profesores de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, así como la creativa Carla Berrocal y Cristina Rodríguez, de El Far Cooperatiu.

¿Quién no ha visto fotos de estudios de diseño, adornados con multitud de plantas, de techos altos y ventanas dónde la luz entra sin piedad? Todos.

La imagen del diseño gráfico que vemos en las redes se aleja mucho de la realidad que viven los profesionales del sector. Por ello, la charla Precariedad escrita con Helvética. Agitando el relato profesional del diseño”, organizada por los Estudios de Ciencias de la Información y la Comunicación de la UOC, ha puesto el foco en desmitificar la imagen que se proyecta de esta actividad profesional y como, contra esta incertidumbre, la mejor herramienta es la unión y la puesta en común de ideas.

En este debate ha intervenido Lluc Massaguer, doctora en Educación por la Universitat Autònoma de Barcelona y profesora lectora de la UOC; Carla Berrocal, ilustradora y diseñadora gráfica que ha publicado para medios como Público o El País; y Cristina Rodríguez, pedagoga y una de las integrantes de El Far Cooperatiu. Ha moderado la conversación Efraín Foglia, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y la Comunicación, y ha presentado el acto Gemma San Cornelio, directora del máster universitario de Diseño, Identidad Visual y Construcción de Marca. Puedes recuperarla aquí:

Aroma a precariedad

La necesidad de que los sectores académicos hablen de la precariedad ha sido el leitmotiv del evento. “Y Barcelona tiene que predicar con el ejemplo”, ha alentado Foglia, profesor de diseño de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. Según este académico, la Ciudad Condal encabeza la lista de la capital europea con más escuelas o universidades dedicadas al diseño. “En la mayoría de ponencias se analizan los casos de éxito, cuando es importante tratar también este tipo de temáticas”, reflexiona.

Así, Lluc Massaguer profesora de la UOC, ha mostrado uno de sus trabajos de investigación más recientes, donde ha analizado más de 300 ofertas publicadas en portales como LinkedIn y Domestika. Lo ha titulado “Aroma de precariedad”, porque como ha señalado Massaguer: “no te dicen que van a ser precarias, pero lo puedes oler”. Todas tenían rasgos en común. No especificaban sueldo y añadían “buenas condiciones” o “competitivo”, buscaban gente “entusiasta” y “alegre” para “trabajos emocionantes” y, además, alguien de ser capaz de vivir con “deadlines ajustados”.

Aparte de analizar cómo está el ámbito profesional del diseño y la creatividad, Massaguer también ha encuestado parte del alumnado de la UOC para saber cuál es su percepción del mercado. La mayoría entiende el oficio como una forma de canalizar sus emociones. Les parece divertido y necesario para ellos. Lo sienten como algo visceral y emocional. Y aceptan esa precariedad desde el minuto 0. Un factor que, como ha explicado la profesora, construye a crear la idea de: “si no lo cojo yo, lo cogerá otra persona. Y es así como se desgastan los profesionales”.

La romantización del artista

Carla Berrocal, ilustradora y diseñadora gráfica, considera que la precariedad en diseño radica en cómo está construido el sistema. Su respuesta: “Es una idea muy naif el hecho de que todo el mundo con un curso se puede dedicar a lo que quiera. Jamás pensarías que un médico con un curso ahora también es dentista. En el sector falta seriedad, dejemos de lado la romanización del artista”, ha sugerido la ilustradora.

Imagen del acto sobre diseño y precariedad. Imagen de Ainhoa Garcia Caruana (UOC Labs).
Imagen del acto sobre diseño y precariedad. Imagen de Ainhoa Garcia Caruana (UOC Labs).

Para Berrocal, la falta de sindicalismo es una de las causas que favorece a que el modelo capitalista acampe a sus anchas en estudios y empresas de diseño. ”Es un oficio excesivamente individualista que ni tiene conciencia política, ni orgullo de clase”, ha opinado la ilustradora. De hecho, Berrocal recordó sus tiempos como presidenta en la Asociación de Profesionales de la Ilustración de Madrid, de la que salió “bastante quemada”. Según ella, “mucha gente venía a asociarse y nos preguntaba si desde la entidad los podíamos promocionar”.

Sobre el individualismo en el sector, Efraín Foglia, profesor de los Estudios, recordó que, al fin y al cabo, el sector del diseño tiene un origen pequeño burgués, por lo que nunca se ha caracterizado por su vocación de asociacionismo y sindicalismo.  “Se tiene la percepción que la gente que estudia diseño es porque se lo puede permitir, que vienen comidos de casa. Y habrá casos que sí, pero otros que no. Aunque los dos aceptan este tipo de trabajos. Y eso es carne para el capitalismo, es el juego perfecto: la empresa lo busca y los estudiantes lo aceptan”, ha incidido el profesor.

Cómo salir del capitalismo

Sobre estos cimientos, Cristina Rodríguez, pedagoga e integrante de El Far Cooperatiu, ha iniciado intervención afirmando, casi como un mantra, que: “se puede salida del sistema capitalista”. El proyecto de Rodríguez es una empresa que se organiza a través del cooperativismo, donde la toma de decisiones no responde a una cuestión jerárquica, sino que se trabaja desde la asociación.

De hecho, el colectivizarse no le hizo perder ganancias, sino que a su juicio fue el vehículo que le permitió salir de la precariedad y las jornadas laborales maratonianas. Junto a una amiga periodista se tiraron a la piscina en el año 2019 y, a día de hoy, pueden presumir de haber diseñado el cartel de las fiestas mayores de Tarragona, Santa Tecla. Lo hicieron con un equipo de personas con diversidades funcionales y el resultado fue más que excepcional: “hubo una gran acogida, a la ciudad le gustó”, recuerda Rodríguez.

Sobre el modelo cooperativista, los profesores de la UOC, han subrayado que es un modelo que está muy en boga, sobre todo, en entornos creativos. “Solo en el barrio de Sants (en Barcelona) hay más de 320 cooperativas”, ha añadido Foglia.

Hablar de dinero sin tapujos

Así, Foglia, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y Comunicación de la UOC, ha comentado en la importancia de encontrar el punto medio a las cosas. “No solo puede existir el diseño burgués y su individualismo, por un lado, y los formatos considerados más jipis, por el otro”. Aunque, a su juicio, entiende que “para cambiar una doctrina hay que sacudir los cimientos”.

A modo de conclusión, y como herramientas para ayudar a los profesionales del sector, las ponentes han insistido en la necesidad de, en cada encargo, hablar de tarifas y precios, “hablar de dinero sin filtros”. Porque el hecho de no hacerlo, invisibiliza el trabajo del creativo. “Un taxista te cobra lo mismo si es su primera carrera de su vida, como si es la cuarentena”, ha puesto como ejemplo Berrocal.

También, y muy relacionado con la monetización, las ponentes han explicado la importancia de hacer entender a los clientes los procedimientos técnicos de cada trabajo. “Porque cuando no se conoce la técnica, se desprecia, y no se entiende el coste del producto. Consideras que no hay trabajo, que el resultado es fruto de esa espontaneidad de la creatividad”, ha concluido la ilustradora.

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Autor / Autora
Periodista freelance.
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