El Green shooting: los nuevos perfiles profesionales para rodajes sostenibles

8 febrero, 2023
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“Los rodajes comportan un beneficio en un territorio pero también provocan un impacto y empieza a ser evidente que hay que controlarlo”- Pedro Barbadillo. Director del Mallorca Film Commission, habló sobre perfiles profesionales como el de eco manager, normativas y organismos especializados en la III Feria Virtual de Empleo de la UOC.

En el marco de la III Feria Virtual de Empleo de la UOC ha tenido lugar la sesión Green shooting y eco-managers en la industria audiovisual: nuevos perfiles profesionales para hacer los rodajes sostenibles a cargo de Pedro Barbadillo, profesional de larga experiencia en el sector audiovisual y director del Mallorca Film Commission. Le ha acompañado Cristina Pujol, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y la Comunicación de la UOC

“En esta urgente transición hacia una industria audiovisual y cinematográfica acorde con los tiempos que corren, es necesario contextualizar los nuevos perfiles profesionales. En los últimos años, se ha producido un cambio en las dinámicas más globales: antes el cine era un sector a proteger con ayudas y subvenciones pero ha cambiado el discurso, el institucional sobre todo, y ahora se le considera una inversión. Puede generar beneficios y activar economías locales” compartió Cristina Pujol a modo de introducción de esta sesión. Pedro Barbadillo, con más de 30 años de experiencia como productor y autor de documentales de actualidad e investigación para televisiones europeas, aseguró que “es cultura y por mucho tiempo ha sido un bien a proteger. Sigue teniendo este componente cultural pero es verdad que ha empezado a jugar un papel importante a nivel económico”. 

Film Commission

Desde hace unos años, es director de la Film Commission y miembro de la junta directiva de Spain Film Commission, que él mismo definió como “organismos que representan a diferentes fuerzas económicas de un territorio que incentivan el regreso o captación de rodajes por los beneficios que dejan en él a nivel de reputación e imagen pero también de empleo, económico... En algunos casos, también juegan un papel de promoción del sector audiovisual de su territorio. En Mallorca, por ejemplo, nos importa tanto atraer producciones extranjeras o nacionales como que nuestra industria audiovisual local y nuestros profesionales tengan mayor capacidad de salir al mercado internacional o entrar en coproducciones. Así ganas reputación, conocimiento…”

“Este fenómeno empezó hace 30 o 35 años cuando en California descubrieron que muchas producciones se iban a rodar fuera, a Canadá o otros países, porque era muy caro hacerlo allí. Para compensar la huida de las filmaciones, crearon la Film commission. Le siguieron otros sitios de Estados Unidos y después se internacionalizó. A nivel español, hace 25 años, apareció Andalucía Film Commission y más tarde Barcelona Plató. Aquí son casi en su totalidad públicas, dependen de ayuntamientos, consejos insulares como en Baleares, de diputaciones o cabildos como en Canarias o de comunidades autónomas, como la Catalunya Film Commission. También hay en ciudades y pueblos: se les conoce como film office, si trabajan a nivel municipal y tienen capacidad de emitir permisos, y film commission si son órganos de representación o promoción, que van a los mercados como Cannes, Berlín, Toronto… para invitar a los productores y directores a un determinado territorio y para que la industria del cine vea esos territorios como favorables para el rodaje”. Posteriormente, aparecieron los incentivos de rodaje, “cantidades económicas que se descuentan de los impuestos del productor o del productor de servicio y que abaratan la producción.” Hasta el año 2015 España no tenía y era difícil competir con otros países del entorno que tenían descuentos del 10, 15, 20 o 30%. 

La profesora Pujol se preguntó “si la existencia de la Spain Film Commission, la Mallorca Commission… ¿no es un terreno de competición?” a lo que Barbadillo reconoció que, en España, su proceso de creación ha sido irregular. En Andalucía, por ejemplo, se creó primero un organismo regional, que es entidad sin ánimo de lucro y tiene conciertos con autoridades. “En otros casos, han sido comarcas como Los Monegros, las que primero la crearon. Poco a poco, se ha ido cubriendo el mapa. Posteriormente, surgió la Spain Film Commission como una federación, una asociación de las que formamos parte las comisiones que creemos en ella.

Perfiles profesionales entre la administración y el sector

Pujol se interesó por saber qué perfiles profesionales trabajan en estos organismos y qué habilidades necesitan para jugar el papel de intermediarios entre la parte más administrativa y la industria audiovisual. El productor compartió su experiencia en el sector -donde ha hecho televisión durante 30 años- como el bagaje que le ha sido muy útil para trabajar en este mundo, ya que le permite entender qué necesita un productor cuando llega a un territorio para hacer su película. “Pero también hay profesionales que proceden de la administración con experiencia en determinados sectores, ya que algunas entidades están ubicadas en cultura, turismo o promoción económica. Va bien porque actúa como cara de la administración ante el productor. Esa combinación es muy útil ya que nuestro trabajo es ser un puente entre el sector de la producción y la administración para resolver problemas logísticos, cuestiones de permisos incluso para resolver dificultades de relación con vecinos… ”.

Perfiles ligados a la sostenibilidad

En esa línea, ambos profesionales coincidieron en destacar que el sector audiovisual abarca una multiplicidad amplia de perfiles profesionales, algunos muy clásicos como el director, guionista, eléctrico o director de fotografía pero otros más nuevos. Barbadillo comentó que, por ejemplo, “toda la digitalización ha incorporado perfiles muy técnicos, tecnológicos incluso. A nadie se le había ocurrido que en un equipo de rodaje tenía que haber un experto en salud y la pandemia nos llevó a la aparición de una nueva figura, responsable sanitario del rodaje, se ha convertido en una fuente de empleo.” En ese sentido, y a pesar de que los productores lo ven a veces como algo ajeno y externo que difícilmente se puede incorporar a un rodaje, aseguró que “ante la necesidad de incorporar medidas de sostenibilidad, puede haber espacio para profesionales como el eco manager. Los rodajes comportan un beneficio en un territorio pero también provocan un impacto y empieza a ser evidente que hay que controlarlo”. 

Se trata de identificar aquellas acciones o actividades del rodaje audiovisual que producen un impacto, tratar de reducirlo o eliminarlo. Eso es lo que busca el Green Shooting Film: si uno usa un vehículo eléctrico que se carga en un enchufe con electricidad fabricada con energía renovable o eléctrica, va a tener un impacto cero sobre el medio ambiente. Si usamos un catering de vajilla lavable o en lugar de botellas de plástico usamos agua de una fuente de las que se recargan, si en lugar de tener al equipo viviendo a 40km de la localización vive más cerca o en su casa… se va a reducir el impacto.Hay una cosa muy importante que son los vuelos, también. Son muchos factores a tener en cuenta” explicó Barbadillo, pionero en estos temas, quien también puso énfasis en que en esta preocupación “no se trata de que prohibamos la actividad cinematográfica sino que se trata de minimizar el impacto, que actuemos de una forma sostenible e incluso regenerativa. De hecho, existe el film Establishing a Food Forest: una forma de compensar el carbono, que lo convierte en árboles que dan frutos y acaban en los caterings de esos rodajes, cerrando así el círculo”.

Hay quien ha planteado que en los créditos de una película se indicara cuántas emisiones ha generado su rodaje para intentar controlarlas o limitarlas. Barbadillo, quien cree siempre más interesante resaltar lo positivo, comentó que “algo así no solo se debería hacerlo en las películas o cada vez que nos vamos de viaje. ¿Por qué no resaltar lo que mejora? Por ejemplo, promover el que las pelis que lo hacen bien puedan poner el sello de green film. Tal vez hay un público que valore eso y vaya a verlas. También hay una asociación de productores en España muy sensible en estos temas -easy producers- y lo plantean como un factor de beneficio económico.” Barbadillo, vinculado al proyecto cine ciutat, explicó que este trabajo por la sostenibilidad también ha llegado a las salas: “cine ciutat procuró ser sostenible desde el principio. De hecho, gracias al proyecto greens screens, unos 300 cines limitaron sus emisiones en Europa” y añadió que, también desde Mallorca Film Commission, ”hace años que estamos en estos temas. Somos uno de los primeros territorios en España en aplicar el manual de medidas que ahora también aplican Catalunya, el País Vasco, Canarias, Cantabria… no es obligatorio pero es una guía que se puede descargar en internet y está en muchas lenguas. Acabamos de traducir y editar en castellano la edición para documentales y se irá ampliando con la propuesta para animación etc. También hemos puesto, desde el green film shooting en marcha un proyecto dotado con más de dos millones de fondos europeos. Este plan busca abordar la sostenibilidad desde el otro lado. Vamos a hacer que el productor pida a los proveedores cosas que generen menos impacto. Giramos: que sea desde la oferta y no desde la demanda como cuidemos estos aspectos.”

Para acabar su participación en la charla, Barbadillo afirmó una vez más que “ya hay una preocupación y una exigencia en este campo. Por eso, animaría a los estudiantes interesados en el cine, que empiecen a colocar el tema de la sostenibilidad en su cabeza porque en unos años va a ser tan importante responder a demandas de este tipo como a las demandas de su especialidad profesional. Que tengan el currículum actualizado: hoy si no hablas inglés no encuentras trabajo, en unos años no tendrás oportunidades si no gestionas de forma sostenible tu trabajo.”

En unos años no tendrás oportunidades profesionales si no gestionas de forma sostenible tu trabajo

– Pedro Barbadillo
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Pedro Barbadillo. Courtesy of Pedro Barbadillo.

Perfiles profesionales entre la administración y el sector

Pujol se interesó por saber qué perfiles profesionales trabajan en estos organismos y qué habilidades necesitan para jugar el papel de intermediarios entre la parte más administrativa y la industria audiovisual. El productor compartió su experiencia en el sector -donde ha hecho televisión durante 30 años- como el bagaje que le ha sido muy útil para trabajar en este mundo, ya que le permite entender qué necesita un productor cuando llega a un territorio para hacer su película. “Pero también hay profesionales que proceden de la administración con experiencia en determinados sectores, ya que algunas entidades están ubicadas en cultura, turismo o promoción económica. Va bien porque actúa como cara de la administración ante el productor. Esa combinación es muy útil ya que nuestro trabajo es ser un puente entre el sector de la producción y la administración para resolver problemas logísticos, cuestiones de permisos incluso para resolver dificultades de relación con vecinos… ”.

Perfiles ligados a la sostenibilidad

En esa línea, ambos profesionales coincidieron en destacar que el sector audiovisual abarca una multiplicidad amplia de perfiles profesionales, algunos muy clásicos como el director, guionista, eléctrico o director de fotografía pero otros más nuevos. Barbadillo comentó que, por ejemplo, “toda la digitalización ha incorporado perfiles muy técnicos, tecnológicos incluso. A nadie se le había ocurrido que en un equipo de rodaje tenía que haber un experto en salud y la pandemia nos llevó a la aparición de una nueva figura, responsable sanitario del rodaje, se ha convertido en una fuente de empleo.” En ese sentido, y a pesar de que los productores lo ven a veces como algo ajeno y externo que difícilmente se puede incorporar a un rodaje, aseguró que “ante la necesidad de incorporar medidas de sostenibilidad, puede haber espacio para profesionales como el eco manager. Los rodajes comportan un beneficio en un territorio pero también provocan un impacto y empieza a ser evidente que hay que controlarlo”. 

 

Se trata de identificar aquellas acciones o actividades del rodaje audiovisual que producen un impacto, tratar de reducirlo o eliminarlo. Eso es lo que busca el Green Shooting Film: si uno usa un vehículo eléctrico que se carga en un enchufe con electricidad fabricada con energía renovable o eléctrica, va a tener un impacto cero sobre el medio ambiente. Si usamos un catering de vajilla lavable o en lugar de botellas de plástico usamos agua de una fuente de las que se recargan, si en lugar de tener al equipo viviendo a 40km de la localización vive más cerca o en su casa… se va a reducir el impacto.Hay una cosa muy importante que son los vuelos, también. Son muchos factores a tener en cuenta” explicó Barbadillo, pionero en estos temas, quien también puso énfasis en que en esta preocupación “no se trata de que prohibamos la actividad cinematográfica sino que se trata de minimizar el impacto, que actuemos de una forma sostenible e incluso regenerativa. De hecho, existe el film Establishing a Food Forest: una forma de compensar el carbono, que lo convierte en árboles que dan frutos y acaban en los caterings de esos rodajes, cerrando así el círculo”.

 

Impacto de un rodaje

Pujol quiso saber si este trabajo se hace desde un plan de rodaje sostenible o desde un plan estratégico de las propia productora y destacó cómo el propio rodaje tiene un impacto a lo que el productor respondió que efectivamente, ese impacto se produce en todo el proceso, “incluso desde la escritura. Una experta alemana nos decía que cada click de google equivale a 16 metros recorridos por un coche, a su impacto ambiental. Todo produce impacto que podemos minimizar, reducir o impedir.

Llevamos años hablando de este tema: yo en el 2010 ya estuve en una mesa redonda en Cannes, pero últimamente nos hemos puesto las pilas. De hecho, cada vez más sectores lo hacen y cada vez más organismos de financiación de películas, como por ejemplo en Alemania, ponen como requisito para facilitar fondos que estas se hagan con criterios de sostenibilidad.”

 

Diferentes medidas

Europa ha dado pasos en estos últimos años. Barbadillo recuerda que “hace unos 5 o 6 años, un grupo de territorios europeos agrupados en un organismo que se llama cine regio creamos un grupo que se llama green regio. A propuesta de los colegas italianos nació un manual de buenas prácticas, de medición del impacto, que detalla apartado por apartado del proceso de rodaje qué impacto tiene y cómo se puede reducir. Al cumplirlos, vas acumulando puntos en tu rodaje. Al final los puedes sumar y declarar tu producción como una producción green film. Hay una auditoría que realizan entidades que llevan mucho tiempo trabajando en la certificación de la sostenibilidad en diferentes sectores y ahora también en el audiovisual. En Europa ya tenemos algunas que lo han podido conseguir”.

Para él, “esto es un proceso imparable. La realidad demuestra que el cambio climático y la lucha han venido para quedarse. Por eso, están naciendo profesionales como el eco manager o el green manager, especialista en este tipo de medidas y que forma parte del equipo de rodaje.

 

Formación en el sector

Para estos profesionales no hay una titulación específica pero destacó que “estamos intentando impulsarlo a través de centros de formación (bien con materias en el curriculum integrado dentro de los estudios de audiovisual o a través de currículum propio como experto universitario o máster)” aunque Barbadillo añadió que, en este campo, “hay muchas cosas de sentido común y que no hace falta estudiar para aplicarlas. Además, gente con back ground en biología o medioambientales podrá aplicar sus conocimientos en el sector audiovisual pero también alguien formado en el sector audiovisual a nivel técnico, artístico… puede hacer un reciclaje”.

 

Sin duda, cierta dispersión en cuanto a criterios en el sector, no ayuda. El ICAA incorporó este tema el año pasado y la academia de cine ha creado el sello verde de la academia hace poco. Desde la Comision, hemos intentado que el green film rating system que se usa en varias regiones europeas se convierta en un estándar. Y lo hemos hecho por una razón muy sencilla: hay películas que van migrando por países y ciudades y no deberían plantearse medidas diferentes. Es una homologación complicada empezando por una cosa tan simple por cómo se mide el impacto, lo que se llaman las calculadoras de carbono que tienen en cuenta factores muy diferentes. Uno coge tres calculadoras para medir una cosa y nos da resultados diferentes. Como no está homologado el procedimiento de medidas es muy complicado que todas las medidas se hagan de la misma forma.” Mientras tanto, Barbadillo insiste en que “no hace falta tener fiebre para saber que nos hemos de cuidar.

La incorporación de estas medidas en los rodajes se ha frenado, más allá de por la falta de uniformidad de criterios, ”porque el productor piensa que lo ecológico es caro.”

 

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Redactora col·laboradora
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