Robinson Cuadros: “Se sigue viendo a la vejez como una ‘tercera categoría’ y esto dificulta la inclusión de las personas mayores en la sociedad”

27/04/2023
Robinson Cuadros, estudiante de la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC. Robinson Cuadros, estudiante de la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC.

La vejez es el presente de algunos y el futuro de todos. Esta es la idea que debería centrar todas las estrategias dirigidas al abordaje de las vejeces, según comenta Robinson Cuadros, médico geriatra de Colombia y uno de los primeros estudiantes en terminar la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC, puesta en marcha en octubre de 2022. El Dr. Cuadros, expresidente de la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría (ACGG), es actualmente presidente del Comité Latinoamericano y del Caribe de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría (COMLAT), líder de la Ruta Sociosanitaria de personas mayores en CAFAM Bogotá y miembro consultor del consejo académico de la UNATE, la universidad para mayores de España. En esta entrevista nos habla de su labor, de la situación actual de la tercera edad y el abordaje de sus necesidades, así como de su experiencia como alumno de esta formación de la UOC.

¿Cuál fue la razón por la que decidiste estudiar la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC?

Desde mi proceso de formación como médico geriatra comprendí que la nutrición y la calidad de vida van de la mano en el proceso de envejecimiento saludable, y estaba buscando una especialización que me permitiera profundizar este tema contando con unos profesores de alta calidad.

¿Qué aspectos destacarías del planteamiento y los contenidos de la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC en el contexto actual del envejecimiento de la población?

Las lecturas sugeridas son acordes a los cambios dinámicos de la sociedad actual y muestran contextos internacionales que permiten ampliar la mirada y conocer diferentes enfoques en la intervención integral con personas mayores.

Cuéntanos un poco sobre tu experiencia como médico geriatra en Bogotá.

Actualmente, lidero una ruta sociosanitaria en una de las Cajas de Compensación más grandes del país, lo que me permite trabajar con un equipo interdisciplinario en todo aquello que gira en torno a la salud de las personas mayores. También realizo mi consulta particular y hago asesoría y acompañamiento a residencias.

En tu opinión, ¿existe la suficiente concienciación en la sociedad sobre la tendencia al envejecimiento de la población y las necesidades derivadas de esta realidad?

En esta transición demográfica que vive nuestra sociedad se hace difícil comprender que no envejecemos como lo hicieron nuestros progenitores; seguimos viendo la vejez como ‘de tercera categoría’, rodeada de miedos, imaginarios y estereotipos negativos, lo cual no permite avanzar rápidamente en políticas públicas que permitan una inclusión universal de las personas mayores en todos los ámbitos de la sociedad.

Se sigue viendo a la vejez como una ‘tercera categoría’: hay que comprender que no envejecemos igual que lo hicieron nuestros progenitores.

Como experto, ¿cuáles son actualmente las principales necesidades no cubiertas de la población mayor de 65 años? 

En mi opinión, existen varias: el acceso a una convención universal que proteja sus derechos humanos; la implantación de sistemas nacionales de cuidado que protejan a los cuidadores; la eliminación de barreras administrativas en salud que permitan tener acceso efectivo a servicios de geriatría; la financiación de grupos y semilleros de investigación en envejecimiento y vejez; eliminar la discriminación por edad para acceder a un trabajo digno, la educación formal o apoyo financiero a emprendimientos y creación de empresas; la atención integral e integrada domiciliaria con equipos de teleasistencia y telemedicina con hospitales virtuales; un plan ampliado de inmunización gratuito para personas mayores; la creación de espacios sociales y de participación comunitaria que favorezcan la recreación, el deporte, el esparcimiento, la ocupación y el desarrollo de proyectos de vida; la promoción de talentos, capacidades y potencialidades de las personas mayores en redes productivas de conocimiento y productos; y mentorías de rescate de la memoria histórica, gastronómica, ancestral y cultural de saberes.

El reto de la autonomía funcional

Desde tu posición como presidente del COMLAT, ¿crees que el abordaje del envejecimiento es similar a nivel global o las diferencias regionales son determinantes?

No hablamos de vejez, sino de vejeces en contextos socioculturales diferentes y recursos y entornos diversos, con influencias culturales, gastronómicas, sociales y de acceso a servicios particulares, todo ello asociado a tradiciones, estereotipos y dinámicas sociales que hacen de la comprensión de las vejeces un desafío y, a su vez, una gran oportunidad.

De todas las patologías que afectan actualmente a la población envejecida, ¿en cuáles se necesitaría invertir más esfuerzos para la prevención y abordaje?

Ninguno de nosotros quiere sentirse ‘una carga para los demás’, de ahí la importancia de promover la independencia funcional, la autonomía y la capacidad para tomar decisiones en un entorno social en el que los mayores se sientan reconocidos, amados, respetados y útiles; donde se les valore más por su presente que por su pasado. Esto nos lleva a considerar aquellas situaciones que se deben abordar de manera prioritaria: la fragilidad, las demencias, la soledad no deseada, la depresión, la sarcopenia y los trastornos alimentarios y la polifarmacia, entre otros de los llamados síndromes geriátricos.

El factor anímico y emocional, ¿se tiene lo suficientemente en cuenta en las estrategias y planes asistenciales dirigidos a este sector de la población?

Las tasas de suicidio en la población mayor van en aumento, así como las diferentes formas de maltrato, lo cual requiere un abordaje integral y político, pues más allá del diagnóstico se requieren mecanismos de prevención en la integración sociosanitaria que permitan prevenir, intervenir de manera temprana y mitigar el impacto de esta situación. El asistencialismo y la sobreprotección de las personas mayores llevan a anular sus capacidades, y es ahí donde debemos cambiar la mirada, fijándonos más en la capacidad que en la necesidad.

Las tasas de suicidio en la población mayor van en aumento, así como las diferentes formas de maltrato.

Solidaridad intergeneracional

En base a las evidencias, ¿cuáles son las herramientas más efectivas para asegurar un envejecimiento saludable?

Dependiendo del contexto, existen varios modelos exitosos que permiten abrir las puertas de la sociedad a la llamada ‘solidaridad intergeneracional’, en la que todos aprendemos de todos, nos complementamos y comprendemos que somos un equipo de vida. Las políticas públicas deben ser amigables con la vejez, pero han de salir del papel y tener financiación para su implementación con equipos capacitados, con indicadores claros de resultados y con procesos acompañados y dirigidos por las mismas personas mayores. No se trata de diseñar planes, programas y proyectos para personas mayores, sino ‘con’ las personas mayores, contando con ellas y dándoles voz y voto.

¿Tienen los profesionales de la geriatría la suficiente capacitación/formación en estas estrategias? ¿Cuáles son los principales obstáculos con los que se enfrentan a la hora de implementarlas en la práctica diaria?

La gerontología y la geriatría se complementan de manera maravillosa, pero son pocos los equipos que integran estas dos disciplinas en el trabajo colaborativo: lo social trabaja por un lado y lo médico por otro. Nos guardamos los conocimientos para las discusiones académicas en hospitales o en congresos, pero nos falta interactuar mucho más con la sociedad civil, intervenir en el diseño y creación de políticas públicas y trabajar en equipo con otras disciplinas que nos abran el panorama de la salud holística: ingenieros, economistas, arquitectos, periodistas, artistas…

No se trata de diseñar planes, programas y proyectos para personas mayores, sino ‘con’ las personas mayores, contando con ellas y dándoles voz y voto.

¿Cómo ha sido tu experiencia como alumno de la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC? ¿Qué te ha aportado a nivel profesional?

Estudiar la especialización de Envejecimiento, Nutrición y Calidad de Vida de la UOC ha sido una experiencia maravillosa, que me ha permitido conocer a profesores fantásticos, con un gran recorrido y apasionados por lo que hacen. A su vez, pude disfrutar de los trabajos entregados y publicados por mis compañeros de clase, que desde su mirada y su comprensión del envejecimiento y la vejez mostraban proyectos innovadores y a la vez sencillos para implementar en un barrio, en un centro de salud o en un país.

Finalmente, ¿cuál es, hoy por hoy, el principal reto al que se enfrentan los especialistas respecto al envejecimiento de la población?

El principal reto es el reconocimiento social de nuestra labor: si la vejez se sigue considerando como algo de tercera categoría, las personas que nos dedicamos a este grupo de población somos poco valorados y reconocidos económicamente (como ocurre en otras profesiones). Por esto mismo, es importante trabajar de la mano con la población civil, para fortalecer los mecanismos de participación y liderazgo; abrir más espacios en medios de comunicación, y trabajar de la mano con otras disciplinas comprendiendo, como dice el profesor Felix Nallim (presidente de la Asociación Gerontológica Argentina), que la vejez es el presente de algunos y el futuro de todos.

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Autor / Autora
Redactora colaboradora experta en temas de Salud
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