Envejecimiento, soledad y maltratos a las personas mayores

11/01/2023
Foto: Freepik.

El envejecimiento es un fenómeno complejo con múltiples dimensiones que no se puede comprender desde una única disciplina. Envejecer es un proceso biológico y psicológico que a la vez está determinado por el contexto socioeconómico y cultural en el que vivimos. Por ello, el Dr. Salvador Macip, el Dr. Marco Inzitari, la Dra. Mireia Fernández-Ardèvol y el Dr. Daniel López Gómez, profesores e investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), organizan el ciclo de seminarios ‘Los retos del envejecimiento. Una mirada interdisciplinaria a la vejez’. El séptimo seminario, titulado Envejecimiento, soledad, maltratos a las personas mayores’, fue impartido por el Dr. Daniel Rueda Estrada y moderado por el Dr. Daniel López Gómez. 

El Dr. Daniel Rueda Estrada es Doctor en sociología por la Universidad de Valladolid y diplomado en Trabajo Social. Es profesor e investigador de los Estudios de Ciencia de la Salud de la UOC y director del máster universitario de Trabajo Social Sanitario de la UOC. Empezó la ponencia señalando que la soledad y el maltrato son problemas sociales y transversales. Afectan a todas las capas sociales, estando presente en todas las situaciones y etapas de la vida. A pesar de no estar reconocidos como enfermedades sanitarias, tienen repercusiones dentro del entorno de la salud.  Cada vez hay más difusión e información, pero aun así carecemos de herramientas y de datos reales sobre estos problemas.

Diferentes etapas o escenarios de la vejez: 

Se diferencian tres etapas:

  • Mayor autónomo independiente. Puede realizar las actividades cotidianas sin ninguna ayuda. 
  • Mayor frágil. Se requiere algún tipo de ayuda externa para desarrollar alguna de las actividades de la vida diaria. 
  • Mayor dependiente. Por su estado físico y/o mental, necesita un apoyo permanente.

Muchas veces la vejez es concebida como un problema. El edadismo y la gerontofobia son discursos que se escuchan cada vez más. El incremento del tiempo de vejez y el progresivo envejecimiento viene asociado a una mayor vulnerabilidad y riesgo de dependencia, soledad, aislamiento social, maltrato, etc.

¿Qué es la soledad? 

La soledad hace referencia al dolor que se siente cuando las conexiones sociales no satisfacen las necesidades. Cuando no es deseada, tiene consecuencias muy importantes tales como un mayor riesgo de mortalidad prematura (y suicidios) y una mayor propensión a sufrir problemas de salud mental. Se asocia con peor calidad de vida y peor salud mental y física. Se trata de una sensación cuya intensidad difiere en cada persona. En cambio, el aislamiento social es una situación objetiva. Está marcada por la escasez de contacto social, lo cual puede contribuir a la soledad. 

Hay diferentes tipos de soledad: habitacional, percibida y sentida, emocional y social. Además de poder ser transitoria, situacional o crónica. Se puede dar en todas las edades. La soledad no deseada y no diagnosticada es una forma de maltrato social/abandono hacia las personas mayores. Es uno de los determinantes de salud más relevantes.

Mantener la conexión social y unos vínculos de interacción social de calidad no solo influye en el bienestar emocional o psicológico, sino que puede afectar significativamente en el bienestar físico y en la longevidad de las personas. En cambio, la desconexión social afecta negativamente a la salud física y mental (trastornos afectivos, de personalidad, ansiedad, depresión, etc.). Asimismo, una mala salud mental está estrechamente asociada con la soledad y el aislamiento social. 

Las circunstancias económicas favorables y la buena salud protegen contra la soledad. Se recalcó que la soledad no es un problema individual, sino el resultado de un modelo de sociedad que enfatiza la autonomía y la independencia por encima de la solidaridad y la interdependencia. Por lo tanto, es una cuestión colectiva, social y política. 

Como determinantes de la soledad, el ponente destacó la falta o escasa resiliencia del individuo, la escasa conectividad, acontecimientos importantes asociados al ciclo vital, la falta de recursos u apoyos, la zona de residencia y, finalmente, el escaso compromiso social.  

¿Y el maltrato?

El maltrato es una violación de los derechos humanos y una causa importante de lesiones, enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y desesperación. El maltrato a las personas mayores es una acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor. Ocurre dentro de cualquier relación donde exista una perspectiva de confianza. Existen distintas modalidades de maltrato: maltrato físico, maltrato psicológico, abuso sexual, abuso económico y negligencia o abandono, entre otros. 

El maltrato se da fundamentalmente en tres tipos de entorno:

  • En el hogar. Supone el 90% de los abusos y son propiciados por familiares, cuidadores o trabajadores.
  • En el ámbito institucional como hogares de ancianos, entidades de cuidados de larga duración, residencias u hospitales caracterizados por negligencias en el cuidado. 
  • En el ámbito social. Cualquier tipo de violencia con impacto social cometida por individuos o por la acción política cuando propone medidas o lanza mensajes que generan inseguridad.

Los principales factores de riesgo para sufrir maltrato son la edad, el grado de dependencia (a mayor dependencia mayor riesgo), sexo femenino, discapacidad, el alto nivel de estrés y la falta de apoyo.

Los datos de maltrato a ancianos son escasos, ya que solo se denuncia en torno al 4% de los malos tratos a personas mayores. El ponente remarcó que los datos estadísticos de maltrato están infravalorados.

¿Por qué las víctimas no denuncian?  

A veces porque no identifican que una determinada conducta es un maltrato, pero, también porque temen las represalias, piensan que no les van a creer o por incapacidad mental (deterioro cognitivo), etc. 

Como hemos visto, las personas que cometen abusos a ancianos, a menudo se encuentran en una posición de confianza. Actualmente, existen sistemas limitados para abordar el abuso de personas mayores.

Premisas para la intervención del maltrato y la soledad en las personas mayores

Tanto el maltrato como la soledad son problemas transversales, el Dr. Daniel Rueda  reivindicó que hay que estudiarlos dentro del contexto en el que se producen. También comunicó que se deben desarrollar estructuras que permitan la provisión de servicios (sanitarios, sociales, de protección legal, policiales, etc.) para responder de forma adecuada y prevenir estos problemas. 

Los elementos más importantes de la intervención son: la propia persona mayor, la administración y la sociedad civil (voluntariado).

¿Cómo se puede actuar al respecto? 

Por supuesto, interviniendo sobre el problema, pero también haciendo intervención con las personas que se encuentran en estas situaciones. Es clave poder identificar quiénes son las personas con perfiles de riesgo de aislamiento social, soledad o maltratos para hacer un cribado. A partir de ahí, poder hacer entrevistas, aplicar escalas, realizar diagnósticos sobre la situación real de las personas, brindar atención individual e incluirlos en programas e iniciativas sociales.

Las diferentes escalas para detectar el aislamiento, la soledad o el maltrato, constituyen un apoyo importante, pero insuficiente. Es preciso pasar del conocimiento de los efectos a identificar las causas de estos problemas con el fin de planificar una intervención a medida. Una intervención no solo centrada en el problema sino en la persona que vive el problema.

Como conclusiones de la ponencia, el Dr. Daniel Rueda Estrada insistió de nuevo en que el maltrato y la soledad no son enfermedades como tal, aunque todas las investigaciones señalan que tienen graves consecuencias negativas para la salud. Por lo tanto, se han de tener en cuenta y actuar sobre ellos. Los servicios de atención primaria de salud están estratégicamente bien ubicados para identificar a las personas que sufren soledad no deseada y/o maltrato. El doctor puso de manifiesto que es necesaria la sensibilización y formación de los profesionales sanitarios en temas de soledad y maltrato para poder detectarlos en las personas atendidas en consulta y establecer un buen diagnóstico social sanitario. Además, incidió en la necesidad y la obligación de las administraciones públicas de presupuestar económicamente las propuestas y programas de intervención y la formación de los profesionales que han de gestionar estas iniciativas. 

Recupera la ponencia completa del Dr. Daniel Rueda Estrada en el marco del Ciclo Seminarios: Los retos del Envejecimiento aquí: 

 

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Redactora de contenidos. 
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