NFT: cuando el coleccionismo pasa de ser físico a ser virtual

2 noviembre, 2021
NFT

Todos entendemos que una colección es algo único e irrepetible y el arte de coleccionar es una pasión que puede ir desde lo más preciado por el mercado a aquello que solo aporta valor al coleccionista. Comprar un cuadro, obra de arte o cualquier otro producto único es un proceso largo y, en la mayoría de casos, cuantioso, ya que siempre se busca que sea único e irrepetible.

Hasta ahora se ha entendido el arte del coleccionismo o de la compra de productos únicos como la adquisición de un bien, un producto que es tangible (podemos ver, tocar, oler e incluso ingerir como en el caso de vinos únicos de añadas especiales), hasta podemos encontrar obras que se subastan por miles de euros y que duran un tiempo limitado.

Todo ello es concebible por una mente racionalmente física, es decir, que entiende la adquisición de un bien único como algo físico, tangible y que poder admirar solo o en compañía. Pero parece que, como prácticamente todo en nuestra sociedad, también el coleccionismo y la búsqueda de piezas únicas tiende a ser digital, virtual, pasando de ser un bien a un servicio, es decir, que no lo podemos tocar, guardar físicamente o admirarlo en nuestra casa, si bien siempre lo podemos llevar encima.

Blockchain y NFT

Los cambios hacia el coleccionismo virtual pasan por los NFT, Non Fungible Token, que son token o vales digitales únicos e irrepetibles y verificados por una cadena de bloques, o blockchains, que le dan esa capacidad de ser únicos e irrepetibles. Aunque la definición no es fácil sí que lo es el producto en sí: estamos hablando de vídeos, imágenes, películas, canciones, o cualquier otro archivo que es único y no se puede repetir, quien lo posea tiene la propiedad del archivo solo para él.

Volviendo a la parte más física, quizás más fácil de entender, es como comprar una obra de arte única, pero en vez de tenerlo en nuestro jardín o en el comedor de casa, lo tendremos en la nube, de forma virtual, aunque la propiedad del artículo está respaldada por la cadena de bloques que garantizan y afirman que es único, de forma que podemos decir a todos nuestros amigos que esa imagen es nuestra, es única y de propiedad privada.

Esta cadena de bloques es el “recibo” digital equivalente al de la casa de subastas o de la galería de arte donde hasta ahora se han adquirido las obras de arte, por lo que siempre hay que mantener a buen recaudo las claves indicadas por el blockchain. Es la garantía de que nos encontramos frente a un producto auténtico, no una falsificación o una imitación.

¿Pero, por qué se pagan inmensas fortunas por obras que son solo un archivo digital que, en teoría, todos podemos ver en internet? Aquí es donde el mercado y la tecnología intervienen de la mano para transferir la capacidad de adquirir un producto del mundo físico al mundo digital.

En el mundo físico podemos comprar prácticamente cualquier producto y lo mismo podemos hacer en el virtual, a través de los NFT podemos adquirir un amplio abanico de productos que no difieren de los tradicionales, aunque con la comodidad de estar sentados frente a nuestro ordenador. Algunos ejemplos de “productos” que podemos adquirir con NFT son:

  • Coleccionables.
  • Cualquier representación de arte digital.
  • Objetos de juegos digitales, con un mercado al alza y con verdaderos fans del coleccionismo.
  • Productos reales, como casas o automóviles.
  • Objetos de mundos virtuales, aspecto que está ganando terreno dentro de este mundo de los NFT.

La pandemia ha sido otro trampolín para este sector, al tener la sociedad menos capacidad de viajar y relacionarse, el mundo virtual ha crecido en todos sus aspectos, lo que ha propiciado que el sector de los NFT y las “obras de arte” digitales hayan tenido un crecimiento mayor de lo esperado.

Un mercado en claro crecimiento

Aunque a primera vista parezca que solo las empresas nacidas online son las que están presentes en el mundo del NFT, podemos encontrar cada vez más empresas con productos físicos que encuentran otra forma de hacer negocio en el sector de los token no fungibles.

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Empresas como Coca-Cola, Taco Bell, NBA Top Shots, Stella Artois, Mattel, Dolce & Gabbana o incluso McDonald’s, por poner algunos ejemplos, son marcas reconocidas en su segmento que han realizado incursiones en el mundo de los NFT, aportando productos virtuales para compradores interesados en obtener un producto único y poder sentirse como alguien especial con este producto.

Todas estas empresas, y las propias nativas del entorno digital, ofrecen productos únicos y diferentes como puede ser la “chaqueta virtual” de Coca-Cola que se adquirió por 575.000 $, una verdadera fortuna para un producto que no existe físicamente.

En el mundo del arte a esta tendencia se le llama criptoarte y también tiene una gran aceptación por parte de nuevos artistas que ven internet como una plataforma para darse a conocer y conseguir una fama que, en el mundo real, costaría mucho más de conseguir. Obras de arte digitales únicas, algunas con más o menos gusto, pero todas ellas adquiridas por precios realmente desorbitados.

El placer de comprar NFT

Y desde un punto de vista del marketing, ¿qué placer puede consistir en gastarse una fortuna en un producto que no es real? Pues si miramos la pirámide de Maslow de los niveles constitutivos del producto, vemos que estamos frente a un producto que satisface las necesidades de autorrealización.

La posibilidad de adquirir un producto único en un mundo digital y ser capaz de mostrarlo cuando queramos y a quien queramos, llega a satisfacer las necesidades de pertenencia a un grupo selecto de personas y donde muy pocos pueden llegar. Estos NFT, por ahora, son verdaderos objetos de lujo y de culto, creando valor para el comprador a través de los beneficios simbólicos que satisface, al alcance de muy pocos.

Al ser un producto novedoso y único en el mercado, el precio es elevado, ya que la demanda es alta, aunque no sea un producto de grandes tiradas comerciales, y la oferta es escasa, ya que son productos singulares. Esta combinación permite vender el producto a un precio elevado, o desorbitado…, pero con la política de ofrecer valor al consumidor. El precio final se posiciona en función del valor que ofrece al comprador, en este caso al ser una pieza única el valor también es único y elevado, lo que permite una política de precios en el segmento alto.

¿Quién puede entrar en el mundo de los NFT?

Con los ejemplos anteriores ya hemos podido ver que prácticamente cualquier empresa puede vender este tipo de productos, aunque las marcas citadas anteriormente tienen una larga trayectoria empresarial y son muy conocidas en el mercado, lo que ayuda a que cualquier novedad al respecto de sus productos tenga una respuesta positiva por parte de los consumidores, algunos muy fieles a los productos de la marca.

Pero ello no debe ser una barrera para que otras empresas, marcas o personas físicas menos conocidas en el mercado no puedan lanzarse a este nuevo y floreciente mercado, aunque siempre teniendo en cuenta que, para tener sentido, en un lanzamiento de NFT con posibilidades de éxito se tendrían que dar alguna o todas las particularidades siguientes:

  • Ser una empresa integrada en el mundo digital y que se sienta cómoda probando nuevas tecnologías, aunque, como en este caso, no estén completamente maduras.
  • Disponer de una comunidad digital o física que realmente sienta pasión por la marca y lo que representa. Si los clientes actuales adquieren los productos de la empresa de forma sistemática y los nuevos lanzamientos son esperados es una señal para lanzarse al mundo de los NFT.
  • Otro factor para pasar al mundo digital de los NFT es que los consumidores adquieran productos antiguos de la marca y sean considerados como objetos de culto para una comunidad de seguidores.
  • Conocer si la base de clientes usa o ha usado criptografía o NFT. Al ser una tecnología que entienden y están habituados a usar, será más fácil que adquieran estos productos. Para las empresas totalmente online este factor es relativamente más alcanzable que para otras que aún están realizando el salto al mundo digital o conviven tanto en off como en online.
  • Tener una capacidad como marca de limitar la cantidad de producto ofertado para crear escasez y alta demanda de compra y así aumentar el valor del mismo.
  • Estar familiarizado con las tecnologías de blockchain y tener plataformas o socios importantes que puedan ayudar en la integración con esta tecnología.
  • Tener capacidad de ofrecer características en el producto que vayan más allá de las experiencias esperadas en la compra: capacidad de generar un reconocimiento en la compra o cualquier otro beneficio alternativo a los básicos del producto ofertado.

La capacidad de crecimiento del sector es muy alta y, aunque tampoco es necesario apuntar a obtener altos beneficios de forma rápida, sí que es posible obtener una pequeña parte del mercado que ofrecen los NFT y aspirar a conseguir una imagen en el mundo digital que logre beneficiar a la marca, la empresa y los productos comercializados. Es un mercado aún en crecimiento y con grandes oportunidades para aquellas empresas que quieran aprovechas las ventajas que ofrece el mundo virtual y los cambios de hábitos en los nuevos consumidores digitales.


Fuentes:

Web-Strategist: https://web-strategist.com/blog/2021/08/24/big-brands-experiment-with-nfts-and-a-look-to-the-future/

Xataka: https://www.xataka.com/basics/que-nft-como-funcionan

Ayudaley: https://ayudaleyprotecciondatos.es/2021/07/03/nft-non-fungible-tokens-que-es-como-funciona/

Kaspersky Daily: https://latam.kaspersky.com/blog/que-es-un-nft/22918/

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Autor / Autora
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Profesor colaborador de la asignatura Dirección de marketing del Grado en Marketing e Investigación de Mercados de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
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