¿Cuáles son las competencias más demandadas en la administración de empresas?

24 enero, 2024
annie-spratt-unsplash Foto d’Annie Spratt a Unsplash

El pasado mes de noviembre la UOC acogió una nueva edición de Feria Virtual de Ocupación, un espacio virtual de encuentro e intercambio de experiencias y conocimiento entre estudiantes y alumnis de la UOC, profesionales y empresas e instituciones. En este artículo repasamos la ponencia de Carme Pagès Serra, directora de la Unidad de prospección y análisis laboral de la UOC, «Competencias clave para el éxito en la Administración de Empresas de la era digital».

Nuevos escenarios digitales irrumpen en la administración de las empresas, cada vez más orientadas a cubrir las necesidades de un consumidor cuyo comportamiento ha evolucionado de forma significativa. Para dar respuesta a un mercado en constante cambio, los departamentos de administración de empresas se nutren de empleados capaces de adaptarse a esta dinámica de cambio constante. El ámbito universitario se acerca al mercado laboral intentando entender qué es lo que está pasando en las organizaciones. En este sentido, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha dedicado una jornada al análisis de las tendencias más influyentes y cómo afectan a los profesionales.

En el marco de esta 4ª Feria Virtual de Ocupación de la UOC, Carmen Pagès Serra profundizó en las competencias específicas más solicitadas por el mercado y cómo están modelando las carreras profesionales de quienes se dedican a la administración de empresas. Las conclusiones y claves que expuso en esta charla son el resultado de una investigación realizada con datos de vacantes laborales publicadas en portales en línea y entrevistas a profesionales del área de Comercio y Marketing, y Gestión y Administración.

Según lo expuesto por Pagès Serra, las organizaciones se enfrentan actualmente a siete grandes transformaciones que modelan la labor de los empleados y modifican los perfiles demandados. La más evidente es el cambio tecnológico acelerado que conduce progresivamente a una mayor automatización de las tareas. “Es un cambio positivo desde el punto de vista de la empresa porque genera riqueza, optimizando procesos y aumentando la eficiencia. Pero desde el punto de vista del trabajador, obliga a replantearse la división del trabajo entre las máquinas y las personas”, señala la directora.

Datos e IA, el nuevo petróleo

En el nuevo ecosistema empresarial, los trabajadores deben tener cada vez más habilidades digitales y capacidades para el trato humano, incapaz de ser sustituido, hasta el momento, por la automatización. Entre las habilidades digitales hay algunas como el manejo de programas de ofimática, que siguen siendo las primeras en ser demandadas en la entrevista de trabajo para la administración de empresas. Así lo reflejan los resultados del estudio presentado en la jornada organizada por la UOC. Hay otras peticiones que emergen con fuerza como el manejo de redes sociales y la comercialización digital, herramientas de trabajo en línea y todo lo que tiene que ver con el marketing digital.

“Antes las tareas eran más concretas. Ahora, como estamos viviendo muchos cambios, se busca que los trabajadores puedan avanzar soluciones y que puedan entender el sistema. En definitiva, que la responsabilidad no sea tanto entender una tarea individual, sino entender el proceso informático que hay detrás para que todo el sistema funcione”, explica una de las empresas que ha participado en la investigación realizada por el equipo de Pagès.

Pero si hay un nuevo petróleo que explotar por parte de las organizaciones, el nuevo oro para las empresas, es la enorme cantidad de datos que genera la actividad digital. El rastro digital se convierte en datos y estos son, sin duda, un nuevo y atractivo recurso a explotar. Saber extraerlos y convertirlos en valor es una de las nuevas tendencias y competencias que se precisan en la administración de empresas. Para obtener rendimiento de los datos, los empleados deben ser capaces de construir y analizar los datos con el objetivo de personalizar las experiencias del cliente.

La tendencia que marcará, según coinciden las empresas en señalar, el futuro empresarial en el ámbito tecnológico será la Inteligencia Artificial. Cada vez tendrá un peso mayor en el trabajo y la preocupación ahora es si llegarán a sustituir a los propios empleados. En la investigación de Pagès, las compañías insisten en que no sustituirá a los humanos, sino que complementará sus tareas, permitiendo a los trabajadores ser más creativos, eliminando aquellas tareas más rutinarias.

Además de la transformación tecnológica, hay nuevos agentes que modifican el ecosistema empresarial, como la implementación de prácticas sostenibles en áreas de consumo energético y la gestión de residuos. A las nuevas políticas comprometidas con una mayor responsabilidad medioambiental se suma también la inclusión, orientada a crear un entorno más diverso y equitativo. “Hay muchos estudios que demuestran que equipos más diversos son más creativos y productivos”, argumenta Pagès. Inclusión y sostenibilidad evidencian que no solo son necesarias competencias tecnológicas en el trabajador, sino que las organizaciones también exigen entre su plantilla las denominadas soft skills, aquellas que se refieren al carácter personal y social de los empleados.

El éxito asociado a las soft skills

“Aquello que de verdad significa ser humano es lo que más se demandará. El resto se podrá hacer mediante algoritmos. Es ser capaz de motivar a la gente con el corazón y la mente hacia un propósito porque, en definitiva, esto es lo que las máquinas no podrán hacer”, expone otra de las organizaciones entrevistadas por Pagès.

Adaptarse al cambio lidera, según esta investigación, el ranking de competencias demandadas: se pide en el 41% de las vacantes asociadas a los estudios de economía y empresa. “Lo que nos dicen las organizaciones es que el trabajador debe estar pendiente de los cambios, también sociales, que se están produciendo. Debe gestionar activamente nuestra carrera para estar pendiente de lo que vendrá y de cómo nos preparamos”, ha añadido Pagès. En esta clasificación aparecen otras como la capacidad de delegar actividades, mostrar responsabilidad, dirigir un equipo, comunicarse con otros estamentos, etc.

Desde hace algunas décadas, la globalización y la deslocalización son factores que han provocado una remodelación sin precedentes en las compañías. Las empresas se expanden más allá de las fronteras nacionales y trasladan parte de sus actividades fuera del país de origen. Dependiendo del país, tenderán a concentrar una producción de bienes menos sofisticados o a demandar trabajo menos cualificado en el país de origen, circunstancias que afectan a la demanda de competencias en el país de origen. “Las empresas se están organizando para alcanzar una mayor flexibilidad y adaptabilidad, y lo están haciendo enfocándose en unas estructuras jerárquicas más planas, una organización en equipo y un trabajo común en proyectos”, ha explicado Carmen Pagès. No solo se hace evidente una nueva organización del trabajo, sino que se imponen nuevas formas como el trabajo en remoto y el teletrabajo.

Estos factores de cambio no solo están supeditados a conocimientos técnicos. Garantizar el beneficio en este ecosistema también va a depender de otro tipo de habilidades. “El éxito se asocia en muchas ocasiones con las soft skills”, es la conclusión a la que han llegado en el estudio después de comprobar que en la mayoría de casos las organizaciones sacrificarían capacitaciones técnicas antes que las llamadas habilidades blandas.

“Lo primero que hay que hacer cuando se busca trabajo es entender muy bien cuáles son las competencias que pide el puesto de trabajo. Cuando las sepamos, hay que buscar qué encaja con nosotros, identificamos qué tenemos y qué nos falta. Hay que hacer una autoevaluación realista. No es necesario tenerlas todas, lo que es fundamental es explicar cómo nosotros nos adaptamos a esas tareas. Hay que saber explicar cómo respondemos a la lista de demandas que presenta el puesto de trabajo”, ha señalado para concluir con recomendaciones a los alumnos asistentes a la jornada.

“Hacer búsquedas sobre la compañía, llegar a la entrevista sabiendo qué necesitan y cómo encajas tú es fundamental. Recomiendo enviar una carta de presentación y tener muy claro a qué compañías queremos ir y por qué. Estamos en un mundo que hace que las organizaciones y el contexto cambie continuamente, así que hay que ser proactivo para aprender todo aquello que aún no hayamos alcanzado”, concluye.

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Autor / Autora
Periodista
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