5 consejos para ahorrar en 2024

10 enero, 2024
Ahorrar oto de Maitree Rimthong a Pexels.

El inicio de año suele ir acompañado de una subida generalizada de precios. Y, con ello, una inquietud recurrente se convierte en el tema principal de muchas conversaciones: ¿Qué tan caro será vivir en 2024? Esta pregunta no es solo debate de economistas y analistas, sino que ciudadanos de a pie estamos cada vez más preocupados. Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, nos brinda una perspectiva realista, aunque no del todo alentadora: “No va a ser momento de muchas alegrías —comenta—. La inflación todavía está elevada, aunque sí que está controlada y es mucho más baja”. Pero advierte que este 2024 será especialmente desafiante para las familias que ya luchan para llegar a fin de mes. Y ahorrar será clave.

La preocupación por el dinero no se limita solo a la cesta de la compra. ¿Sabías que alquilar una vivienda es un 46% más caro que comprarla? Una noticia reciente puso cifras a una realidad ya conocida. Este dato podría ser un rayo de esperanza para muchos, pero se topa con un gran obstáculo: la necesidad de un (gran) ahorro previo para dar la entrada. Esto plantea un reto adicional para quienes sueñan con su propio hogar, pero se ven limitados, una vez más, por sus capacidades de ahorro.

En este contexto, no es sorprendente que mejorar nuestra capacidad financiera sea uno de los objetivos más comunes para 2024. Ahorrar va más allá de la pura intención y no siempre es fácil, pero es esencial. Como bien dice Ruiz-Dotras, «quien no tenga por objetivo ahorrar se está equivocando». Con esto en mente, hemos recopilado cinco consejos prácticos para ayudarte a hacer realidad tus metas financieras este 2024.

Revisar los gastos

«Lo primero que uno tiene que hacer es mirar sus gastos», nos aconseja Ruiz, enfatizando la simplicidad y eficacia de este enfoque. A menudo nos sorprendemos al descubrir suscripciones olvidadas o gastos innecesarios (¿cuántos de vosotros conocéis a alguien que aún paga el gimnasio y no va nunca?) que merman silenciosamente nuestro saldo bancario. Una revisión detallada de nuestras cuentas no solo revela estas fugas ocultas de dinero, sino que también sienta las bases para un ahorro efectivo. Identificar dónde se puede recortar es el primer paso crítico hacia una gestión financiera más saludable.

Dedicar tiempo a analizar nuestros estados de cuenta y comprender en qué se nos va el dinero es esencial. Ruiz-Dotras señala, con cierta preocupación, que «poca gente lo hace». Sin embargo, esos pequeños gastos, a menudo pasados por alto, pueden convertirse en una cantidad considerable al final de año, socavando nuestras capacidades de ahorro.

Aquí es donde la tecnología puede ser nuestra aliada. En la era digital, la mayoría de nosotros gestionamos nuestras finanzas online, lo que nos brinda herramientas útiles como la descarga de extractos bancarios y la posibilidad de analizar nuestros gastos directamente desde la aplicación del banco. Este enfoque moderno y accesible facilita enormemente la tarea de rastrear y administrar nuestras finanzas, allanando el camino hacia un futuro financiero más seguro y estable.

No gastar más del 15% en ocio

Ruiz-Dotras aconseja establecer un límite de gasto en ocio que no exceda el “10% o 15% máximo de nuestros ingresos”. Este umbral no solo fomenta la disciplina financiera, sino que también promueve un balance entre el disfrute personal y la responsabilidad económica. Al asignar un presupuesto específico para el entretenimiento, nos aseguramos de no sacrificar nuestro bienestar financiero por momentos de diversión.

Este límite no es solo una cuestión de control, sino también de autoconocimiento. Comprender nuestras necesidades de ocio y cómo se alinean con nuestra realidad económica es crucial para evitar deudas innecesarias. Ruiz-Dotras resalta el ahorro significativo que se logró durante la pandemia debido a la reducción en el gasto de ocio. Aunque fue una situación excepcional, la lección perdura: “La moderación es clave”. La reducción en gastos durante nuestro tiempo libre, como salidas a restaurantes, escapadas o, incluso, entradas al cine, pueden sumar un ahorro significativo a largo plazo.

La consciencia y la planificación son, una vez más, la clave. Ajustar nuestra economía en esta área no significa renunciar a lo que nos gusta, sino hacerlo de manera que respalde nuestras metas financieras y contribuya a un futuro más estable y seguro.

Reflexionar bien antes de comprar

¿Cuántas veces hemos escuchado aquello de “comprar por comprar”?. La expresión va más allá de una frase hecha: la serotonina y la dopamina juegan un papel importante en nuestras decisiones de compra impulsivas. «Las puntas de placer son puntas producidas por la dopamina [y] generan adicción», señala la profesora de la UOC. Este conocimiento nos puede ayudar a resistir la tentación de comprar innecesariamente.

En la cultura actual, caracterizada por un consumo excesivo, la compra impulsiva se ha vuelto especialmente prevalente entre los jóvenes. Ruiz-Dotras menciona la mentalidad de los «yolos» (you only live once), que se inclinan a gastar sin considerar las consecuencias futuras. Esta actitud, aunque pueda parecer pasajera o inofensiva, puede tener efectos negativos y peligrosos a largo plazo, especialmente en la salud financiera.

«Pregúntate si realmente necesitas ese producto», aconseja la economista. Antes de sucumbir a la tentación de una compra, es vital hacer una pausa y reflexionar: ¿Es esto una necesidad real o simplemente un deseo momentáneo impulsado por la búsqueda de gratificación instantánea? Esta introspección es esencial para tomar decisiones de compra más conscientes y evitar el gasto innecesario.

Educación financiera

La profesora de la UOC resalta la importancia de la educación financiera, recordándonos el papel crucial que jugaron las generaciones anteriores en la gestión eficiente del hogar. «Nuestros padres tuvieron tiempos difíciles, pero fueron personas fuertes», comenta, sugiriendo que hay valiosas lecciones que podemos aprender de su resiliencia y prudencia financiera. Este legado de sabiduría económica es un recurso invaluable que podemos incorporar en nuestras propias vidas. 

La educación financiera comienza (o debería) en el ámbito familiar y es fundamental para inculcar hábitos de ahorro saludables desde una edad temprana. Precisamente, en ese contexto, Ruiz-Dotras sugiere que las madres y abuelas, excelentes administradoras de la economía doméstica, son quienes mejor pueden transmitir la importancia del ahorro a las futuras generaciones.

Establece objetivos de ahorro realistas

Tener unos objetivos de ahorro claros y alcanzables es crucial, según Elisabet. «La gente lo hace al revés: primero gasto y, después, de lo que me queda, ahorro», critica. La recomendación de la experta es invertir esa lógica: primero establecer cuánto queremos ahorrar y luego ajustar los gastos restantes.

En ese sentido, Ruiz-Dotras aconseja la automatización del ahorro. Al recibir la nómina, lo ideal es automáticamente “separar una parte para ser constantes”, propone. Esta estrategia asegura que el ahorro no se vea comprometido por decisiones impulsivas de gasto a lo largo del mes.

Lograr ahorrar, a pesar de establecernos objetivos realistas, requiere un esfuerzo. Ruíz hace una analogía con el alejado caso de las dietas, que ella acostumbra a comparar: si quieres adelgazar, cuidas tu alimentación porque deberás “buscar equilibrio y comprometerte”. Lo mismo pasa —asegura— con la economía: hay que seguir una “una planificación financiera consciente”.

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