Túneles y subsuelo, una mina inexplorada en la gestión de eventos

Por Alba Colombo
Directora del Postgrado de
Gestión de eventos UOC

#UOCeventos

 Un nuevo espacio de manifestación política, artística y social

Actualmente es habitual asociar las localizaciones en los acontecimientos, sobre todo como rasgo identificativo, es decir que el lugar donde se desarrolla la acción forma parte de la definición y el ADN del acto. Partiendo de esta idea, que ya hace tiempo que está integrada en el sector, los gestores y organizadores de eventos buscan las ubicaciones más insólitas para conseguir el carácter identificador y singular de su personalidad. Algunos ejemplos serían; un festival de música dentro de una catedral, para incentivar la experiencia del asistente; un evento organizado en unos aseos públicos para reivindicar una desigualdad; o la presentación de un producto en un globo aerostático, para atraer la atención mediática. Todas estas propuestas se mueven en el marco del diseño y la organización, preparación y operativa, que ha concebido la ubicación como un pilar de su carácter y de su propia definición.

Pero, ¿qué sucede cuando estos eventos se mueven en el marco de la espontaneidad y no tanto en el diseño, la preparación y la operativa? Es decir, ¿aquellos acontecimientos esporádicos y espontáneos que además son poco o nada organizados? Serían como una chispa que, cuando se enciende, es cuando descubrimos una gran cantidad de material combustible alrededor. Centramos esta pregunta a raíz de la experiencia que ha proporcionado el subsuelo por los eventos. ¿Como impactará en el futuro este fenómeno? A veces una nueva propuesta es una tendencia, y el buen resultado se convierte en «normativa» o una buena práctica a seguir.

Recientemente varios activistas, tanto políticos, artísticos como sociales, han utilizado el subsuelo como la ubicación para darse a conocer o reivindicar sus defensas y protestas. Estas acciones no han pasado desapercibidas, y el espacio bajo las ciudades se ha convertido en una ubicación potencial aún no del todo conocida. Una mina inexplorada para el sector de los eventos. Estamos hablando de cloacas, almacenes o varias tipologías de canalizaciones, pero generalmente el entramado mayor es el metro. Para un evento es prácticamente perfecto, ya que está bien estructurado, acondicionado y preparado para grandes evacuaciones. Es por este motivo que es un espacio ideal para desarrollar actividades y acciones de diferente índole.

Para ampliar esta reflexión en torno a los espacios, los acontecimientos, y el subsuelo, hemos seleccionado tres eventos que consideramos ejemplares de tres ciudades de países diferentes. Consideramos que estas ilustran perfectamente la voluntad de usar los túneles del metro, ya sea dentro de los vagones o fuera, como un espacio legítimo y definitorio del propio evento, esté estructurado con fines políticos, artísticos y / o sociales. Esta selección incluye una reivindicación política en los túneles de Buenos Aires, donde acabó entrando la policía para poner orden y desalojar a los manifestantes, una acción cultural como es un concierto de Bono (U2) en los andenes del metro de Berlín o una acción reivindicativa llamada No Pants Subway Ride en Nueva York.

Os invitamos a adentraros en esta nueva perspectiva de los acontecimientos a través de estas tres experiencias:

• Manifestación en los túneles de Buenos Aires
• Concierto de Bono (U2) en el U-Bahn de Berlín
• No Pants Subway Ride en Nueva York

¿Cómo impactará esta nueva propuesta a los eventos? ¿Ampliará el supuesto actual ya integrado?: «la localización define el evento». En caso de que sí, ¿qué categoría adquirirá? El tiempo nos dirá.