Alicia Álvarez García: «Es importante educar, entrenar y potenciar nuestra capacidad de resiliencia»

19 junio, 2025
La profesora Alicia Álvarez con su libro ¿Cuánto pesa tú mochila? La profesora Alicia Álvarez con su libro ¿Cuánto pesa tú mochila? nos habla del trauma.

Alicia Álvarez García es profesora colaboradora en el grado de Psicología de la UOC. Ha publicado el libro ¿Cuánto pesa tu mochila? (Editorial ARPA), en el que analiza cómo procesamos, gestionamos y convivimos con los episodios traumáticos que aparecen en nuestra vida.

Nueve de cada diez personas tendremos, como mínimo, una experiencia traumática en la vida. Por lo tanto, es importante prepararse para afrontarla de la forma más saludable posible. Lo afirma en su libro Alicia Álvarez, una profesora colaboradora del grado de Psicología que lleva muchos años investigando sobre cómo los traumas de nuestro pasado condicionan nuestro presente.

Acabas de publicar el libro ¿Cuánto pesa tu mochila? (Editorial ARPA). ¿De qué trata?

El libro aborda el trauma psicológico en todo su alcance: desde qué es, cómo y por qué se desarrolla, qué opciones de tratamiento existen, qué podemos hacer por nosotros mismos y por los demás, qué implica el trauma social y, por último, la resiliencia y el crecimiento postraumático.

¿Lleva todo el mundo una mochila encima? 

Mochila como tal, sí. La vida es una recopilación de experiencias, somos aquello que vamos viviendo. El punto está en cuánto pesa y si este peso nos dificulta seguir avanzando.

¿Sería más fácil la vida si tuviéramos la capacidad de visualizar la mochila que lleva la gente con la que nos relacionamos? 

No sé si más fácil, pero seguramente sería más amable para todo el mundo. A pesar de que este quizá es un pensamiento muy naíf o idealista, dado que a menudo las personas que conocen la mochila que llevan los demás utilizan esta información con fines perniciosos.

En el libro afirmas que nueve de cada diez personas tendremos como mínimo una experiencia traumática en la vida. La cifra es altísima…

Realmente todos somos susceptibles de vivir situaciones potencialmente traumáticas; la diferencia estará en que no todas las personas desarrollarán un trauma. Esto dependerá de muchos factores: tanto de la propia situación como de la persona, así como de la gestión que se haga de la situación.

Nueve de cada diez personas tendremos, como mínimo, una experiencia traumática en la vida.

¿Qué consejo puedes darnos para aprender a gestionar situaciones graves imprevistas y que nos sobrepasan?

Realmente, la propia idiosincrasia de estas situaciones hace que sean difíciles de prever y, por lo tanto, de prepararnos. Pienso que, en general, para afrontar de la forma más saludable posible los diferentes acontecimientos que pasan en la vida (potencialmente traumáticos o no), es importante cultivar nuestra capacidad de resiliencia. Es importante educar, entrenar y potenciar esta capacidad para que, ante una situación imprevista, desbordante y altamente amenazante para nosotros, nuestro cerebro, nuestro sistema nervioso y todo nuestro organismo puedan afrontarlo.

¿Los traumas graves se arrastran para siempre?

No necesariamente. No olvidaremos nunca lo que ha pasado. Aun así, si podemos integrarlo, dejaremos de sufrir el trauma para pasar a tener un recuerdo de lo que sucedió. Lo importante es saber que, una vez hemos enfermado, hemos desarrollado un trauma y necesitaremos ayuda de un profesional especializado para poder recuperarnos. Sin el tratamiento adecuado es una patología crónica.

En los últimos años, la salud mental ha ganado protagonismo en la sociedad. ¿Cómo lo valoras?

La mayoría de los profesionales coincidimos en que puede ser un arma de doble filo. En el caso del trauma está claro, por ejemplo. Por un lado, es positivo porque se conoce más, existe más investigación, más personas formadas, más prevención y, al final, hay una mejor atención de los afectados. Por otro lado, el hecho de que se popularice el uso de ciertos conceptos o palabras puede hacer que se banalicen. De hecho, hace unos meses, el APA escribió una reflexión sobre el abuso de la palabra trauma y qué implicaciones podría llegar a tener.

Lo importante es saber que, una vez hemos enfermado, hemos desarrollado un trauma y necesitaremos ayuda de un profesional especializado para poder recuperarnos.

Hay varios autores que han escrito sobre la superación de traumas personales a través de sus obras. ¿Escribir es una buena terapia?

Tenemos que poder diferenciar entre hacer terapia y cosas que pueden ser terapéuticas. Escribir, así en genérico, puede ser terapéutico para algunas personas en el sentido de poder volcar los pensamientos, pero para otros puede ser contraproducente, porque puede hacerles revivir (sin supervisión) hechos muy dolorosos.Existen terapias basadas en la escritura, entre ellas la terapia de expresión narrativa y la terapia de escritura terapéutica. Ambas pueden utilizarse de forma grupal o individual y han sido aplicadas en población con trastorno de estrés postraumático con buenos resultados.

¿Cómo crees que puede ayudar el libro a quien lo lea?

Me gustaría que ayudara a entender más el trauma, a saber de qué estamos hablando, a poder identificar qué cosas puede ser que se nos hayan quedado sin integrar y nos estén pesando más de lo que querríamos; cómo escoger quién puede ayudarnos, cómo ayudarnos a nosotros mismos y cómo apoyar a alguien que está afectado.

También me gustaría, a un nivel más macro, poder establecer un diálogo que nos permitiera integrar conocimientos al respecto. En el libro enuncio una metateoría del trauma, intento aglutinar las diferentes perspectivas y teorías en un rompecabezas que nos permita tener una visión más completa de este fenómeno tan complejo.

 

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