¿Y ahora qué? 7 reflexiones sobre los resultados de las elecciones generales del 23J

24 julio, 2023
Elecciones generales 2023 Fotos de PP y PSOE.

Las elecciones generales 2023 han dejado resultados electorales muy inesperados. Las encuestas electorales apuntaban esta vez a una rotunda victoria de la derecha que, finalmente, no se ha consumado. A la espera de ver cómo evolucionarán las negociaciones en los próximos meses —recordemos que si no se pone en marcha la investidura de un candidato no empieza a correr el cronómetro para las próximas elecciones—, a continuación apuntamos algunas ideas sobre lo ocurrido este domingo 23J.

7 ideas sobre los resultados electorales

  1. Pedro Sánchez es un auténtico superviviente
    Tras los malos resultados electorales en las municipales del 28M y, contra todo pronóstico, el presidente del gobierno convocó elecciones. Después de algunos momentos de incredulidad, lo cierto es que ya entonces se podían intuir algunos motivos por los que a Pedro Sánchez le interesaba adelantar elecciones. La jugada, de nuevo, le ha acabado saliendo bien y el PSOE ha incrementado su número de votos e incluso de escaños, algo que prácticamente ninguna encuesta preveía.
  2. Yolanda Díaz salva los muebles
    Siguiendo a la izquierda, y en un contexto de marcada polarización política, lo cierto es que Sumar iguala los resultados de Podemos de 2019 (los empeora en 2,4 puntos si incluimos Más País en la ecuación). A Yolanda Díaz le ha costado diferenciarse de Sánchez en la campaña, por ejemplo, en el debate a tres se referían entre ellos como “mi vicepresidenta” y “el presidente”. Si bien es cierto que el viaje al centro que ha realizado Sumar en relación con Podemos no le ha servido para mejorar resultados, el hecho de que la izquierda tenga opciones de gobernar evita alborotos internos.
  3. Alberto Núñez Feijóo queda retratado
    El presidente del PP llegaba a las elecciones con todo de frente para ganarlas. Tras el único —e inesperadamente victorioso— cara a cara con Sánchez, Feijóo desapareció del mapa y se dedicó a administrar el tiempo hasta el día de las elecciones (del dolor de espalda que le impidió ir al debate a tres, ya se hablará otro día). La impresión en los últimos días —sin encuestas— era que el PP perdía fuerza, lo que finalmente se confirmó. Con toda probabilidad no podrá ser presidente y quedará por ver cómo reacciona el ayusismo. Isabel Díaz Ayuso aparecía el domingo vestida de rojo en el balcón de Génova.
  4. Vox cae en votos, pero pierdes sobre todo en escaños
    La extrema derecha ha perdido fuerza respecto a hace cuatro años. En total, 600.000 votos y 2,6 puntos porcentuales. Esto son solo 0,2 puntos más de lo que pierde Sumar, pero la diferencia es que a Vox le ha caído el peso de la ley electoral encima. Por poner un ejemplo, en Castilla y León pierden 3 puntos porcentuales, pero estos son suficientes para pasar de 6 diputados a tan solo 1. Esto es lo que provocan las circunscripciones pequeñas.
  5. Vuelve el voto dual en Cataluña
    Las encuestas auguraban que el independentismo podía tener malos resultados y que la amenaza llegaba por dos bandas. En primer lugar, por el regreso del voto dual, que enviaría votos de  Junts y, sobre todo, de ERC al PSC (y menos en Sumar). Y, en segundo lugar, por la decisión de algunos independentistas de abstenerse. Centrémonos en el voto dual. Este domingo el independentismo pierde 700.000 votos respecto a hace cuatro años, quedando con solo el 28% de los votos (hace cuatro llegaron a ser el 42%). Ante los resultados del PSC —que curiosamente incrementa los mismos votos que pierde ERC— no es excesivamente arriesgado afirmar que un porcentaje no despreciable de independentistas han votado al partido de Meritxell Batet para evitar un gobierno de PP y Vox.
  6. La abstención independentista en Cataluña no es masiva, pero tiene consecuencias
    Algunos sectores del independentismo habían pedido no acudir a votar el domingo. Lo cierto es que la participación cae en Cataluña 4 puntos porcentuales —en el resto del estado incrementa 4,2 puntos— y lo hace especialmente en Girona (-6 puntos porcentuales) y en menor medida en Lleida (4,4 puntos). Si nos fijamos en los municipios en los que más ha decrecido la participación, vemos que coincide con localidades típicamente más soberanistas. Por ejemplo, en Ripoll y en Olot la participación ha decrecido 12 puntos porcentuales, y en Banyoles y Vic, 11 puntos. La fotografía final, a diferencia de lo que algunos pregonaban, no es la de un país desconectado (porque se abstiene), sino la de la victoria sin paliativos del PSC. En Ripoll, sin ir más lejos, el PSC ha sacado más votos que la suma de ERC y Junts.
  7. Si no existe algún movimiento inesperado, vamos a repetición de elecciones
    Después de dos repeticiones de elecciones consecutivas —2015 y 2019—, quienes estaban bien conectados con las altas esferas políticas comentaban que los grandes partidos se habían conjurado para no repetir elecciones por tercera vez. La aritmética saliente de los resultados del domingo es endemoniada y parece que ni la derecha ni la izquierda podrán conseguir ser investidos. A la derecha, se hace muy complicado pensar que el PNV puede apoyar a un gobierno con un partido que quiere ilegalizarlos. Sobre todo, si tenemos en cuenta que en mayo de 2024 hay previstas elecciones en Euskadi. A la izquierda, Junts tampoco parece que va a poner nada fácil su abstención en una posible investidura de Sánchez. Así pues, si no hay ninguna jugada inesperada, a finales de año podemos esperar tener que volver a votar. ¡Cruzamos los dedos para que esta vez no coincida con el inicio de las vacaciones!
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Autor / Autora
Profesor agregado en los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y research fellow en el Institutions and Political Economy Research Group (IPErG) de la Universidad de Barcelona (UB). Sus principales líneas de investigación incluyen el comportamiento político y electoral, los partidos políticos, los sistemas electorales, el populismo y la psicología política. También he trabajado extensamente sobre procesos de descentralización, identidades y preferencias territoriales, haciendo especial énfasis en el caso de Cataluña.
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