Robots y trabajo: sustitución o complementariedad

12 enero, 2018

ECONOMIA – Article publicat a El Periòdico, a 10 de Gener de 2018.


El mundo laboral se debería dotar de las suficientes habilidades y destrezas para aprovechar la robótica inteligente


En julio de 2015 se hizo el lanzamiento del hotel Henn-na en Japón, el primer hotel del mundo con ‘personal’ integrado por robots. En mayo del 2015 se presentó ‘Hadrian’, el primer ‘robot paleta’ de la historia, que puede completar la construcción de una casa en dos días. ‘Watson’ de IBM es una aplicación de tecnologías de inteligencia artificial que en el 2011 ganó a los mejores concursantes del programa de preguntas y respuestas de televisión ‘Jeopardy’.

‘Pepper’, el primer robot personal de la historia, ideado para acompañar a las personas, leer sus emociones y responder ante su estado de ánimo ha sido todo un éxito. El actual campeón mundial humano de ajedrez del 2017, el georgiano Levon Aronian, no está entre los 30 primeros jugadores de ajedrez del planeta. La idea de que una persona gane una partida de ajedrez al actual campeón, ‘Stockfish’, un motor de código abierto, es prácticamente una quimera.

Tema recurrente

¿Y qué dice el análisis económico de todo esto? En primer lugar, debemos decir que la preocupación y el miedo ante el futuro del trabajo es un tema recurrente cada vez que se pone de manifiesto un proceso de cambio disruptivo en la tecnología. Ya en el siglo XIX los luditas quemaban las máquinas de la industria textil en toda Europa.

En segundo lugar, podemos afirmar que el análisis económico ha evidenciado que la tecnología no destruye el trabajo, sino que sesga habilidades y destrezas, y desplaza, por este orden, tareas, trabajos, empleos y personas. En general y en el largo plazo, las consecuencias de estas olas sobre el trabajo suelen ser positivas porque se vinculan con incrementos de la productividad, nueva actividad económica, más empleo y mejoras salariales para las personas que trabajan en las empresas o los sectores de actividad vinculados con la innovación tecnológica.

Pero la dinámica de los mercados del trabajo es muy compleja y obedece a un amplio conjunto de fuerzas impulsoras y detractoras. A pesar de las diferencias de visión sobre la velocidad de afectación de la robótica inteligente, hay un claro consenso que señala que la fuerza de trabajo se debería dotar de las suficientes habilidades, destrezas y calificaciones para ser empleable en este contexto. Y este trabajo para tener trabajo es trabajo de todos: personas, empresas y política pública.

El reto que plantea la robótica inteligente es mayúsculo. Las posibilidades de que las empresas se inserten en esta nueva ola y sean capaces de aumentar su competitividad y su capacidad de creación de trabajo con más calidad son importantes. Sin embargo, los riesgos de pérdida de puestos de trabajo, exclusión de empleos, caídas de la calidad del trabajo y aumentos de la desigualdad también son evidentes si la balanza de la utilización de la robótica se decanta hacia la sustitución del trabajo. Una nueva orientación estratégica de los recursos humanos hacia la incorporación de la nueva ola, y unos nuevos sistemas y prácticas de gestión para capacitar y desarrollar a los empleados en el contexto de la co-robótica, parecen inevitables.

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Autor / Autora
Catedrático de Economía de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Doctor en Economía (doctorado de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la UOC). Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, y máster en Economía Aplicada por la Universitat Autònoma de Barcelona.
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