Más allá de la oficina: Estrategias organizativas para un teletrabajo sostenible y saludable

10/12/2024
teletrabajo

Actualmente, las empresas se plantean la decisión de impulsar el teletrabajo o regresar a la oficina. Algunas grandes empresas tecnológicas, como Amazon, han optado por la vuelta masiva de sus empleados a la oficina, mientras que otras, como Microsoft y Google, han adoptado esquemas híbridos de trabajo. El teletrabajo, donde las personas desempeñan sus tareas desde un lugar distinto al de su empleador, ya sea parcial o totalmente, utilizando tecnologías de la información para comunicarse y operar, no es nuevo. Sus orígenes se remontan a la década de 1970, pero ha ganado gran relevancia debido a las restricciones laborales impuestas durante la pandemia de COVID-19. Aunque a menudo se asocia con trabajar desde casa, los avances tecnológicos ahora permiten trabajar desde prácticamente cualquier lugar y en cualquier momento.

El teletrabajo ofrece diversos beneficios tanto para los empleados, como para las empresas. Para los trabajadores, la flexibilidad para conciliar la vida laboral y personal, mayor autonomía y la reducción del tiempo invertido en desplazamientos destacan como ventajas. Por otro lado, las empresas pueden experimentar una reducción de costes operativos y un mayor acceso al talento global. Sin embargo, el teletrabajo también presenta desafíos, como un posible aumento del aislamiento profesional, una disminución del compromiso organizacional, la distracción por las tareas domésticas y la falta de herramientas adecuadas para un desempeño eficiente. Aun así, las preferencias respecto al teletrabajo varían; mientras que algunas personas encuentran este modo de trabajo ventajoso, otras se muestran más escépticas con no asistir físicamente a la oficina.

La pandemia ha permitido adquirir aprendizajes valiosos sobre el trabajo remoto. Por ello, implementar el teletrabajo en las organizaciones no debe ser un proceso improvisado, sino que requiere una planificación cuidadosa que garantice una experiencia positiva y reduzca los riesgos psicosociales asociados, como el tecnoestrés, el conflicto entre la vida laboral y familiar, o la fatiga mental. Además, la formación y el acompañamiento del personal son esenciales para facilitar su adaptación a esta modalidad. En este contexto, resulta clave contar con el compromiso del equipo directivo con el programa de teletrabajo y fomentar una cultura organizacional que priorice la confianza.

Algunas medidas que las organizaciones pueden adoptar para flexibilizar el teletrabajo y adaptarlo a las necesidades de sus empleados son:

  1. Desarrollo de políticas de teletrabajo personalizadas: Entender las preferencias y necesidades de los empleados permite diseñar planes personalizados con recursos y beneficios específicos que incrementen la satisfacción laboral de cada persona o grupo.
  2. Mejor gestión del bienestar laboral: Dado que el aislamiento social es una preocupación común entre los teletrabajadores, es esencial implementar acciones que fomenten la interacción entre colegas, incluso de forma remota. Las empresas pueden organizar reuniones periódicas, tanto virtuales como presenciales, para promover el compañerismo y cohesión. Además, apoyar la salud mental y ofrecer redes de apoyo ayuda a mitigar el aislamiento.
  3. Optimización del uso de tecnología en el teletrabajo: Es útil que las organizaciones seleccionen herramientas tecnológicas adaptadas a las necesidades de los empleados, como plataformas colaborativas, aplicaciones para gestionar el tiempo y software que facilite el monitoreo de tareas sin necesidad de supervisión constante. La inteligencia artificial también puede automatizar resúmenes de reuniones y mejorar la eficiencia.
  4. Gestión del estrés y separación entre espacio personal y laboral: Dado que es fundamental distinguir entre la vida profesional y personal, las empresas podrían promover la “desconexión digital” fuera del horario de trabajo. Esto incluye programas de bienestar que ayuden a los empleados a gestionar su tiempo y espacio de trabajo en el hogar, reduciendo el agotamiento y el estrés laboral.
  5. Establecimiento de prácticas éticas y de privacidad: Las tecnologías de geolocalización y supervisión remota plantean cuestiones sobre la privacidad de los empleados. Las organizaciones deben establecer prácticas éticas y políticas transparentes que respeten la privacidad y autonomía de sus empleados.

En conclusión, el teletrabajo representa una modalidad con gran potencial para transformar el entorno laboral, ofreciendo flexibilidad y autonomía a los empleados y permitiendo una mejor conciliación entre la vida personal y profesional. No obstante, su implementación efectiva requiere una planificación estratégica que facilite el abordaje de los desafíos, como el aislamiento social y el conflicto entre lo laboral y lo personal. Para aprovechar al máximo los beneficios del teletrabajo, las organizaciones deben crear políticas personalizadas, fomentar el bienestar mental, optimizar el uso de tecnologías, y establecer prácticas éticas que respeten la privacidad. Con el apoyo del equipo directivo y una cultura de confianza, el teletrabajo puede integrarse de manera sostenible y beneficiosa en la vida laboral de los empleados, aportando valor tanto a ellos como a las empresas.

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Autores / Autoras
Doctor en Psicología por la Universitat de València. Actualmente, está investigando el efecto de los procesos de digitalización sobre las competencias y el rendimiento laboral y la satisfacción y el bienestar laborales, así como los riesgos psicosociales que pueden derivar del uso de las tecnologías digitales.
Profesora agregada de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya de la UOC, en el ámbito de Recursos Humanos. Sus intereses de investigación se centran en el ámbito del comportamiento organizativo.
Doctora en Psicología (Sociedad de la Información y el Conocimiento, UOC). Diploma de Estudios Avanzados en Recursos Humanos y Organizaciones (UB). Acreditación de Investigación en Organización de Empresas (AQU). Directora académica del Máster Universitario en Dirección y Gestión de RRHH de la UOC.
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