«Las ciudades deben recuperar el orgullo de querer vivir en ellas»

03/06/2024
Inma Ranera, estudiante del máster universitario de Salud Planetaria (interuniversitario: UOC, UPF e ISGlobal). Inma Ranera, estudiante del máster universitario de Salud Planetaria (interuniversitario: UOC, UPF e ISGlobal).

Inmaculada Ranera es el alma y la voz del programa SaBiaVerda de Ràdio Arenys, que entrevista a personas expertas en medio ambiente y ecología. Hija de este municipio del Maresme, durante dos décadas ha viajado por todo el mundo como profesional del sector turístico. Graduada en Derecho y en Relaciones Públicas y Comunicación, y con un posgrado en Liderazgo Institucional y Gestión de Políticas Públicas, ahora está inmersa en el máster universitario de Salud Planetaria (interuniversitario: UOC, UPF e ISGlobal). Hablamos de su trayectoria, de sus actuales inquietudes y de su mirada crítica hacia el sector turístico y hacia las políticas cortoplacistas. 

Echando un vistazo a tu perfil de LinkedIn ya vemos que tu experiencia y tus estudios son de lo más amplios. Empezaste estudiando Relaciones Públicas y Comunicación y eso te llevó a varios trabajos de mucha responsabilidad, donde facilitabas la inversión extranjera en Cataluña o la compraventa de activos turísticos.

A finales de los años ochenta, cuando estaba acabando Relaciones Públicas y Comunicación en la Universidad de Barcelona (UB), me enteré de que se buscaba a una persona para trabajar en la parte de inversión extranjera de lo que ahora es la Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat (ACCIÓ). Me cogieron y estuve diez años haciendo un trabajo apasionante: conseguir que se implantaran aquí empresas industriales extranjeras y, por lo tanto, ayudar a crear puestos de trabajo. De hecho, viví el inicio de las colaboraciones entre Cataluña e Israel y tuve la oportunidad de ver mucha innovación, porque en aquel momento Israel aplicaba tecnología militar a lo civil. Me decían que acabaría viendo GPS instalados en todos los coches y no me lo podía creer. O me hablaban de los primeros aviones sin tripulantes para controlar incendios. También coordiné la creación de la primera base de datos de suelo industrial de Cataluña, y una de las empresas con las que colaboraba me propuso ir a trabajar con ellos en un momento en el que tenía ganas de cambiar.

[…]

Con esa empresa desarrollamos todo el mercado de suelo industrial de la provincia de Tarragona. Y, por muchas casualidades, un cliente que tuvimos me propuso ir a trabajar con ellos.

En una empresa del ámbito turístico.

Sí. Les dije que no conocía el mundo de la inversión hotelera y me contestaron con una frase que siempre recuerdo: tienes la actitud y tienes sentido común.

Básico.

Durante veintiún años estuve al frente de esta empresa, Christie&Co. Después de la pandemia necesité cerrar esa etapa y reinventarme. Y me pregunté qué me gusta hacer. En 2017 había asistido al programa ejecutivo de la Singularity University, en California, para entender mejor el papel de las nuevas tecnologías disruptivas en los retos globales actuales. De allá volví motivada para aplicar los aprendizajes y la experiencia comunicativa a cuestiones de medio ambiente. El cambio climático deriva del Antropoceno y decidí iniciar un programa de radio para abordar esto y hablar con personas muy expertas, pero con entrevistas no demasiado largas porque es un tema que toca a la gente, que puede incomodar.

Y porque tenemos poco tiempo…

Prefiero que la gente se quede con ganas de saber más. Y ya hace más de cinco años que iniciamos este proyecto en Ràdio Arenys, una radio local pero que hoy todo el mundo puede escuchar.

La primera radio municipal de la historia de Cataluña…

Y tanto. Yo me lo paso muy bien. Conozco a gente muy interesante. El programa se llama #SaBiaVerda, una combinación de savia y de sabiduría. Primero fue una sección de un programa ya consolidado y después pasó a ser un programa semanal que emitimos los sábados al mediodía. A él he llevado a investigadores, científicos del CSIC, compañías de teatro, representantes de los payeses…

¿Alguien te ha marcado especialmente?

No elegiría a una persona, pero sí que puedo decir que recomendaría las diversas entrevistas que he hecho al científico y ambientólogo Martí Boada. Y también me gustó mucho la primera entrevista internacional que hice a los fundadores de ClientEarth, una organización de abogados sin ánimo de lucro que ayuda a las Administraciones y entidades privadas en la defensa del medio ambiente. 

De hecho, también estudiaste Derecho…

Empecé Derecho en la UNED al poco de acabar Relaciones Públicas y Comunicación. Lo quería hacer por mi formación profesional, no para ejercer como tal. Lo dejé por los trabajos y porque fui madre. Pero veinte años después, durante la pandemia, lo retomé en la UOC. Y mientras acababa Derecho y el posgrado, ya tenía en mente el máster de Salud Planetaria.

¿Cómo te está yendo?

En mis trabajos anteriores había tenido mucha relación con cuestiones legales. Y ahora entro en un mundo diferente. No tengo background de salud, de biología, no estoy acostumbrada a los artículos científicos. Además, tenemos un volumen de información ingente. He cogido cuatro asignaturas por semestre y estoy muy atareada.

¿Y en qué momento profesional estás?

En un momento difícil. Cuando dejé el trabajo de Christie&Co estuve bastante tiempo en el consejo asesor de una empresa de Palma de Mallorca, y ahora intento poner en marcha un proyecto propio, Project Sterna, con el objetivo de que los actores del sector aeronáutico, es decir, aeropuertos, aerolíneas y fabricantes de aviones, financien acciones para proteger las aves migratorias y sus zonas de descanso. También tiene una vertiente social: en esas zonas de descanso de las aves trabajarán personas en riesgo de exclusión social. Y una parte científica: que el conocimiento tradicional, indígena, llámalo como quieras, y el conocimiento científico puedan trabajar juntos para implementar soluciones basadas en la naturaleza en esas zonas de descanso.

¿Nos lo puedes ilustrar con algún ejemplo?

Las zonas de descanso de las aves migratorias van desde los Aiguamolls de l’Empordà hasta el Tordera o las zonas próximas al aeropuerto de Barcelona, pasando por muchas zonas de España y del mundo. Y mi idea es que quien tenga la voz sobre qué zona se debe proteger sean los clientes. Quizás un cliente de Lufthansa, en Alemania, entienda que, si no protege las zonas de origen de las aves que llegan a Europa, que están en el África subsahariana, no llegarán los pájaros migratorios a su territorio. Las aves tienen ocho autopistas por todo el planeta, de manera muy similar a las rutas de los aviones, que también conectan países y continentes. Y tienen zonas de descanso, como los aeropuertos para los aviones. Y el proyecto se llama Sterna porque es el nombre de la especie que hace la migración más larga de todas las que hay en el mundo, el charrán ártico (Sterna paradisaea), un pájaro de 80 g con una forma muy aerodinámica que cada año va desde el Ártico hasta el Antártico y pasa dos veces por el verano. 

Muy interesante.

He empezado por hablar con los estamentos más altos. Con AENA, con ENAIRE, con IATA, con el aeropuerto de Barcelona, con SEO Birdlife o con Lela Mélon, de la UPF. AENA me pidió que presentara el proyecto al ministerio. Toda una aventura que no corresponde a mi mundo conocido, pero sí al mundo que ahora me mueve. 

En cualquier caso, une el mundo del turismo y tus inquietudes medioambientales.

Hace años que soy crítica con el sector turístico. Ya hace tiempo que empezó a implantar acciones para reducir el consumo de agua dentro de los hoteles. Pero no es suficiente. Ya hace muchos años que, cuando veía un nuevo proyecto en primera línea de playa, pensaba que no estaban entendiendo nada. El problema es grave y nos tenemos que poner todos a ello. Tenemos que hacer algo con el CO2 que se emite. Creo que ya hemos superado la palabra sostenibilidad y tenemos que hacer acciones regenerativas. Las grandes corporaciones y los Gobiernos han trasladado la responsabilidad a la ciudadanía. Los Gobiernos tienen que legislar y las corporaciones tienen que revisar su negocio, lo que en ocasiones puede comportar detener alguna parte de su actividad. 

Durante la pandemia por el virus de la COVID-19 te pidieron comparecer dos veces en el Congreso de los Diputados como experta en el sector turístico. Apostabas por que este sector se reinventara, cosa que no ha sucedido, ¿verdad?

La reinvención del sector turístico pasa por reconocer que habrá cambios importantes. Lo que ya hace Francia, y lo que quiere hacer España, sustituir los viajes cortos en avión por trayectos en tren, se tiene que hacer. Pero no dejaremos de volar y no se trata de eso, sino de hacer las cosas con compromiso. Antes de la pandemia podíamos ir cada fin de semana a ver una ciudad europea y hacernos fotos para enseñar en Instagram. Creo que la gente hará viajes más largos y menos frecuentes en el tiempo. Y hay que visitar los lugares con respeto. En Viena nadie tira un papel al suelo. La ciudad ha querido que ese sea su modelo. Barcelona no sigue ese modelo. Las ciudades deben recuperar el orgullo de querer vivir en ellas. 

¿Cómo deberían hacerlo?

Si tú eres propietaria de una vivienda en Barcelona y obtienes tres o cuatro veces más dinero alquilándola a turistas que a una familia como vivienda habitual, eso convierte a la ciudad en un parque temático, la gentrifica, eso hace perder el alma a la ciudad. Si desde el Gobierno ayudas al sector turístico con créditos ICO en un momento complicado como fue la COVID-19 en vez de hacerlo a fondo perdido, no favoreces la recuperación y la reinvención de ese sector. También en el Congreso de los Diputados dije que se tiene que reducir el peso del turismo en el PIB porque tienen que crecer otros sectores. No podemos supeditar a él la economía. 

Eres partidaria del pensamiento especulativo. Pensar qué queremos, un ideal, y ver cómo llegar a él, ¿no?

Yo tengo una vertiente política. Me gusta mucho la gobernanza. Recuerdo, en el partido en el que estaba implicada, haber propuesto crear un grupo interno de pensamiento de cara al 2050. La propuesta fracasó. En política y gobernanza falta perspectiva a largo plazo y perspectiva transversal. El verano pasado hice una ponencia en la Universidad del País Vasco con relación a la amenaza que el cambio climático puede suponer para la democracia. Como consecuencia, me publicarán dos artículos. Los cambios continuos de Gobierno acortan la perspectiva. Eso complica las soluciones, porque se tiene que tener mucha valentía para decir que ya hemos traspasado seis de los nueve límites planetarios y que hay que tomar decisiones. 

Si fueras consellera de la Generalitat, con toda esa experiencia en la mochila, ¿qué harías?

Estamos muy a la cola en cuanto a energías renovables. Ni la solar ni la eólica son las mejores soluciones, porque tienen muchas consecuencias. ¿La electrificación? ¿El hidrógeno? No lo sé. Pero hoy tenemos las soluciones que tenemos. El límite planetario del ozono lo estamos revirtiendo porque en 1987 se firmó el protocolo de Montreal, el único acuerdo firmado por todos los países de la ONU que ha dado resultado al cabo de 35 años. Si nos ponemos de acuerdo, podemos hacerlo. Sería necesario que la ONU lo lidere. Y hoy las energías limpias, la solar y la eólica, son la solución más rápida. Hagámoslo. El territorio se enfadará. Por supuesto. Pero después se verán los beneficios. Estas son las decisiones que cuesta tomar. Hay que ser muy valiente y tener los argumentos para explicarte. Una MAT en Tarragona. Un parque eólico en Roses. Placas solares. Y tanto. Hay que trabajar para encontrar comunes denominadores. Me preocupa que haya un Gobierno que proponga hacer desalinizadoras y no explique qué hará con la salmuera. Si tiras la salmuera al mar, a un mar ya tocado, agravaremos su estado con un calentamiento que puede hacer que no nos podamos bañar en él en verano porque habrá muchas medusas. Lo aprenderemos a base de golpes. Ojalá no tuviera que ser así. Y el miedo nos paraliza y nos lleva a pretender que en los Gobiernos haya personas muy autoritarias.

Da seguridad.

La gente quiere creer cosas aunque sepa que no son verdad. Los científicos hace tiempo que advierten de lo que está pasando, pero algo no han hecho bien si hace treinta años que lanzan esos mensajes y no calan. Por eso quiero que la ciencia y el conocimiento tradicional se den la mano. 

Para acabar, ¿cómo quieres que sean tus próximos años, profesionalmente?

Pues quiero que continúe el programa de radio y me haría mucha ilusión que salga adelante Project Sterna y que tenga alcance internacional. 

¡Escucha los episodios del pódcast SaBiaVerda de Ràdio Arenys!

🎙️ Dr. Jose Maria Antó
🎙️ Gonzalo Fanjul
🎙️ Albert Bach

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Autor / Autora
Periodista col·laboradora
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