¿Quién está detrás del SAP? Hablamos con el nuevo psicólogo, Julián Pérez

13/05/2021

Desde el pasado 20 de abril, el servicio de atención psicológica (SAP) en línea de la UOC vuelve a estar disponible para todo el equipo propio, una vez resuelto el proceso de licitación. Actualmente, y para ofrecer una mayor cobertura del servicio, se han ampliado las citas semanales.

Hoy nos acercamos al otro lado de la pantalla y hablamos con Julián Pérez, el nuevo psicólogo, que ofrece apoyo a todas las personas del equipo propio de la UOC que lo necesitan y les ayuda a hacer frente a esta nueva realidad que vivimos.

¿Qué tipo de terapia haces y qué beneficios tiene?

La terapia que uso es la terapia breve estratégica, que podría definirse como un modelo de intervención con el objetivo de resolver problemas complejos empleando soluciones aparentemente simples.

Exploramos las soluciones que se han utilizado para resolver un problema y no han funcionado para conseguir encontrar otras soluciones alternativas que no hayamos probado nunca.

Profundizamos en el funcionamiento del problema y no en el porqué de su existencia, centrándonos en el presente. De este modo, será la persona quien descubrirá sus propios puntos fuertes y habilidades, así como qué herramientas pueden ayudarla a seguir creciendo y evitar posibles recaídas.

¿Cuáles son los temas o las preocupaciones habituales fruto de la situación actual derivada de la COVID-19 o relacionados con el coronavirus?

La situación sobrevenida ha propiciado la aparición de trastornos, inquietudes y miedos que muchas personas no pueden afrontar y que les impiden llevar una vida plena y satisfactoria.

Si hablamos de los trastornos derivados de la COVID-19, hay que destacar que se trata de una situación con muchos factores generadores de estrés, a la cual hemos sido sometidos durante mucho de tiempo y, en muchas ocasiones, sin las técnicas de afrontamiento necesarias para vivirla de una forma sana. Así, el miedo al contagio puede presentarse en personas con un exceso de información sobre la COVID-19 o que han recibido información inadecuada para su edad.

Durante el periodo de confinamiento, la población sufrió ―en su gran mayoría― la pérdida de las rutinas que tenían asentadas y sustituyó estos hábitos saludables por otros nocivos, como el cambio de dieta por una menos equilibrada, trastornos del sueño o patrones de sueño irregulares, abuso de las pantallas y sedentarismo, principalmente. A esto hay que sumar el sentimiento de aislamiento al no poder comunicarnos personalmente con nuestro círculo social.

En el caso de las personas que contrajeron la enfermedad o que tienen familiares que la han sufrido, se enfrentaron al estigma y el rechazo social, a la vez que podía aparecer el sentimiento de indefensión, puesto que, a pesar de haber cumplido todas las medidas preventivas, se acabaron contagiando.

¿Qué consejos darías para reducir la ansiedad o el estrés que puede provocar teletrabajar en una situación excepcional como la que estamos viviendo?

Puede parecer muy evidente, pero empezaría por la planificación del trabajo. Trabajar en un ambiente desorganizado aumenta los factores estresantes y propicia la aparición de retrasos que comportarían un aumento de los niveles de ansiedad.

También debemos fijarnos unos objetivos claros y realistas para centrar la tarea y evitar distracciones. Sobre esto es especialmente importante ser asertivos y comunicar lo que podemos hacer, lo que no y el momento en el que se puede llevar a cabo, sobre todo cuando convivimos con otras personas, ya sea la pareja o los hijos, y tenemos que lidiar con la dificultad de conseguir nuestros objetivos y conciliar nuestra vida familiar.

En este entorno es vital ser capaces de desconectar. Cuando dedicamos tiempo a nuestras aficiones, a dormir bien y a relajarnos, conseguimos aclarar nuestra mente e incluso encontrar soluciones creativas en las tareas que nos parecían imposibles.

Y si descansar es importante, hacer deporte también lo es. Aunque muchas veces no nos damos cuenta o no damos la importancia que se merece, la salud física y la psicológica guardan una estrecha relación.

¿Cuáles crees que son los retos más importantes para las personas que hacen teletrabajo en la UOC?

Como no puede ser de otra manera, el primero de estos retos es la desconexión digital. A menudo utilizamos distintas plataformas de comunicación para hacer nuestro trabajo más dinámico, como por ejemplo el correo electrónico o el teléfono. Esto provoca que muchas veces, a pesar de que estamos fuera de nuestro horario laboral, no podamos evitar echar un vistazo a estas plataformas, lo que impide una desconexión real.

El segundo es la fatiga informática. Si no hay un buen uso de la tecnología y no hacemos descansos de la vista, podemos sufrir cefaleas, fatiga e incluso, con el tiempo, problemas visuales.

Y el sentimiento de aislamiento laboral y los problemas psicosociales que se derivan de ello. Hay que encontrar momentos aunque sea para tomar un café virtual con las personas del equipo, para ponernos al día, recargar las pilas y así volver al trabajo con más energía que antes.

El último de los grandes retos es la conciliación familiar. El hecho de marcarse unos objetivos realistas, como comentaba antes, nos ayudará a hacer nuestro trabajo y a no descuidar a la familia.

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