Sandra Franch: «Ver cómo la logopedia puede contribuir a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas es muy gratificante»
06/11/2024Sandra Franch, que posee una dilatada experiencia profesional, ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo final de grado (TFG) del grado de Logopedia (interuniversitario: Uvic-UCC, UOC), titulado Práctica clínica de los trastornos de los sonidos del habla (TSH) de etiología funcional, entre ellos el de mejor TFG de su promoción en la UOC. Es profesora de educación infantil especializada en atención a la diversidad y, una vez acabado ese grado, Sandra Franch decidió continuar formándose con el máster universitario de Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje. Gracias a este máster empezó a tratar a niños con pérdida auditiva y graves dificultades del lenguaje y el habla en el CREDA Tarragona, lo que la llevó a cursar el grado de Logopedia. Actualmente se encuentra trabajando en la escuela Remolins de Tortosa.
¿Por qué escogiste la logopedia como especialidad?
La logopedia es una disciplina que engloba muchísimas otras especialidades, y cuando estudias el grado aprendes un poco de cada una de ellas. Algunas de las áreas que engloba son la comunicación, el lenguaje, el habla, las funciones orales no verbales (succión, respiración, masticación, deglución…), la voz y la audición.
El grado te da una visión general de todas las especialidades, en las que después puedes profundizar. En mi experiencia profesional siempre he trabajado en el ámbito educativo atendiendo a niños con trastornos de los sonidos del habla fonéticos-fonológicos, alteraciones en la comunicación, pérdida auditiva o trastornos del desarrollo del lenguaje (TDL). Pero, por ejemplo, el ámbito sanitario que engloba las alteraciones del lenguaje (afasia), el habla (disartria), la deglución (disfagia) y la voz (disfonía), entre otros, para mí ha supuesto un aprendizaje nuevo. Ver cómo la logopedia puede contribuir a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas es muy gratificante.
Tu TFG se titula Práctica clínica de los trastornos de los sonidos del habla (TSH) de etiología funcional. ¿Puedes explicarnos qué son los TSH de etiología funcional?
Los trastornos de los sonidos del habla son cualquier dificultad o combinación de dificultades que tienen que ver con la percepción auditiva, la producción motriz o la representación fonológica que los niños tienen de los sonidos del habla, según la definición de la ASHA (American Speech-Language-Hearing Association). Los podríamos definir como aquellos niños a quienes nos cuesta entender cuando nos hablan, ya sea porque sustituyen sonidos, omiten sílabas, varían el orden de los sonidos… A todos estos cambios nosotros los denominamos procesos de simplificación fonológica y es común observarlos en etapas tempranas del desarrollo del habla infantil. Forman parte del proceso natural de adquisición, pero hay que estar vigilante cuando persisten.
Las causas de los TSH pueden ser orgánicas, por ejemplo neurológicas, sensoriales o estructurales, que se pueden identificar, o bien funcionales. Cuando la causa no se puede identificar, la intervención puede suponer un proceso más extenso y complejo. Por eso, creía que analizar cómo actuaban los procesos de codificación y descodificación del habla podría dar respuesta a la detección de déficits o rupturas en uno o más aspectos de la cadena de procesamiento del habla, para así realizar una detección de necesidades más concreta y específica.
La logopedia es una disciplina que engloba muchísimas otras especialidades, y cuando estudias el grado aprendes un poco de cada una de ellas.
¿Cómo surgió la idea?
En mi práctica profesional, cuando veía a un niño con estas dificultades graves en el habla, a veces me asaltaba la duda: «¿Por dónde empiezo?». Ese sería el punto de partida.
En la práctica, observamos diversos conjuntos de herramientas para la atención logopédica de otros trastornos como la dislexia, las alteraciones de la voz o las disfunciones orofaciales. Pero en el caso de los trastornos de los sonidos del habla no había ningún protocolo definido ni ningún conjunto de herramientas que orientara la atención a los niños con trastornos del habla. Por eso vi la necesidad de realizar una revisión bibliográfica que me permitiera dar respuesta a algunas de las preguntas que me planteaba y proponer un protocolo de actuación que facilitara la toma de decisiones en relación con la atención logopédica de este trastorno.
¿Cuáles eran los objetivos de tu trabajo?
El objetivo principal era realizar una búsqueda basada en la evidencia científica sobre el procesamiento del habla como posible causa de los trastornos funcionales. Había que identificar procesos subyacentes, tales como los componentes básicos de interacción en el desarrollo fonológico y las funciones ejecutivas que podían interferir en él.
¿Y a qué conclusiones has llegado?
Como conclusión, la revisión bibliográfica me ha permitido identificar la importancia de entender, evaluar e intervenir en los trastornos de los sonidos del habla desde una perspectiva global atendiendo a los componentes perceptivo, lingüístico, cognitivo y motriz. Este hecho se ha visto reflejado en la propuesta de herramientas para la evaluación. Posteriormente, el protocolo desarrollado ha tenido en cuenta la clasificación propuesta por Caroline Bowen, que distingue tres niveles de gravedad. Esta clasificación relaciona la tipología de error con el grado de dificultad. Creo que disponer de una clasificación dentro del colectivo de los trastornos de los sonidos del habla (TSH) resulta muy útil a la hora de valorar objetivamente el progreso y la evolución del tratamiento.
Por último, en función del grado de dificultad, se han propuesto los métodos de intervención más adecuados basados en la evidencia científica. El resultado ha sido una guía de práctica clínica, es decir, un trabajo basado en la evidencia científica, a partir de la revisión de artículos científicos.
Además de las conclusiones, me gustaría destacar que gran parte de los autores que había estudiado eran masculinos y realizar esta revisión bibliográfica me ha permitido conocer a autoras femeninas: a la ya mencionada Bowen, así como a Carol Koch y Lynn Williams.
Tu TFG ha recibido el reconocimiento al mejor TFG de tu promoción, así como el de la UManresa y la Fundación Caja Ingenieros en julio.
Realmente fue una gran sorpresa, la verdad. Cuando recibí los dos correos no me lo esperaba. Estoy muy agradecida por este reconocimiento, ya que todos estos años cursando el grado, que empecé en 2019, han sido muy intensos. Conciliar la vida familiar con la laboral y, además, la de estudiante ha sido todo un reto, así que estoy muy agradecida.
Conciliar la vida familiar con la laboral y, además, la de estudiante ha sido todo un reto, así que estoy muy agradecida por haber recibido el reconocimiento al mejor TFG de mi promoción.
¿Cómo ha sido tu experiencia en la UOC?
La UOC me ha permitido conciliar el ámbito laboral y el familiar con continuar formándome, ya que facilita una organización del tiempo más flexible. Cuando eres madre, cualquier rato que tengas, ya sea a las siete de la mañana antes de ir al trabajo o a las once de la noche, cuando todos duermen, tienes que aprovecharlo para estudiar. En estas circunstancias, plantearme estudiar en una universidad presencial sería inviable. Por eso valoro mi experiencia en la UOC de una manera muy positiva.
¿Qué te ha aportado el grado a escala personal y profesional?
Me ha hecho una persona más constante, me ha enseñado que la constancia es la clave para poder conseguir los objetivos que te planteas. Recuerdo que cuando cursé el primer grado podía destinar el tiempo que quisiera y eso a veces hacía que lo dejara para el último momento. Ahora, en mis circunstancias actuales, he aprendido a organizarme mejor y a aprovechar cada rato. Y, en el ámbito profesional, creo que reflexionar teóricamente sobre conceptos con los cuales ya has tenido alguna experiencia previa facilita el aprendizaje.
¿Qué asignaturas te han gustado más?
Una de las que más me ha gustado es la de Disfunciones orofaciales y del habla, porque la recibí como una asignatura muy práctica; nuestra profesora, Ester Rodríguez León, siempre nos hacía interpretar todos los datos del paciente para identificar la causa y la consecuencia de las alteraciones orofaciales propuestas.
¿Tienes previsto continuar formándote en este ámbito?
Si tuviera que continuar, me gustaría especializarme en disfunciones orofaciales, aunque este año necesito un descanso.
¿Qué planes tienes para el futuro?
He disfrutado mucho realizando el TFG; disponer de este espacio para iniciarme en la investigación me ha parecido muy interesante. Vivimos en una sociedad de acción que busca resultados inmediatos y pienso que a veces hay que parar a reflexionar. Creo que no se da la suficiente importancia a la investigación.
En un futuro me gustaría seguir investigando en el ámbito de intervención de los trastornos de los sonidos del habla adaptados al contexto catalán (ya que la mayoría de estudios revisados tenían en cuenta la fonética propia de la lengua inglesa) o la conciencia fonológica y el proceso de adquisición de la lectoescritura, que también me parecen temas bastante interesantes.