«La sostenibilidad alimentaria reduce el impacto ambiental y garantiza que los alimentos sean accesibles para todo el mundo»

13/12/2023
Iris Blázquez, coordinadora del proyecto PLAN'eat y estudiante del programa de doctorado de Salud y Psicología de la UOC. Iris Blázquez, coordinadora del proyecto PLAN’eat y estudiante del programa de doctorado de Salud y Psicología de la UOC.

Iris Blázquez, estudiante del programa de doctorado de Salud y Psicología, es la coordinadora del proyecto PLAN’EAT en la Universitat Oberta de Catalunya, un proyecto Horizonte Europa de cuatro años de duración liderado por el CREA (Council for Agricultural Research) que investiga cómo transformar los sistemas alimentarios para que sean más saludables y sostenibles. Iris coordina el proyecto en el marco de su trabajo como técnica del grupo de investigación FoodLab, que centra su actividad en la evolución de los patrones alimentarios y la relación que guardan con la sociedad y la salud.

¿Cuáles creéis que son los principales problemas que presenta el estilo de alimentación occidental?

La dieta occidental ha ido ganando terreno en las últimas décadas, sobre todo entre la población más joven, lo que conlleva un desplazamiento de los alimentos de la base (verdura, fruta, cereales, etc.) por otros como las carnes rojas y las procesadas, los azúcares simples (añadidos a los alimentos, bebidas azucaradas, refrescos), y productos con un mayor nivel de procesamiento (con alto contenido de azúcar, sal y grasa).

¿Qué datos tenéis sobre cómo es la alimentación de los ciudadanos de Cataluña actualmente y cómo ha cambiado con el tiempo?

En la primera fase del proyecto recogimos datos de los hábitos alimentarios y la percepción del entorno alimentario de las personas a partir de cuarenta años, a través de una encuesta y talleres grupales. Entre otros datos relevantes, encontramos un alejamiento de las recomendaciones dietéticas, si bien existe al mismo tiempo un gran interés por alimentarse de forma saludable, mientras que la variedad, la calidad y el gusto eran los elementos más decisivos a la hora de alimentarse, entre los encuestados. También, destacaba una gran preocupación por el precio de los alimentos.

Los resultados de la primera fase nos han servido para escoger los comportamientos alimentarios a los que queremos dirigir las intervenciones. Queremos centrarnos en reducir el consumo de carne roja e incrementar el de legumbres, fruta y verdura, así como mejorar las actividades culinarias. También, han servido para diseñar un estudio que tiene por objeto conocer los factores (barreras y facilitadores) que encuentran las personas para adquirir y mantener esos comportamientos.

¿Qué tipo de intervenciones crees que pueden funcionar para lograr que la alimentación de la ciudadanía sea más sostenible y saludable?

A partir de los resultados obtenidos, y una vez veamos las barreras y los facilitadores que pueden influir en la adopción y mantenimiento de una alimentación saludable y sostenible, se cocrearán diversas intervenciones, junto con los grupos de población objetivos.

Las intervenciones que mejor pueden funcionar son las basadas en la evidencia y la teoría, que sean cocreadas —es decir, que tengan en cuenta la opinión de las personas a las que van dirigidas y, también, de las distintas personas expertas— y que estén adaptadas a cada grupo de población (considerando edad, contexto y sexo, entre otros factores). Un tipo de intervenciones que da buenos resultados en el cambio de comportamientos alimentarios son las basadas en herramientas digitales, dado el papel y el alcance que tienen en la sociedad.

Las herramientas digitales dan buenos resultados a la hora de cambiar comportamientos alimentarios.

¿Qué entendemos por «barreras» y por «facilitadores» para adoptar comportamientos alimentarios más saludables y sostenibles?

Las barreras son aquellos factores que limitan la adopción y mantenimiento de una alimentación saludable y sostenible, y los facilitadores son aquellos factores que lo favorecen. Podemos encontrar barreras y facilitadores en el ámbito individual (por ejemplo, psicológicos), entre individuos (por ejemplo, agentes sociales, cultura, normas sociales) y en el entorno (por ejemplo, comunicación). Por poner un ejemplo, un bajo nivel de alfabetización puede llevar a una falta de conocimiento o a tener información errónea, lo que crea una barrera para alimentarse de modo saludable y sostenible.

¿Qué importancia tiene la sostenibilidad alimentaria para el planeta?

La sostenibilidad alimentaria es crucial para nuestro planeta. Una alimentación sostenible garantiza la seguridad alimentaria y asegura que haya suficientes alimentos disponibles y que sean accesibles para todo el mundo. Implica la conservación de los recursos naturales, utilizándolos de forma responsable y minimizando el derroche de alimentos. Además, implica la adopción de técnicas agrícolas sostenibles que preserven los ecosistemas y reduzcan el impacto ambiental. Una alimentación sostenible no solo tiene un impacto positivo en el entorno natural, sino que también promueve la mejora de la salud de las personas, reduciendo el riesgo de enfermedades relacionadas con la dieta. Por lo tanto, la sostenibilidad alimentaria no solo beneficia al medioambiente, sino que también tiene un impacto significativo en la salud y el bienestar de las personas, contribuyendo a un futuro más saludable y equitativo para todo el mundo.

La sostenibilidad alimentaria no solo beneficia al medioambiente, sino que también tiene un impacto significativo en la salud.

¿Cómo pueden contribuir PLAN’EAT y la UOC a esta sostenibilidad?

El PLAN’EAT contribuirá a la sostenibilidad alimentaria trabajando en distintos niveles: individual (creando herramientas y recursos para fomentar hábitos saludables y sostenibles), en el entorno (tipo de establecimientos de venta, variedad y calidad de alimentos disponibles, precio, publicidad, etc.) y en políticas. El objetivo final es transformar los sistemas alimentarios y los entornos alimentarios y llevarlos hacia una alimentación más saludable y sostenible.

Desde el Living Lab de la UOC queremos otorgar una importancia fundamental a la sostenibilidad alimentaria, y situarla como eje central de nuestra investigación. El propósito principal de mi tesis es desarrollar una intervención en el ámbito de la alimentación sostenible. Esta intervención tendrá como objetivo promover una alimentación más consciente, impulsando la adopción de patrones de alimentación más saludables y más sostenibles.

En octubre celebrasteis un encuentro con los demás participantes de PLAN’EAT, que representan a diferentes organizaciones europeas. ¿Qué objetivos os habéis marcado a partir de ahora?

Durante el encuentro pusimos en común el trabajo realizado durante el primer año del proyecto, y hablamos de los próximos pasos que daremos. Estamos contentos porque hemos conseguido muy buenos resultados durante el primer año, con una buena representación tanto de ciudadanos y ciudadanas como de las partes interesadas.

Para este segundo año, estamos analizando los factores que afectan a los sistemas alimentarios e identificando posibles puntos para introducir cambios en esos sistemas. En esta misma línea, estamos creando un mapa del sistema alimentario europeo y haciendo entrevistas a personas expertas que nos ayuden a encontrar puntos de influencia, donde una modificación pueda tener efectos en todo el sistema. También hemos iniciado el estudio de barreras y facilitadores, y estaremos recogiendo datos con la encuesta hasta el 8 de enero. A partir de ahí, organizaremos talleres para conocer la opinión de la población y descubrir cuáles son los factores que influyen en tener y mantener una alimentación saludable y sostenible.

Todas aquellas personas a partir de cuarenta años que vivan en Cataluña y quieran contribuir al estudio de barreras y facilitadores podrán ayudarnos respondiendo a esta encuesta.

El estudio en línea me permite gestionar mejor mi tiempo y aumentar la productividad.

¿Qué valoración haces de tu labor como estudiante de doctorado de la UOC?

Como estudiante de primer año en el programa de doctorado de Salud y Psicología, en el marco del proyecto PLAN’EAT como técnica de gestión del grupo de investigación FoodLab, estoy satisfecha con varios aspectos de mi labor. Destaco la buena comunicación interna y la gran cantidad de jornadas, seminarios y cursos que se organizan y que facilitan el aprendizaje. En la actualidad, estoy cursando la asignatura de Diseño de investigación en ciencias sociales, en la que nos ayudan a escribir la propuesta de tesis. También participo en cursos en los que nos enseñan a buscar información, redactar artículos e incluir la perspectiva de género, entre otras herramientas muy necesarias.

¿Qué aspectos positivos quieres resaltar de cursar el doctorado en la UOC?

Valoro mucho el entorno de estudio en línea, que me permite gestionar mejor el tiempo y adaptar las tareas a mis necesidades, lo que aumenta mi productividad. Al mismo tiempo, agradezco que se organicen jornadas presenciales para poder encontrarnos de vez en cuando.

También valoro positivamente el asesoramiento y supervisión de los tutores y tutoras y de los docentes, un apoyo clave en el desarrollo de mi tarea. Desde el primer momento me he sentido muy bien acogida y acompañada por todos los compañeros y compañeras del grupo FoodLab, del Departamento de los Estudios de Ciencias de la Salud y de la UOC, en general. Considero que hay muy buena cohesión de equipo, y eso facilita mucho el día a día.

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