¿Cuáles son los principales retos de la salud planetaria?

18/01/2023
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El ciclo Retos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) tiene como objetivo reflexionar sobre los desafíos que las organizaciones, la educación, la economía y el conjunto de la sociedad deberán afrontar a lo largo de los próximos años, desde una perspectiva que incorpore el valor de las experiencias, los puntos de vista y las realidades locales.

Una de las temáticas que se han abordado en el marco de la iniciativa es la salud planetaria. La sesión contó con la participación de Cristina O’Callaghan-Gordo, codirectora del máster universitario de Salud Planetaria (interuniversitario: UOC, UPF, ISGlobal) e investigadora asociada del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal); Anna Bach-Faig, directora del máster universitario de Nutrición y Salud y miembro del grupo de investigación FoodLab de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, y Mireia Gascon Merlos, investigadora de ISGlobal y profesora colaboradora del máster universitario de Salud Planetaria.

La sesión empezó con una pregunta del moderador, el periodista Albert Brosa, quien planteó a las expertas dónde situaban la salud planetaria desde su perspectiva profesional y personal. Cristina O’Callaghan-Gordo empezó respondiendo que «la salud de los humanos y la salud de los ecosistemas están determinadas por factores socioeconómicos». Mireia Gascon Merlos explicó que «nuestra salud también funciona como un ecosistema, y que la salud de los humanos y la del planeta se influyen mutuamente». Por su parte, Anna Bach-Faig añadió que «la alimentación y el proceso de producción de los alimentos que consumimos también tiene que ver con la salud planetaria y determina como ninguna otra actividad humana el futuro de nuestro planeta». La charla se dividió en tres bloques principales, en los que se intercalaron las preguntas de Albert Brosa y las intervenciones del público. 

¿Cómo nos encontramos actualmente?

En las últimas décadas, hemos visto una gran mejora de los indicadores de salud a escala global. Sin embargo, al mismo tiempo, ha empeorado la salud de los ecosistemas: ha disminuido la biodiversidad, han aumentado las emisiones de CO₂ en la atmósfera, etc. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el mayor reto al que nos enfrentaremos en las próximas décadas es la crisis climática. «No podemos seguir con esta tendencia: tenemos que reaccionar. La crisis climática y ambiental global es un riesgo inminente. Nos encontramos en un momento de inflexión», advirtió Cristina O’Callaghan-Gordo.

Anna Bach-Faig explicó que contamos con un sistema alimentario disfuncional. «La dieta occidentalizada que predomina hoy en día cuenta con un alto consumo de carne y alimentos procesados. Un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la producción de estos alimentos. Asimismo, un 70 % del consumo de agua también está relacionado con esta industria. Este tipo de alimentación no solo es perjudicial para el planeta, sino también para la salud humana», afirmó la experta.

Actualmente, la crisis climática ya está poniendo en riesgo la salud y la calidad de vida de las personas. Cada año aumentan los problemas de malnutrición derivados de la crisis climática y vemos acontecimientos climáticos extremos que causan muertes. La OMS confirma que, entre los años 2030 y 2050, la crisis climática causará 250.000 muertes adicionales al año. Las ponentes afirmaron que es necesario tomar conciencia de que la situación actual tiene un impacto negativo sobre nuestra salud, y que este impacto cada vez será mayor.

Uno de los principales retos de la salud planetaria es la crisis climática.
Foto: Freepik.

¿Qué debemos hacer? Soluciones y medidas 

Para hacer frente a los retos de la crisis climática, Cristina O’Callaghan-Gordo aseguró que debemos estar dispuestos a ceder y a hacer renuncias tanto en el ámbito individual como en el social. «No podemos ignorar la responsabilidad individual. Una quinta parte de las emisiones de CO₂ podrían reducirse solamente con cambios individuales», señaló. 

Por su parte, Mireia Gascon expuso la necesidad de implementar políticas activas para redirigir la economía, la producción de alimentos, el transporte, la movilidad, etc. «Es necesario hacer una transición hacia otros modelos económicos: necesitamos cambios estructurales que dependan de políticas de estado regionales y locales», afirmó la experta. Por su parte, Anna Bach-Faig reclamó la necesidad de integrar las políticas de sostenibilidad a las políticas alimentarias teniendo en cuenta tres dimensiones: la socioeconómica, la saludable y la sostenible. 

De hecho, la mala salud del planeta podría dar lugar a enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico (es un tema que se está investigando). Concretamente, se está estudiando el impacto de la pérdida de la biodiversidad de nuestro entorno en la diversidad de nuestra microbiota (o en la falta de algunas poblaciones bacterianas que pueden ser beneficiosas para nosotros). «Todo esto tiene una repercusión en el desarrollo, la activación y el control del sistema inmunitario», aseguró Mireia Gascon. 

Para generar conciencia sobre la implicación individual en la generación de residuos, las ponentes destacaron la relevancia de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. Mireia Gascón insistió en la importancia de que existan políticas que faciliten la gestión de los residuos. En este sentido, una de las medidas más importantes, tal y como explicó Anna Bach-Faig, es reducir el derroche alimentario tanto en el ámbito de los hogares como en el de la restauración.

Es necesario reducir el derroche alimentario tanto en el ámbito de los hogares como en el de la restauración.
Foto: Freepik.

¿Dónde queremos llegar o dónde tendríamos que haber llegado?

Bach-Faig, O’Callaghan-Gordo y Gascon coincidieron en que es primordial reducir el consumo de carne y consumir más productos y alimentos de proximidad, así como disminuir el uso del transporte privado. Mireia Gascon aseguró que «las dos grandes áreas que emiten más CO₂ (y que, por lo tanto, tienen mayor impacto en el medioambiente) son la agricultura y el transporte». 

Anna Bach-Faig también hizo referencia al objetivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de reducir el derroche alimentario a la mitad. Asimismo, también destacó la importancia de disminuir el consumo de azúcar y de productos ultraprocesados y aumentar el consumo de verduras y legumbres. «Debemos cambiar los hábitos y la producción de alimentos. Es necesario ir hacia una transición agroecológica que tenga en cuenta todos estos flujos de recursos y necesidades», destacó. 

Por último, se habló de la incultura de la población adulta en cuanto a la salud planetaria. Las expertas coincidieron en que es necesario empezar a educar desde la infancia. «Cuanto más pronto tomemos conciencia de que nuestras acciones tienen un impacto directo sobre nuestra salud, más fácil nos resultará aceptar estos cambios de consumo y las renuncias que debemos hacer a escala individual», aseguró Cristina O’Callaghan-Gordo. Sin embargo, debido a la falta de tiempo, concluyeron que es imprescindible actuar en todos los niveles educativos. En este sentido, Anna Bach-Faig aprovechó la ocasión para recomendar una exposición dirigida a jóvenes y adolescentes. Se titula «Menja, actua, impacta» y se centra en el sistema alimentario como una de las principales causas de la crisis ambiental y social actual. 

Recupera la sesión sobre salud planetaria del ciclo Retos aquí:

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Autor / Autora
Redactora de contenidos. 
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