10 proyectos de arte, economía y mercado

31 de agosto de 2012
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Por Pau Waelder

Una famosa cita de Oscar Wilde nos recuerda que «cuando los banqueros se reúnen para cenar, hablan de arte. Cuando los artistas se reúnen para cenar, hablan de dinero.» Sin duda el dinero ha sido siempre una preocupación de los artistas, y ello se ha traducido en algunas ocasiones en obras que trataban acerca del dinero, del mercado y la economía, bien celebrándolos o ironizando sobre las contradicciones que plantean las palabras del poeta irlandés. Hoy en día, la globalización del mercado y el extendido uso de las redes telemáticas y los recursos que ofrecen las técnicas de visualización de datos dotan a los artistas de nuevas herramientas para crear sus reflexiones acerca de la economía. El dinero es ante todo un dato, una serie de números que se alojan en determinadas bases de datos y circulan por Internet. El propio mercado facilita la circulación de estos datos, que habitualmente pueden ser capturados y reinterpretados en obras que se nutren del flujo contínuo de información en tiempo real para crear una determinada visualización o generar un proceso paralelo.

En este artículo veremos una serie de obras que hacen referencia, de forma explícita o bien de manera más sutil, a la economía, el mercado (en especial, el mercado del arte) y nuestra participación en estos sistemas. Las obras se muestran en orden cronológico.

 

Martin Wattenberg – Map of the Market, 1998

Artista e ingeniero informático, Martin Wattenberg es uno de los principales investigadores en el ámbito de la visualización de datos. Entre sus numerosos proyectos, destaca en relación al sector de la economía esta aplicación pionera en la Red, que permitía obtener una representación gráfica de los cambios en los valores de las acciones de las principales empresas que cotizan en Bolsa. Según indica el artista, el objetivo de este proyecto era dar una respuesta rápida a la pregunta: «qué está ocurriendo en el mercado?». El programa convierte los datos obtenidos en tiempo real del mercado de valores en una serie de rectángulos que ocupan la pantalla, mostrando las variaciones en las cotizaciones respecto al día anterior. Esta visualización se convirtió rápidamente en una de las páginas más visitadas de la web, y actualmente forma parte de las herramientas que se emplean habitualmente en la Bolsa.

Carlo Zanni – eBay Landscape (2004-)

Carlo Zanni trabaja habitualmente con los datos que se pueden obtener en tiempo real en la Red para construir imágenes o espacios narrativos en constante transformación. En eBayLandscape, crea un paisaje de inspiración oriental a partir de diversos elementos que se modifican a partir de los datos extraídos de diversos sitios web: el arbusto del primer plano obtiene su textura de la página de portada de CNN.com, el perfil de las montañas se crea a partir de los índices bursátiles de eBay.com y el color del cielo se obtiene a partir de la IP del ordenador desde el que accede el espectador. Este paisaje cambiante pretende ser así más que una simple evocación de la naturaleza y propone observar los cambios que se producen a diario en nuestra sociedad. La referencia a la economía es sutil pero nada banal, puesto que al mostrar los índices bursátiles de eBay hace referencia a un mercado que no es el de las grandes empresas, sino el que crean los usuarios con sus transacciones diarias.

 

UBERMORGEN.COM – Google Will Eat Itself  (2005-2008)

Parte de la trilogía EKMRZ, dirigida a las grandes empresas que han marcado el comercio electrónico (Google, Amazon y eBay), este proyecto de activismo digital del dúo formado por Hans Bernhard y Lizvx junto con Alessandro Ludovico y Paolo Cirio se presenta como un elaborado plan para comprar todas las acciones de Google, con el dinero de Google. A través de una red de webs ocultas, un sistema de anuncios de Google genera clics que la empresa paga a GTTP Ltd. [Google To The People Public Company], una empresa creada por los artistas. El dinero obtenido por este método se dedica a comprar acciones de Google, con lo que teóricamente un día Google se «come a sí misma», pasando a ser propiedad de GTTP Ltd. Según datos facilitados por los artistas, actualmente este sistema ha generado $405.413.19, que han hecho posible la compra de 819 acciones de Google, con lo cual en aproximadamente 202.345.117 años, GWEI sería propietaria de Google.

 

Aaron Koblin – Ten Thousand Cents (2008)

Koblin creó un sencillo programa de dibujo e invitó a miles de usuarios de la plataforma Mechanical Turk de Amazon a copiar un diminuto fragmento de una imagen de un billete de 100 dólares. Cada trabajador obtenía un céntimo de dólar por realizar la tarea, de manera que al completarse los 10.000 fragmentos de la imagen se desembolsó un total de 100 dólares. Con esta obra, el artista cuestiona la tendencia actual a realizar encargos a multitudes con un coste mínimo, la economía virtual y el valor del trabajo manual.

 

Moisés Mañas – Stock (2009)

En STOCK, Mañas crea una interfaz física para la presentación de los datos bursátiles de diferentes entidades bancarias, en forma de un conjunto de gabardinas que oscilan cuando los cambios de los valores son en positivo. Las gabardinas vibran rápidamente intermitentemente, encogiendo los hombros como un guiño, una carcajada, dando una lectura irónica de los fríos datos del mercado.

 

Rafael Lozano-Hemmer – There’s No Business Like No Business (2009)

La pieza de Lozano-Hemmer consiste en un rótulo luminoso que reza «No hay negocio… como la ausencia de negocio». La frase hace referencia a la famosa canción de Irving Berlin «There’s no business like show business» y se presenta como «una cruel luz al final del túnel» en medio de una época de recesión. El parpadeo de la frase es directamente proporcional al número de veces en que la palabra «economía» ha aparecido en los medios de comunicación en la Red durante las últimas 24 horas.

 

Paolo Cirio – P2P Gift Credit Card (2010)

Artista y hacker, Paolo Cirio propone con este proyecto un modelo de financiación alternativo basado en una arquitectura de-igual-a-igual (Peer-to-Peer). Por medio de una tarjeta VISA falsificada, los individuos pueden compartir crédito y redistribuirlo a través de las redes de datos. En la web del proyecto se pueden crear tarjetas de crédito virtuales que pueden enviarse mediante dispositivos digitales.

 

Christa Sommerer y Laurent Mignonneau – The Value of Art (2010)

Sommerer y Mignonneau se cuestionan el valor de las obras de arte según los criterios del mercado en este conjunto de obras que consisten en la combinación de una pintura al óleo comprada en un mercadillo o una subasta y un dispositivo que capta la presencia del espectador ante la obra y calcula el tiempo que dedica a observarla. Los artistas suman al precio de la obra los costes que ha supuesto obtenerla e introducen la suma en el dispositivo. A partir de aquí, cada vez que un espectador observa la obra, en función del tiempo que permanece ante la misma, el dispositivo suma una cantidad al valor de la pieza y lo imprime en un rollo de papel contínuo. De esta manera, la obra va aumentando su valor progresivamente, a la vez que establece una interacción con su público.

 

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Derivart – Cuarto invitado (2011)

Derivart es un colectivo de artistas que trabaja desde hace años en la intersección entre arte, tecnología y finanzas. Testigos de la burbuja inmobiliaria española, que reflejan en varias obras, han presentado recientemente esta aplicación para iPhone que mide la confianza de los mercados financieros en los distintos países de la zona Euro. Presentado como un barómetro tradicional en el que el monje es sustituido por un ejecutivo, el programa se actualiza constantemente con los datos obtenidos de diferentes recursos en la Red.

 

Allora & Calzadilla  – Algorithm (2011)

Pese a no ser artistas que trabajen habitualmente con nuevos medios, Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla introducen en esta obra una interesante reflexión acerca de la economía, a través de un dispositivo electrónico modificado. Se trata concretamente de un órgano tubular conectado a un ordenador y un cajero automático. El usuario puede emplear el cajero para extraer dinero de su cuenta bancaria en la forma habitual. Tras realizar la operación, el órgano ejecuta una breve composición musical, única para cada usuario, que responde a la transacción realizada.

 

 

 

 

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