Las teorías del nacionalismo y la invasión de Ucrania

28 febrero, 2022
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(Más abajo encontraréis la versión en catalán de este contenido.)

Hace más de 40 años Isaiah Berlin publicaba ‘Nationalism: Past neglected and present power’. El título se refería al error de pensar en el nacionalismo como un factor «superado» para entender muchos de los conflictos del mundo. Casi medio siglo después, las teorías sobre el nacionalismo siguen ofreciendo muchas claves para acercarnos a los conflictos contemporáneos, aunque curiosamente a menudo son algunas de sus carencias las que nos ayudan a entender la complejidad del hecho nacional hoy en áreas como el Europa oriental.

Así, los patrones de nacionalización que encontramos a muchos países eslavos como Ucrania o Rusia no siguen los modelos ideales del nacionalismo occidental. Las teorías académicas del nacionalismo no siempre han acomodado adecuadamente la realidad de entornos fuera de Europa Occidental, caracterizados por largos procesos de formación estatal y nacional, con una estabilidad institucional, de fronteras y poblaciones relativamente altas en perspectiva comparada. Esta dificultad se observa en modelos explicativos inductivos como la distinción entre naciones ‘antiguas’ y ‘modernas’ o la más conocida e influyente entre nacionalismo ‘cívico’ y ‘étnico’. El nacionalismo cívico, propio de los estados-nación de la Europa Occidental, sería de carácter político y democratizador, opuesto a un modelo de nacionalismo del Este, de tipo ‘étnico’, que no cumpliría los presupuestos de las teorías que veían la construcción de los estados-nación como un fenómeno moderno ligado de forma funcional a los cambios del Siglo XIX con la emergencia del capitalismo contemporáneo.

Aunque este tipo de distinciones simplistas han sido fuertemente cuestionadas por la literatura, algunas de sus asunciones normativas a menudo se dan por supuesto, como por ejemplo la concepción de los estados-nación como una institucionalización casi necesaria entre una población y un territorio fijos bajo un sistema político unitario. Algunas de estas asunciones siguen generando un problema de comprensión respecto a la articulación del nacionalismo y su papel en muchos de los conflictos de Europa oriental, especialmente en la esfera del debate público. Muchos de los países de la Europa del Este y la región euroasiática tienen una larga historia de diferentes grupos étnicos con orígenes diversos, que han vivido bajo una gran variedad de sistemas políticos -desde ciudades-estado a principados o imperios. Solamente de forma más reciente se han articulado como estados-nación, pero con grandes retos de nation-building y democratización que los diferencian de las trayectorias de los estados-nación de la Europa occidental.

Si nos acercamos al caso Ucraniano, observamos por ejemplo cómo la región eslava tiene su centro histórico en la ciudad de Kïiv, actual capital del estado pero con un papel simbólico más allá de sus actuales fronteras. Las formas de articulación política del Principado de Kiïv, la ‘Rus de Kiïv’ es un mito fundacional (‘mythomoteur’, término acuñado por el historiador catalán Ramon d’Abadal) reclamado por los estados de tradición eslava -y que de hecho da nombre a la propia Rusia contemporánea. Sus características geográficas, como una gran extensión territorial, con grandes llanuras, el río Dniéper como arteria de norte a sur, o la costa del Mar Negro, le otorgan una sensible posición geográfica en toda la zona y en términos históricos ha comportado la existencia de múltiples grupos de población en contacto de procedencia diversa, desde Escandinavia a Asia, con hegemonías y articulaciones políticas inestables y de geometría variable.

Esta complejidad resulta en grandes retos de nacionalización que llegan hasta nuestros días, con el reto de construir y consolidar regímenes democráticos que combinen políticas de ciudadanía e identidades inclusivas para la población actual (ver por ejemplo los trabajos de Taras Kuzio). La historia de Ucrania bajo los dos grandes regímenes del imperio ruso y del régimen soviético han resultado en una configuración social, demográfica y económica compleja. Por mencionar solo algunos ejemplos relacionados con factores tradicionalmente tratados en las teorías del nacionalismo, una de las consecuencias de la historia etno-lingüística ucraniana es la disociación entre lengua de uso, lengua de identificación e identidad. Estos dos últimos factores están fuertemente asociados por la identidad ucraniana, a pesar de que una parte muy importante de la población ucraniana tiene el ruso como lengua habitual (Ver los trabajos de Polese 2014 o Kulyk 2011). Por otra parte, después de la independencia de 1991, Ucrania ha experimentado, según los limitados datos disponibles, unos niveles de exposición a la globalización relativamente elevados en el contexto de las repúblicas ex-soviéticas. Este elemento se relaciona con valores más bajos en algunas variables de nacionalismo utilizadas por la literatura, como el patriotismo o la voluntad de luchar por el país en caso de conflicto armado (Dall’Agnola 2021). Aunque siguen siendo unos valores superiores a los que encontramos en la mayoría de países occidentales, ayudan a entender también los intentos de Ucrania de mirar hacia el espacio de influencia occidental.

Durante los últimos años, la política del régimen de Vladímir Putin no ha hecho más que continuar la línea intervencionista que concibe el país como una extensión natural de Rusia, lo que ha contribuido de forma decisiva a una polarización identitaria respecto a la población de origen ruso, como señalaba por ejemplo un estudio reciente sobre la identidad en la región del Donbas (Sasse & Lackner 2018).

Así, el conflicto que se está viviendo estas semanas con la invasión militar rusa es la expresión de fenómenos históricos que no podemos comprender sin tener una perspectiva histórica amplia, que sea capaz de incluir además las dinámicas que el mundo contemporáneo nos añade, desde el rol de Rusia en el contexto internacional hasta los retos geopolíticos derivados del cambio climático y la energía.

Por esta razón, esta serie de artículos sobre Ucrania que presentamos en el blog de los Estudios pretenden apuntar algunos elementos que nos ayuden a entender algo mejor unos hechos que seguro marcarán la historia futura de Europa.

Para saber más:

Dall’Agnola, J. (2021). Patriots or World Citizens: The Identity of Post-Soviet People in a Globalised World. Europe-Asia Studies, 73(8), 1531-1551. https://doi.org/10.1080/09668136.2021.1874305

Kulyk, V. (2016). Language and identity in Ukraine after Euromaidan. Thesis Eleven, 136(1), 90-106. https://doi.org/10.1177/0725513616668621

Kuzio, T. (2001). Identity and Nation-Building in Ukraine: Defining the ‘Other’. Ethnicities, 1(3), 343-365. https://doi.org/10.1177/146879680100100304

Kuzio, T. (2022). Russian Nationalism and the Russian-Ukrainian War: Autocracy, Orthodoxy, Nationality. Routledge.

Polese, A. (2014). Language and Identity in Ukraine: Was it Really Nation-Building? Studies of Transition States and Societies, 3(3), Article 3. http://publications.tlu.ee/index.php/stss/article/view/83

Sasse, G., & Lackner, A. (2018). War and identity: The case of the Donbas in Ukraine. Post-Soviet Affairs, 34(2-3), 139-157. https://doi.org/10.1080/1060586X.2018.1452209

Weeks, T. R. (2013, març 1). Separatist Nationalism in the Romanov and Soviet Empires. The Oxford Handbook of the History of Nationalism. https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780199209194.013.0010


Les teories del nacionalisme i la invasió d’Ucraïna

Fa més de quaranta anys Isaiah Berlin publicava ‘Nationalism: Past neglected and present power’. El títol es referia a l’error de pensar en el nacionalisme com un factor ‘superat’ per entendre molts dels conflictes del món. Gairebé mig segle després, les teories sobre el nacionalisme continuen oferint moltes claus per apropar-nos als conflictes contemporanis, encara que curiosament sovint són algunes de les seves mancances les que ens ajuden a entendre la complexitat del fet nacional avui dia en àrees  com l’Europa oriental. 

Així, els patrons de nacionalització que trobem molts països eslaus com Ucraïna o Rússia no segueixen els models ideals del nacionalisme occidental. Les teories acadèmiques del nacionalisme no sempre han acomodat adequadament la realitat d’entorns fora de l’Europa Occidental, caracteritzats per llargs processos de formació estatal i nacional, amb una estabilitat institucional, de fronteres i poblacions relativament altes en perspectiva comparada. Aquesta dificultat s’observa en models explicatius inductius com la distinció entre nacions ‘antigues’ i ‘modernes’ o la més coneguda i influent entre nacionalisme ‘cívic’ i ‘ètnic’. El nacionalisme cívic, propi dels estats-nació de l’Europa Occidental, seria de caràcter polític i democratitzador, oposat a un model de nacionalisme de l’Est, de tipus ‘ètnic’, que no compliria els pressupòsits de les teories que veien la construcció dels estats-nació com un fenomen modern lligat de manera funcional als canvis del segle XIX amb l’emergència del capitalisme contemporani.

Tot i que aquest tipus de distincions simplistes han estat fortament qüestionades per la literatura, algunes de les seves assumpcions normatives sovint es donen per descomptat, com per exemple la concepció dels estats-nació com una institucionalització gairebé necessària entre una població i un territori fix sota un sistema polític unitari. Algunes d’aquestes assumpcions continuen generant un problema de comprensió respecte a l’articulació del nacionalisme i el seu paper en molts dels conflictes de l’Europa oriental, especialment a l’esfera del debat públic. Molts dels països de l’Europa de l’Est i la regió eurasiàtica tenen una llarga història de diferents grups ètnics amb orígens diversos, que han viscut sota una gran varietat de sistemes polítics -des de ciutats-estat a principats o imperis. Només de manera més recent s’han articulat com a estats-nació, però amb grans reptes de nation-building i democratització que els diferencien de les trajectòries dels estats-nació de l’Europa occidental.

Si ens acostem al cas Ucraïnès, observem per exemple com la regió eslava té el seu centre històric en la ciutat de Kïiv, actual capital de l’estat però amb un paper simbòlic més enllà de les seves actuals fronteres. Les formes d’articulació política del Principat de Kiïv, la ‘Rus de Kiïv’ és un mite fundacional (‘mythomoteur’, terme encunyat per l’historiador català Ramon d’Abadal) reclamat pels estats de tradició eslava -i que de fet dona nom a la mateixa Rússia contemporània. Les característiques geogràfiques com ara una gran extensió territorial, amb grans planures, el riu Dnièper com a artèria de nord a sud, o la costa del Mar Negre donen una sensible posició geogràfica a tota la zona i en termes històrics ha comportat l’existència de múltiples grups de població en contacte de procedència diversa, des d’Escàndinavia a Àsia, amb hegemonies i articulacions polítiques inestables i de geometria variable.

Aquesta complexitat resulta en grans reptes de nacionalització que arriben fins als nostres dies, amb el repte de construir i consolidar règims democràtics que combinin polítiques de ciutadania i identitats inclusives per a la població actual (veure per exemple els treballs de Taras Kuzio). La història d’Ucraïna sota els dos grans règims de l’imperi rus i del règim soviètic han resultat en una configuració social, demogràfica i econòmica complexa. Per esmentar només alguns exemples relacionats amb factors tradicionalment tractats en les teories del nacionalisme, una de les conseqüències de la història etno-lingüística ucraïnesa és la dissociació entre llengua d’ús, llengua d’identificació i identitat. Aquests dos darrers factors estan fortament associats per la identitat ucraïnesa, malgrat que una part molt important de la població ucraïnesa té el rus com a llengua habitual (veure els treballs de Polese 2014 o Kulyk 2011). D’altra banda, després de la independència del 1991, Ucraïna ha experimentat, segons les limitades dades disponibles, uns nivells d’exposició a la globalització relativament elevats en el context de les repúbliques exsoviètiques. Aquest element es relaciona amb valors més baixos en algunes variables de nacionalisme utilitzades per la literatura, com el patriotisme o la voluntat de lluitar pel país en cas de conflicte armat (Dall’Agnola 2021). Tot i que continúen sent uns valors superiors als que trobem en la majoria de països occidentals, ajuden a entendre també els intents d’Ucraïna de mirar cap a l’espai d’influència occidental.  Durant els darrers anys, la política del règim de Vladímir Putin no ha fet més que continuar la línia intervencionista que concep el país com una extensió natural de Rússia, i això ha contribuït de manera decisiva a una polarització identitària respecte a la població d’origen rus, com assenyalava per exemple un estudi recent sobre la identitat en la regió del Donbas (Sasse & Lackner 2018).

Així doncs, el conflicte que s’està vivint aquestes setmanes amb la invasió militar russa és l’expressió de fenòmens històrics que no podem comprendre sense tenir una perspectiva històrica àmplia, que sigui capaç d’incloure a més les dinàmiques que el món contemporani ens afegeix, des del rol de Rússia en el context internacional fins als reptes geopolítics derivats del canvi climàtic i l’energia.

Així doncs, aquesta petita sèrie d’articles sobre Ucraïna que presentem al blog dels Estudis pretenen apuntar alguns elements que ens ajudin a entendre una mica millor uns fets que ben segur marcaran la història futura d’Europa.

Per saber-ne més:

Dall’Agnola, J. (2021). Patriots or World Citizens: The Identity of Post-Soviet People in a Globalised World. Europe-Asia Studies, 73(8), 1531-1551. https://doi.org/10.1080/09668136.2021.1874305

Kulyk, V. (2016). Language and identity in Ukraine after Euromaidan. Thesis Eleven, 136(1), 90-106. https://doi.org/10.1177/0725513616668621

Kuzio, T. (2001). Identity and Nation-Building in Ukraine: Defining the ‘Other’. Ethnicities, 1(3), 343-365. https://doi.org/10.1177/146879680100100304

Kuzio, T. (2022). Russian Nationalism and the Russian-Ukrainian War: Autocracy, Orthodoxy, Nationality. Routledge.

Polese, A. (2014). Language and Identity in Ukraine: Was it Really Nation-Building? Studies of Transition States and Societies, 3(3), Article 3. http://publications.tlu.ee/index.php/stss/article/view/83

Sasse, G., & Lackner, A. (2018). War and identity: The case of the Donbas in Ukraine. Post-Soviet Affairs, 34(2-3), 139-157. https://doi.org/10.1080/1060586X.2018.1452209

Weeks, T. R. (2013, març 1). Separatist Nationalism in the Romanov and Soviet Empires. The Oxford Handbook of the History of Nationalism. https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780199209194.013.0010

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Autor / Autora
Profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC. Experto en ciencia política en ámbitos de teoría política (teoría de la democracia contemporánea, nacionalismo y territorio). Es investigador del grupo de investigación Turba, vinculado al IN3. Sus líneas de investigación individuales intentan combinar una perspectiva teórica de la ciencia política con una dimensión empírica, especialmente mediante el análisis de unidades territoriales multinivel (desde secciones censales a estados).
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