Rehabilitación y renovación urbana. Aspectos generales y experiencias en Cataluña | Informe síntesis INCASÒL, Barcelona, febrero 2013.
24 febrero, 2014Por Pere Serra i Amengual
Coordinador de Remodelacions. Institut Català del Sòl
INDICE
1. Introducción
2. Tipos de intervención en suelo urbano
– Escenarios
– Respuestas
3. Rehabilitación Urbana
– Tipos de programa
– Los ARI. El caso de Ciutat Vella e INCASÒL
4. Mejora Urbana
– Características generales
– Programas complementarios de INCASÒL
5. Remodelación Urbana
– Casuística y reglas del juego
– Patologías estructurales. Algunos ejemplos
– Causas urbanísticas. Algunos ejemplos
1. Introducción
En el inicio del siglo XXI el paradigma del crecimiento continuo de las ciudades mediante modelos extensivos se está mostrando como equivocado e insostenible. La grave crisis mundial no es tan solo económica sino también social y de modelo, y está poniendo de relieve la necesidad imprescindible de girar la vista hacia el interior de nuestros tejidos urbanos habitados para definir nuevas políticas de intervención. La rehabilitación, la regeneración, la mejora, la transformación de los tejidos urbanos se consolidan como las alternativas sostenibles a un urbanismo desenfrenado que ha llevado las ciudades a crisis de crecimiento.
En el caso de Catalunya esta percepción nació en el último cuarto del siglo XX, coincidiendo con la recuperación democrática de España (1978) y de sus ayuntamientos (1979), y el restablecimiento de una institución de autogobierno como la Generalitat de Catalunya (1980). De inmediato la Generalitat creó un instrumento imprescindible para ejecutar las políticas públicas en materia de suelo: el Institut Català del Sòl o INCASOL (1981).
INCASOL empezó a desarrollar programas imprescindibles de mejora de polígonos de vivienda habitados, recibidos de la administración del Estado como herencia de los modelos de la dictadura en el tratamiento de los contingentes empobrecidos de población que emigraba masivamente a las ciudades industriales. Estos programas, ejecutados en los años 50 y 60, presentaban un lamentable estado de conservación derivado de la mala calidad en la construcción y de la nula inversión en mantenimiento, así como condiciones de gueto social a causa del abandono, a partir de los sesenta, de los controles públicos relativos al uso y disfrute. Nació así una empresa filial, ADIGSA (Administración y Gestión SA) que inició un delicado y difícil trabajo de progresiva regularización de la población usuaria, aproximándose a los movimientos sociales representativos, y programando y ejecutando un programa de obras de conservación y mantenimiento que pusieran al día los parques de vivienda pública traspasados.
Al mismo tiempo se iniciaron programas de intervención en la recuperación de los centros históricos mediante instrumentos de planeamiento y programación a partir del establecimiento de las llamadas AREAS DE REHABILITACION INTEGRAL (ARI), que se fundamentaban en la necesidad de integrar en un único programa acciones urbanísticas (físicas) con acciones sociales y de desarrollo económico. En el año 1986, coincidiendo con la nominación de Barcelona como sede de los JJ.OO de 1992, se pone en marcha el más ambicioso de estos programas que afecta al centro histórico de Barcelona (400 Ha., 100.000 habitantes). La característica más relevante de estos programas es la corresponsabilidad de la administración municipal y del gobierno de Catalunya en su diseño, financiación y gestión. En el caso del ARI de la Ciutat Vella de Barcelona, INCASOL participó como instrumento del Gobierno tanto en la formulación del programa como en la gestión de parte de su contenido.
En los años 90 estalló una nueva problemática que afectó más de 8000 viviendas del parque de vivienda protegida promovida por el estado en los años 50 y 60: la ALUMINOSIS. A partir de un accidente mortal en un edificio del barcelonés barrio del Turó de la Peira, se supo que los elementos estructurales de cemento aluminoso, de utilización masiva en las promociones públicas de aquella época, sometidos a un mal mantenimiento (condiciones variables de humedad) podían perder la totalidad de su capacidad resistente y colapsar. La percepción de la magnitud del problema llevó a asumir un control exhaustivo sobre la totalidad del parque llegando a la conclusión de la necesidad de substituir las viviendas en todos aquellos casos (más de 8000 unidades) en los que la rehabilitación era inviable, bien por la mala calidad de las viviendas, bien por su escasa superficie, bien por la desproporción del coste de rehabilitación respecto del valor de la vivienda existente. Se generó así un PROGRAMA DE REMODELACION DE BARRIOS que obligó a INCASOL a diseñar, planificar, programar y ejecutar procesos integrales de substitución de viviendas garantizando el realojo de las familias afectadas manteniendo todos sus lazos económicos y sociales, es decir: sin traslado geográfico y con los programas sociales de acompañamiento necesarios para garantizar la equidad y la mejora de la calidad de vida en los colectivos más desfavorecidos. Este es, por lo tanto, un programa extraordinario, iniciado en el año 1992, que está ejecutado en más de un 80%, y en el que INCASOL mantiene el rol de promotor troncal estableciendo convenios con los ayuntamientos correspondientes, y contando, de forma intermitente, con la colaboración financiera de la administración del Estado.
Finalmente a principios del siglo XXI (2004) el Gobierno de la Generalitat aprobó una Ley (Ley 2/2004 de Mejora de Barrios y Áreas degradadas) con la finalidad de promover la intervención generalizada en lugares en los que por diversas circunstancias se estaban produciendo procesos de guetización derivados de un nuevo crecimiento inusual de la población emigrante sin recursos y del olvido de zonas concretas por su marginalidad respecto del resto de programas de intervención. En efecto: la población de Catalunya creció de forma exponencial entre los JJ.OO y la crisis actual generando, además de un desarrollo inmobiliario desmesurado y un proceso de encarecimiento de suelo y vivienda absolutamente desbocado, la reproducción de viejos fenómenos de ocupación de espacios obsoletos, muchos de ellos en perímetros urbanos marginados del nuevo modelo extensivo. La ley propone ayudar a los ayuntamientos, a los que encomienda el liderazgo de la gestión, financiando al 50% los proyectos de mejora siempre que cumplan aspectos de integralidad en sus programas: sostenibilidad, equidad de género, nuevas tecnologías, formación, desarrollo económico, etc. En principio el Gobierno sólo pone dinero, pero también en este programa INCASOL ha tenido y tiene un papel relevante. En efecto: como se trata de intervenciones en suelo urbano que suelen producir afectaciones y, por lo tanto, necesidad de creación de vivienda y procesos de realojo, los ayuntamientos confían a INCASOL, en los casos más complejos, el diseño, programación y ejecución de parte de sus programas para resolver las cuestiones relativas a la vivienda y garantizar, de esta manera, el cumplimiento de los objetivos planteados.
En resumen: desde los años 80 INCASOL tiene una participación activa y relevante en procesos de transformación de suelo habitado. Participando junto a los ayuntamientos en programas ARI de rehabilitación integral de centros históricos y asumiendo parte de las operaciones del Programa, liderando el PROGRAMA DE REMODELACION DE BARRIOS durante los últimos 20 años, y colaborando con los ayuntamientos en programas paralelos y complementarios que dan solución y soporte a la mejora integral de barrios y áreas degradadas a lo largo y ancho del territorio, y en el marco de la LEY DE BARRIOS.
Este documento pretende desarrollar mínimamente los conceptos generales y las experiencias específicas de esta ingente labor.