El tabaco: una gran amenaza para el medioambiente

23/05/2022
Foto: Gabriel Almanzar en Unsplash.

Como cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco con un lema concreto que este año es: “El tabaco, una amenaza para nuestro medioambiente”.

El lema elegido para este año puede parecer diferente a los habituales porque no está directamente relacionado con los efectos (directos e indirectos) del consumo de tabaco sino con los efectos perjudiciales que tiene su producción y que suele ser muy desconocido en general.

La campaña tiene por objetivo principal sensibilizar a la población sobre el terrible impacto ambiental que tiene el cultivo, la producción y la distribución de los 7,5 millones de toneladas métricas de hoja de tabaco que se siembran cada año, sin olvidar la mala o inexistente gestión de los múltiples residuos tóxicos que genera.

De hecho, la producción de tabaco tiene un impacto directo sobre la deforestación, el empobrecimiento y explotación de grupos socioeconómicos ya necesitados, la contaminación del agua, el cambio climático, la gestión de residuos y, aunque parezca mentira, la explotación infantil en el trabajo. A continuación, analizaremos el impacto del tabaco en estos ámbitos uno por uno.

DEFORESTACIÓN

Cada año se destruyen unos 3,5-4,3 millones de hectáreas de tierra en 124 países para cultivar tabaco en ellas. Este cultivo favorece, lógicamente, la deforestación al deteriorar el suelo y mermar el rendimiento de esas tierras al dificultar el crecimiento posterior de otros cultivos o plantas.

Esto es especialmente preocupante para los países en vías de desarrollo, ya que son los que concentran la mayor producción de tabaco, lo que los hace depender en exceso de las multinacionales tabaqueras a medio y largo plazo. Esto significa que el mayor impacto negativo sobre el ecosistema recae en los países que cuentan con menos recursos y preparación para enfrentarse a este problema. En cambio, las ganancias multimillonarias que el tabaco genera se cobran en países ricos.

Un segundo impacto sobre la deforestación está en que las hojas de tabaco tienen que secarse o curarse para procesarse. Por ejemplo, en Tanzania cada año se dedican 4.134 hectáreas forestales nuevas al cultivo de tabaco, de estas, 56 se utilizan como combustible para curar lo recogido. Se necesitan 11,4 millones de toneladas de madera en el mundo para el secado de las hojas de tabaco, aumentando la presión ambiental aún más y poniendo a la industria tabaquera como una de las principales responsables de la deforestación y el efecto invernadero del planeta.

Para tener una idea más clara del impacto directo del tabaco en la deforestación solo hay que tener en cuenta que para elaborar 300 cigarrillos son imprescindibles 8 árboles, sin contar la parte necesaria para la fabricación del papel y las cajetillas.

EMPOBRECIMIENTO

Como ya se ha comentado, el 90% de toda la producción de tabaco se encuentra en zonas en vías de desarrollo, países con rentas medianas o bajas que suelen valorar el cultivo de tabaco como una forma de generar dinero relativamente rápido, aunque no tienen en cuenta el impacto a largo plazo. Pero hay que tener en cuenta que el uso de pesticidas, fertilizantes y muchos otros productos químicos deja la tierra debilitada e impide el cambio a corto plazo a otros cultivos ecológicos y sostenibles, endeudando a los/las agricultores/as o facilitando su explotación por las multinacionales al no tener alternativas fácilmente implementables.

CONTAMINACIÓN DEL AGUA

Muy relacionado con el punto anterior encontramos otro de los efectos tóxicos de la producción de tabaco: durante todo el periodo de cultivo se le añade al suelo fertilizantes, pesticidas y muchas otras sustancias tóxicas, sustancias que fácilmente llegan a los torrentes acuáticos envenenándolos. Esto suele ser así porque la mayoría de plantaciones de tabaco se colocan muy cerca de los ríos para poder aprovechar el agua. Lo que hace que la principal fuente de consumo de agua humana y/o animal esté contaminada y siga consumiéndose.

Además, la mayoría de trabajadores/as del tabaco se exponen a todas estas sustancias tóxicas para la salud sin ningún tipo de protección eficaz.

DIÓXIDO DE CARBONO

El cálculo aproximado de los millones de toneladas anuales de dióxido de carbono que la industria tabaquera emite es de 84, siendo 225 mil las toneladas generadas directamente por el consumo de tabaco, nada desdeñable para acelerar o empeorar el cambio climático. Vendría a ser el equivalente a las emisiones producidas por 12 mil coches desplazándose unos 10 mil km cada uno.

EL IMPACTO DE LAS COLILLAS

Tirar al suelo una colilla es tirar un residuo tóxico capaz de contaminar 50 litros de agua directamente al mar. A pesar de que las colillas son un residuo tan tóxico que representa el 30-40% de los residuos que se recogen diariamente en las grandes ciudades, nunca se ha gestionado su eliminación como corresponde.

Hasta dos tercios de las colillas del tabaco acaban libremente en el medioambiente, en las calles, desagües, etc. sin ningún tipo de tratamiento especial para que no lleguen a los vertederos directamente. ¿En qué contenedor se tendrían que tirar las colillas? En cualquier caso, suelen ser ingeridas por diferentes animales ocasionando un gran impacto nocivo sobre su salud y la de sus depredadores.

Las colillas están elaboradas de acetato de celulosa, un material no biodegradable que puede tardar más de 10 años en descomponerse y, además, se han mostrado muy poco eficaces en la protección de la salud del fumador/a, por lo que no tiene mucho sentido su uso. Cumplen más una función dirigida a crear la falsa percepción de menos riesgo al consumir tabaco. Por lo que, aunque lo ideal es erradicar el tabaco de la sociedad, mientras no sea así se debería obligar a las empresas tabaqueras a encargarse de la gestión de sus residuos, así como, a incorporar filtros y otros materiales biodegradables que reduzcan el impacto de los cigarrillos sobre el medioambiente.

EXPLOTACIÓN INFANTIL

Por último, la explotación infantil como mano de obra barata y no cualificada en las plantaciones de tabaco es de sobras conocida, incluso algunas corporaciones como Human Rigths Watch (HRW) hablan de esclavitud en sus informes.

Para una persona menor trabajar en una plantación de tabaco tiene un impacto doble, como mínimo. Por un lado, se reduce o evita la escolarización y, por el otro, tiene un impacto directo importante sobre su salud. Cuando se trabaja sin protección segura es muy frecuente la intoxicación por nicotina al tocar las hojas de tabaco húmedas. Es la llamada enfermedad del tabaco verde.

CONCLUSIONES

La industria tabacalera es la única industria que vende un producto que mata y que es altamente contaminante. Esto hace que dicha industria necesite invertir grandes cantidades de dinero y recursos para esconder el impacto real del tabaco sobre la salud con ideas como el tabaco ecológico o los productos de tabaco que reducen teóricamente el riesgo sobre la salud. Pero, por otra parte, también debe actuar a conciencia para esconder o invisibilizar su impacto, ya que como hemos comentado en este artículo, el cultivo, la producción y la distribución del tabaco sobre el medioambiente.

Así pues, es necesario obligar a la industria tabacalera a informar sobre la evidencia actual sobre el impacto en la salud del consumo de tabaco (activa o pasivamente), sobre la ineficacia de las propuestas y productos dirigidos a crear la falsa sensación de reducción del daño y, sobre todo, sobre cómo la producción de tabaco tiene un terrible impacto sobre el medioambiente y el cambio climático del planeta.


Referencias:

Jew, E. (2017) El tabaco no solo es malo para tus pulmones: también lo es para las comunidades donde se planta. The Conversation. https://theconversation.com/tobacco-hurts-more-than-just-your-lungs-it-damages-the-communities-that-grow-it-86872

National Geographic en Español. (s.f). ¿Cómo afecta el consumo de tabaco al ambiente?. Consultado el 29 de marzo de 2019 en https://www.ngenespanol.com/naturaleza/como-dana-el-tabaco-al-medio-ambiente/

Santamaría Ulecia, JM (2021). Las colillas son un residuo tóxico: ¿por qué no las gestionamos como tal? The Conversation https://theconversation.com/las-colillas-son-un-residuo-toxico-por-que-no-las-gestionamos-como-tal-161912

SEPAR (2019). El tabaco causa un daño importante al medioambiente, aunque ni fumadores ni responsables políticos conocen su impacto. https://www.separ.es/sites/default/files/SEPAR%20NP%20tabaco%20y%20contaminación%20ambiental%20%287%20ene%2019%29%20%281%29.pdf

Wurth, M. and Buchanan, J. ( 2017). A Bitter Harvest. Child Labor and Human Rights Abuses on Tobacco Farms in Zimbabwe. HRW. https://www.hrw.org/report/2018/04/05/bitter-harvest/child-labor-and-human-rights-abuses-tobacco-farms-zimbabwe

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Autor / Autora
Antoni Baena
Director del máster universitario de Salud Digital / eHealth de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC. Doctor en Psicología e investigador de la Unidad de Control del Tabaco del Institut Català d'Oncologia (ICO). 
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