Anna Paré: «El microbioma influye en nuestro comportamiento y estado de ánimo»

19/06/2024
cerebro y alimentación Anna Paré Vidal, profesora colaboradora del máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte.

¿Podemos prevenir el deterioro cognitivo a través de lo que comemos? ¿Existen superalimentos para el cerebro? Anna Paré Vidal responde a estas y otras preguntas en su libro La cocina de la memoria (Lectio Ediciones). Paré es farmacéutica, dietista-nutricionista y profesora colaboradora del máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En esta entrevista nos habla de cómo mantener en forma el cerebro con la alimentación, de la relación entre cerebro e intestino y de su experiencia como docente de la UOC. 

¿Qué te motivó a escribir este libro?

La relación entre la alimentación y el cerebro es un tema que me llamaba la atención y que no había estudiado en la carrera de Farmacia ni tampoco cuando hice el grado de Nutrición Humana y Dietética. Leer el libro No te comas el coco del doctor Linazasoro me hizo darme cuenta de que la alimentación saludable es tan importante para prevenir las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer como lo es para prevenir el ictus, el párkinson o el alzhéimer.

Empecé a investigar y leer más sobre el tema. Un día que hablé sobre ello en La Fonda, el programa de cocina de Pep Nogué en Catalunya Ràdio, él mismo me propuso escribir el libro.

¿Ha cambiado mucho la profesión de nutricionista desde que empezaste? 

Ha habido cambios importantes. Ahora tenemos más conocimientos sobre la microbiota, especialmente lo que denominamos el eje microbiota-intestino-cerebro. Es un tema de mucha actualidad e interesante que nos permite entender mejor algunos trastornos digestivos y lo importante que es la alimentación y nuestro estilo de vida para la salud en general. Y nos queda mucho por aprender. El microbioma es un tema realmente fascinante que tiene relación con el sistema inmunitario, el hormonal y el nervioso. Así, influye en nuestro comportamiento, la reacción ante el dolor o el estrés y también en el estado de ánimo. 

Últimamente se ha hablado mucho de la conexión entre el cerebro y el intestino. ¿Qué relación existe entre ambos? 

Es una conexión bidireccional, así que viaja en los dos sentidos, pero, sobre todo, la información va del intestino hacia el cerebro. Se ha visto que los microbios que viven en el intestino producen una serie de metabolitos que pueden llegar al cerebro y modificar, como hemos dicho, el estado de ánimo, entre otras cosas. 

Cuando hacemos referencia a la memoria y la concentración hablamos de sustancias como la serotonina u otros neurotransmisores que producen las bacterias intestinales y que pueden influir en el desarrollo del cerebro o actuar en las áreas relacionadas con el aprendizaje.

También hay que tener en cuenta que si tenemos una buena salud intestinal, con una buena función de barrera y permeabilidad intestinales, eso se traduce en el cerebro en una mejor función de la barrera hematoencefálica y un incremento de la neuroplasticidad, que es un factor de protección de la pérdida de memoria y de la enfermedad de Alzheimer.

Una buena salud intestinal se traduce en el cerebro en una mejor función de la barrera hematoencefálica y un incremento de la neuroplasticidad, dos factores claves que protegen de la pérdida de memoria y de la enfermedad de Alzheimer.

¿Por qué nos debería interesar leer La cocina y la memoria?

En el libro explico la relación entre diferentes tipos de dieta (concretamente las dietas mediterránea, DASH y MIND) y la salud cerebral, tanto con relación a la prevención del ictus como del deterioro cognitivo relacionado con la edad. También hablo de la relación microbiota-intestino-cerebro, de qué nutrientes son esenciales para el cerebro y en qué alimentos se encuentran, de qué alimentos conviene mantener alejados, de la importancia de una buena hidratación y de qué podemos hacer para mejorar la memoria, más allá de la alimentación. 

Nos debería interesar leerlo si queremos tener una buena capacidad de atención y concentración, para disfrutar de una buena memoria y para prevenir las enfermedades neurodegenerativas, especialmente el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer.

¿A quién se lo recomendarías?

Por ejemplo, a estudiantes o a profesionales que tengan un trabajo que implique mucho trabajo mental y mucha concentración y atención. También a personas que estén preparando unas oposiciones. Y a todos los que quieran prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad o la enfermedad de Alzheimer adoptando unos buenos hábitos alimentarios y un buen estilo de vida.

La fórmula de los centenarios

¿Existen rasgos comunes en la alimentación y la actividad física de las personas que tienen un envejecimiento sano, tanto físico como cerebral?

Tanto la alimentación como la actividad física son dos grandes pilares de nuestra salud. También lo son una buena gestión del estrés y tener un sueño de calidad. Si cuidamos estos aspectos, viviremos con mejor calidad de vida y tendremos un envejecimiento más sano, tanto físico como cerebral. En investigaciones realizadas en poblaciones que viven más de cien años se ha visto que tienen una alimentación sana, que comen poco y se mueven mucho. 

A grandes rasgos, ¿qué tipo de alimentación nos puede ayudar a mantener el cerebro sano y retrasar al máximo el deterioro cognitivo?

Una alimentación que asegure una buena aportación de nutrientes neurosaludables, como por ejemplo grasas de buena calidad ricas en ácido docosahexaenoico (DHA), vitaminas del grupo B, micronutrientes y compuestos bioactivos como los polifenoles o los carotenoides antioxidantes… todo ello nos ayudará a tener un cerebro más sano.

Existe mucha evidencia científica sobre el papel de la dieta mediterránea como protectora del envejecimiento cerebral, pero hay que tener en cuenta que se trata de la dieta mediterránea tradicional, es decir, la que seguían nuestros abuelos, no de la actual. Pensamos que por el hecho de vivir junto al Mediterráneo ya comemos bien, y no siempre es así.

Los superalimentos para el cerebro: bien cerca

¿Podemos decir que hay superalimentos para el cerebro, es decir, especialmente beneficiosos para este órgano?

Sí que los hay, y no es necesario ir a la otra punta del mundo a buscarlos. Hay que asegurar una buena ingesta de pescado, especialmente pescado azul. También el aceite de oliva virgen extra, las frutas ricas en antocianinas —como los arándanos o las cerezas—, las verduras como las espinacas y las acelgas y también el cacao, por citar algunos ejemplos. Además del té y el café. 

Pensamos que por el hecho de vivir en el Mediterráneo ya comemos bien, y no siempre es así.

¿Nos puedes recomendar algunas recetas para mantener la memoria?

El gazpacho de remolacha y cerezas es una de mis preferidas, o la berenjena con café y yogur de oveja, los garbanzos medievales, los boquerones con romesco, la sopa de cacao y almendras… ¡En el libro hay más de cuarenta! ¡Pep Nogué es un chef muy creativo!

Hablemos ahora de tu experiencia como profesora en la UOC. ¿Qué valoración haces? 

Hace seis años que soy profesora colaboradora en la UOC. Trabajar en la formación en línea me permite compaginar esta actividad profesional con otras que tienen un horario más fijo. Soy profesora de ergogenia nutricional y farmacológica en el máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte. Los estudiantes suelen ser mayoritariamente dietistas-nutricionistas y personas que han estudiado Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. También hay, en menor proporción, fisioterapeutas, farmacéuticos y médicos. La gran mayoría viven en España y algunos en América Latina. Es una experiencia muy enriquecedora porque me motiva a actualizar mis conocimientos continuamente ¡y también aprendo de los estudiantes!

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