¿Cómo comunicar sobre nutrición sin perder el rigor científico?

03/03/2022
Foto: Ready made en Pexels.

Según un informe de la empresa de análisis de mercado de consumo NPD Group, el 86% de la población española asegura que está más preocupada por su nutrición que antes de la pandemia de COVID-19. Además, el 63% cree que en un futuro cercano comerá mucho más sano que antes debido a esta concienciación. 

Aprovechar esta tendencia para generar contenido enfocado a la mejora de la salud y la calidad de vida puede ser una buena estrategia para marcas y organizaciones de este ámbito. Sin lugar a dudas, el contenido sobre alimentación y salud es uno de los más demandados entre la población. Sin embargo, es una información que no siempre se ofrece de manera clara, cercana ni basada en fuentes de calidad. 

El principal reto es mantener un equilibro entre la cercanía y el rigor científico

Hablar de nutrición es hablar de información sensible y altamente compleja. Actualmente el gran reto de los profesionales de la salud y de las marcas de nutrición es mantener el equilibrio entre hablar el idioma de la gente y el rigor científico. De hecho, se puede apreciar cómo está disminuyendo la confianza en las instituciones por mantener un discurso demasiado serio y alejado de la sociedad.

Para los profesionales e instituciones que crean contenido en el ámbito de la comunicación alimentaria es todo un reto afrontar esta coyuntura actual. A continuación resumimos las intervenciones de Laura Fernández, directora general del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), y de Andreu Prados, investigador del Observatorio de Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra, en el marco del seminario Cómo comunicar sobre nutrición y alimentación organizado por el área de Nutrición, Alimentación y Actividad Física de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC. 

Fernández y Prados apuntaron algunas claves para conciliar la transmisión de información basada en evidencia manteniendo un discurso amigable y que al mismo tiempo resulte interesante para la población.

¿Cómo podemos mejorar la comunicación alimentaria? 

Hoy en día hay muchos factores en el escenario comunicativo que no controlamos. Por este motivo, tenemos que poner el foco en aquellos aspectos que controlamos: los mensajes que emitimos. Durante su ponencia, Andreu Prados aseguró que hay tres grandes retos que tenemos que plantearnos como portavoces de estos mensajes:

  • ¿Qué vale la pena comunicar? Investigar qué comunicar en el ámbito de la alimentación, que sea de interés para nuestra comunidad y que tenga coherencia en nuestra estrategia de comunicación.
  • La importancia del contexto de la información en nutrición es esencial. Tenemos que basarnos en los estudios de calidad para dar respuesta a las preguntas sobre alimentación y salud, ya que nos dan mucha certeza en nuestras comunicaciones. Esto nos hará diferenciarnos de todos los otros agentes que comunican sobre nutrición y que no tienen la misma autoridad.
  • En qué medios y canales debemos centrar la comunicación sobre nutrición y alimentación. Como profesionales de la salud y como marca debemos estar presentes donde buscan nuestros clientes y pacientes. Es por ello que debemos aumentar nuestra presencia en esos canales e interactuar con nuestra comunidad.

España es uno de los países con menor nivel de alfabetización en materia de salud 

En España aún queda mucho camino por recorrer a la hora de educar correctamente en términos complejos de salud y de alimentación al público general. Según los últimos estudios publicados, España es uno de los países de la Unión Europea con un menor nivel de alfabetización general en materia de salud. Durante su ponencia, Prados destacó que “debemos poner especial atención en nuestro lenguaje y en la construcción del discurso para conseguir que la información llegue de manera fácil y que sea accesible para todos”.

Muchas veces hablamos a nuestro público dando por hecho que este ya conoce los antecedentes o el contexto de lo que estamos hablando. Esto es un error. Hay que dirigirnos a cada persona en función del background que tiene sobre ese tema. Para ejemplificar esta idea, Prados explicó cómo abordar la comunicación a través de un caso práctico. 

Cómo abordar la comunicación: caso práctico

Imaginamos que vamos a lanzar un probiótico y tenemos que preparar la campaña de comunicación. Probablemente no podamos realizar la misma campaña con el mismo mensaje para todo el público objetivo. La mayoría de la población no es consciente del problema, por lo que habrá que empezar a hablar sobre qué es el colón irritable, cuáles son sus síntomas, etc. Para las personas que conocen esta problemática, nuestro mensaje se centrará en los beneficios de cuidar la salud digestiva y la microbiota a través de la alimentación. 

Una vez ya haya cierto conocimiento sobre la solución de la problemática que hemos planteado, nuestra misión será comunicar la propuesta de valor del producto en concreto. Por último comunicaremos el precio y las características, ya que nuestro público estará listo para comprar. 

Delante de esta problemática, encontramos asociaciones o iniciativas como el EUFIC. Una institución orientada a los consumidores, sin ánimo de lucro y fundada para hacer que la ciencia sobre la alimentación y la salud sea más accesible y fácil de comprender. Su misión es proporcionar contenidos accesibles, atractivos y basados en la evidencia para inspirar elecciones más sostenibles y saludables, ya que el conocimiento no tiene que ser una barrera para un cambio de hábitos hacia un estilo de vida más saludable.

¿Por qué es importante divulgar la ciencia desde la evidencia?

En el marco de su presentación, Laura Fernández explicó por qué es importante divulgar la ciencia desde la evidencia científica. “Vivimos en un entorno digital en el que los dispositivos móviles y portátiles crean una inmediatez de la información que nos llega desde cualquier lugar y en cualquier momento. Esto democratiza la publicación de contenido y hace que dicha información crezca de manera exponencial y desafíe nuestra capacidad de comprensión y procesamiento de dicha información, lo que nos deja un poco perdidos en un mar de información a la deriva”, aseguró. 

Desafortunadamente, esta información no siempre proviene de fuentes fiables o de expertos y expertas acreditados e incluso a veces puede tratarse de noticias falsas y desinformación. Por este motivo, es importante y urgente contrarrestar este tipo de información, ya que esta infodemia alimenta la desconfianza. 

Es imprescindible la existencia de agentes que traduzcan la ciencia compleja de la alimentación y la salud en contenido accesible. De esta manera, podremos disminuir la mala interpretación de la ciencia y aumentar el pensamiento crítico. Otro aspecto que debemos contemplar es que la gente se vuelca hacia fuentes con las que puede establecer una conexión y con las que se identifica, a la que entienden y comparten sus opiniones y emociones. 

El contenido visual, un aliado en la comunicación en nutrición 

Las personas retenemos el 80% de lo que vemos y el 20% de lo que leemos. Procesamos las imágenes 60.000 veces más rápido que los textos. El contenido visual se comparte un 40% más en las redes. Es por este motivo que el contenido visual se ha convertido en un aliado en la comunicación de temáticas de nutrición. 

Como usuarios también tenemos mucho poder en la difusión de la información. En este ámbito en el que somos profesionales pero también en todos los demás, deberíamos ejercer un rol de control de la información. Lo hemos vivido muy de cerca con la pandemia y todos los bulos que se han viralizado y es algo que deberíamos aplicar en nuestro día a día. 

“Antes de reenviar una información, sea del tema que sea pero más sobre nutrición, que es sobre un tema que controlamos, debemos contrastar esa información y verificarla antes de hacerla llegar a más personas”, concluyó la directora de EUFIC.

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Autor / Autora
Redactora de contenidos.
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