Simposio Mediatecas: Sesión 4

29 de mayo de 2010

Estudios de caso

En la cuarta y última sesión de la jornada, se han presentado los casos de diversas mediatecas y organizaciones basadas total o parcialmente en España. Han participado en esta sesión Jaime López, Responsable de la Mediateca de Casa Árabe (Madrid), Carme Farrás, Responsable de la Mediateca  de Fundación “la Caixa” (Barcelona), Antoni Mercader, Co-coodinador de GAMA-Gateway to Archives of Media Art, Barcelona, Antonio Santamarina en representación de Rosario López de Prado, Jefa del Servicio de Documentación de la Filmoteca Española (Madrid) y Concha Tejedor, Directora de docuemntación y colecciones fotográficas, Agencia EFE (Madrid).

Jaron Rowan, director de HAMACA-Media Video & Art Distribution from Spain (Barcelona), modera la mesa e introduce la sesión presentando su organización, un archivo de videoarte que no empieza en los 70 pero tiene la ventaja de iniciarse en plena era digital, en 2007. No tiene colección ni bobinas, sino una serie de discos duros donde guardan todos los archivos. Como asociación sin ánimo de lucro, HAMACA está compilando por primera vez trabajos que no se habían historizado ni contextualizado, y aplican el uso de licencias abiertas para ver vídeos online. Cuentan con el apoyo de diversas instituciones: Filmoteca Española, EFE, Casa Árabe, Mediateca Caixa Forum y GAMA (ver perfiles más abajo). Rowan plantea algunos de los principales retos con el que se enfrentan las mediatecas:

  • Responsabilidad: no se puede pedir la misma responsabilidad a una institución publica y a una privada, las publicas deberían publicar online todo el material que adquieren, documentarlo y contextualizarlo.
  • Formatos: los formatos son el principal problema en la distribución de videoarte. No existe un consenso sobre los formatos, y por ello ahora sería, en opinión de Rowan, un buen momento para crear códecs propios con licencia abierta, puesto que ello evitaría depender de formatos cerrados e ir migrando de un formato a otro a medida que se quedan obsoletos.
  • Accesibilidad: los contenidos deben ser accesibles, pero ¿qué es la accesibilidad? ¿basta con poner los contenidos en la Red? Es preciso estudiar los mejores métodos para dar una mayor accesibilidad a los vídeos.
  • Indexación: este es otro problema al no existir un consenso sobre las taxonomías a aplicar. Resulta así muy difícil enlazar dos vídeos, puesto que no se emplean siempre las mismas palabras clave para clasificarlos.
  • Interoperatibilidad: es preciso conseguir que los archivos se comuniquen entre sí, pero esto presenta grandes dificultades, sobre todo si tenemos en cuenta que incluso dentro de las mismas instituciones los sistemas no son los mismos, por ejemplo, en la biblioteca y la sección de archivos audiovisuales
  • Derechos: para garantizar el acceso es preciso disponer de los derechos de autor.  En HAMACA consideran que la accesibilidad incluye la posibilidad de que el usuario descargue el vídeo, lo modifique y reutilice. No obstante, ¿es esto deseable en todos los casos?
  • Sostenibilidad: ¿cómo se financia y sostiene un archivo? No sólo es preciso un fondo para crear un archivo, sino que también es preciso mantenerlo, teniendo en cuenta que aunque no se ocupe un espacio físico, los servidores y las bases de datos también generan gastos y requieren un mantenimiento regular.
  • Rentabilidad: ¿debemos generar rentas a través de los archivos? ¿Qué mecanismos de renta tenemos? La cuestión de la rentabilidad se sitúa en un delicado equilibrio con el principio de accesibilidad. ¿Cuándo de debe cobrar, se pueden establecer niveles de acceso según el pago de cuotas?

En opinión de Rowan, las mediatecas deben ser archivos Red, accesibles y disponibles en una red de instituciones con protocolos abiertos que permiten que los documentos dialoguen entre ellos. Aquí surge el último problema: cuanta más información contiene un archivo, más difícil es acceder a lo que buscamos. ¿Cómo evitar la entropía?

Jaime López, Responsable de la Mediateca de Casa Árabe (Madrid), presenta la Casa Árabe, un instituto internacional del mundo musulmán y la cultura árabe que se inspira en el legado intelectual de Edward W. Said y tiene por misión ser doble difusor de las relaciones árabes y musulmanas entre la sociedad europea y viceversa. Centro de documentación, colección de documentos y recursos digitales, cuenta con una mediateca física, un espacio de documentación y un sitio web. La mediateca física se ha creado siguiendo un criterio de máxima accesibilidad y usabilidad. Ofrece sus fondos con libre acceso y cuenta con una sala con 26 ordenadores para consultar tanto su intranet como Internet, además de una sala de televisión con canales árabes visa satélite. La misión principal del centro es mostrar la otra cara del mundo árabe, y constituye una iniciativa pionera en España, según López. En el archivo emplean la normas standard de catalogación MARC 21, las propiedades de metadatos descritas en el proyecto Dublin Core y el formato de codificación de caracteres Unicode UTF-8. López indica que las bibliotecas de temática árabe en general no usan la lengua árabe para la catalogación sino adaptaciones a la lengua castellana, de manera que si no se conocen las lenguas de transcripción no se pueden recuperar los archivos. No hay base de datos de cultura árabe en España y esta es una de las misiones de Casa Árabe. Uno de los desafíos que afronta es la interoperabilidad entre catalogo colectivo (DIWAN) y la base de datos de recursos electronicos (Minzar/ Masdar), que incluye contenidos de texto, audio y vídeo convertido en formatos de uso extendido (PDF, mp3, flv). Con un fondo de 1.742 recursos, el establecimiento de un catálogo colectivo permite el procesamiento transversal de la información, así como su visualización en lengua árabe. El objetivo principal es que se puedan obtener los mismos resultados al hacer una búsqueda en lengua árabe o en castellano, de manera que sea mucho más fácil para el usuario acceder a los contenidos y que su búsqueda no se vea alterada por el idioma empleado.

Carme Farrás, Responsable de la Mediateca de la Fundación “la Caixa” (Barcelona), presenta este espacio de Media Art integrado físicamente en el edificio CaixaForum de Barcelona. Pionera como mediateca, se crea en 1994, dedicada a la creación multimedia y audiovisual. La Mediateca ha ido construyendo desde entonces una Colección de Vídeo de ediciones múltiples con el objetivo de facilitar su visionado y ofrecer documentación de referencia para su contextualización en el ámbito de la historia del arte. Es actualmente una de las despositarias más importantes del mundo en cuanto a ediciones de obras de videoarte. Entre 1994 y 2002 se encuentra en el Palau Macaya, donde inicia la colección de videoarte, con un fondo documental en diferentes formatos analógicos: discos de vinilo, cds, vídeos, etc. En 2002 se traslada a CaixaForum, e inicia la digitalización de la colección de videoarte. En 2009 se abandonan los temas más genéricos y se centran en Media Art y Cultura Digital: Fotografia, Cine, Video Musica y Tecnología, Internet.

La mediateca se divide en tres bloques: un archivo de video, un espacio documentación y el sitio web. Una de las características distintivas de la mediateca es la creación de dossieres multimedia que pueden ser consultados en línea y ofrecen una aproximación particular a los contenidos de la Mediateca. Pueden ser itinerarios temáticos (rutas guiadas por los fondos de la Mediateca), monografías y dossieres de artista (con los que se da a conocer su trayectoria) y proyectos artísticos (un archivo de trabajos vinculados a un proyecto). La Mediateca cuenta además con espacios de proyecciones, como i-TUBE CXF, que acoge proyecciones de trabajos de alumnos de escuelas de cine y vídeo así como programas comisariados o Canal Mediateca, un espacio permanente de proyecciones que tiene por objetivo revisar las obras del archivo por medio de programas de visionado continuos, así como muestras comisariadas que ofrecen diferentes visiones de la Colección de Media Art. Por otra parte, la Mediateca establece  colaboraciones con festivales como LOOP, el conocido festival de videoarte de Barcelona. La mediateca ofrece en la Red los mismos recursos que la intranet, si bien sólo se pueden consultar fragmentos. Los retos futuros de la Mediateca son realizar proyectos con otras instituciones, colaborar con centros de producción e incorporar nuevas temáticas, así como expandir en la red las programaciones.

Antoni Mercader, Co-coodinador de GAMA-Gateway to Archives of Media Art explica que GAMA es una operación de estrategia interoperativa, implicando a 19 instituciones que trabajan juntas para articular ocho archivos distintos, en diversos países europeos (ARGOS center for art & media, Ars Electronica, C³ Center for Culture & Communication, Filmform, Heure Exquise!, Les Instants Vidéo, Netherlands Media Art Institute / Montevideo, SCCA-Ljubljana), con un total aproximado de 10.000 archivos. El proyecto se inició en 2007, con el objetivo de establecer un portal europeo único para las mediatecas del continente, que hiciese accesibles sus contenidos a comisarios, artistas, investigadores, académicos y mediadores. El programa ha contado con un presupuesto de 1,2 millones de Euros. La plataforma tiene por objetivo ofrecer acceso en diversos idiomas a un contenido que supone el 55% de las obras de Media Art que se pueden encontrar en los archivos culturales y distribuidores de Europa. En el futuro, aspira a expandir su alcance para ser el portal de referencia de todos los archivos europeos de media art. El usuario puede visionar previsualizaciones de obras de videoarte y cine experimental, así como performances e instalaciones o documentales de festivales como Ars Electronica.

Los puntos débiles de esta organización, según indica Mercader, son la sostenbilidad y la rentabilidad. Los archivos no lucen, dice Mercader, y por eso no reciben mucho apoyo de las instituciones. El futuro es desalentador, y por ello es precisa una unidad de los implicados en la conservación de archivos de media art. Mercader concluye su intervención abogando por la idea de decrecer, en vez de crecer: «Deberíamos hacer un esfuerzo para asumir una produccion de sentido común, y un común acuerdo de producción de sentido».

Antonio Santamarina, en representación de Rosario López de Prado, Jefa del Servicio de Documentación de la Filmoteca Española (Madrid), ha descrito los numerosos fondos de la Filmoteca, que incluyen tanto los fondos fílmicos, como fondos sonoros, otros documentos tales como carteles, fotografías, libros y revistas, y objetos relacionados con la historia del cine y el pre-cine: cámaras, linternas mágicas, zootropos, daguerrotipos, ferrotipos, sombras chinescas, proyectores, material de laboratorio y otros aparatos que se extienden en el tiempo desde el siglo XVII hasta nuestros días. La Filmoteca Española fue creada en 1953 y desde 1956 es miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). Sus funciones principales incluyen la recuperación, preservación, restauración, documentación y catalogación del patrimonio cinematográfico, así como de cualquier otro elemento relacionado con la práctica de la cinematografía. En este sentido, la Filmoteca recibe desde 1964 por ley una copia de toda película que haya recibido alguna ayuda o subvención del Estado. También custodia los fondos de algunas productoras cinematográficas, pero sin tener derecho a distribuir los films.

Hoy en día, la Filmoteca se enfrenta a los mismos problemas que afectan a muchos otros archivos, con la complejidad añadida de la larga historia del cine (en relación con la del vídeo y el Media Art) y su diversidad de soportes y taxonomías. Los fondos se han incluido en diversas bases de datos, PETA -combinación de PECA y PEFI-, como base de datos catalográfica de películas; SOUL, para la gestión de materiales fílmicos y sus derechos; LORIS, donde se catalogará el archivo gráfico; y ABSYS, como aplicación estándar para gestión bibliotecaria. En estas bases de datos se emplean los standards MARC y Dublin Core (véase el Plan de Digitalización de la Filmoteca Española). En este proceso se debe resolver la falta de integración de las bases de datos, la normalización terminológica (con integración de términos de Latinoamérica), la integración de las bases de datos y la renovación del sistema de clasificación de archivos fílmicos de la FIAF, que tiene ya 10 años de antigüedad. El objetivo de estas acciones es conseguir un archivo que pueda consultarse en cualquier parte del mundo y facilite para cualquier búsqueda elementos relevantes de las distintas colecciones, de manera que sea posible relacionar, por ejemplo, un fondo fílmico con determinado documento bibliográfico o sonoro.

Concha Tejedor, Directora de documentación y colecciones fotográficas de la Agencia EFE (Madrid) indica que los archivos no han interesado hasta que no han empezado a tener rentabilidad económica. Al digitalizar y catalogar los archivos, afirma Tejedor, pueden reutilizarse como colecciones, y como muestra presenta una galería de fotos del archivo de EFE que coinciden con la palabra clave “beso” y que presenta en formato de pase de diapositivas. Este sencillo uso constituye un ejemplo del potencial de los archivos para generar nuevos contenidos al ser reutilizados sus documentos más allá de su uso inicial.

Frente a los retos de sostenibilidad y rentabilidad, EFE ha optado por comercializar su Fototeca, compuesta por 15 millones de fotografías, de las cuales cuatro millones pueden ser vistas en Internet. En su archivo entran además una media de 1.500 fotos diarias. La digitalización de la Fototeca se inició hace 10 años con el propósito de hacer visible el archivo como soporte de memoria colectiva. Además de salvar el material de una posible destrucción, se centró en recuperar el trabajo de fotógrafos olvidados y rescatar las mejores imágenes puesto que era imposible digitalizar todas las imágenes. Al respecto, Tejedor afirma que es preciso llevar a cabo una selección, puesto que muchas imágenes son muy repetitivas o no tienen calidad. La redifusión de las imágenes de archivo permite recuperar la memoria histórica y también a los autores que habían sido olvidados puesto que durante muchos años el fotoperiodismo no había obtenido el reconocimiento que merece.

Como retos de futuro, la Filmoteca se plantea acuerdos con instituciones y archivos públicos y privados, como por ejemplo la participación con agencias europeas en un archivo de 1 millón de imágenes de las distintas agencias, disponibles en baja resolución para instituciones educativas.

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