Relaciones Internacionales: perfiles laborales y adaptación al nuevo contexto global

Feria Virtual de Empleo. Ponencias y charlas sobre empleabilidad: RELACIONES INTERNACIONALES: PERFILES LABORALES Y ADAPTACIÓN AL NUEVO CONTEXTO GLOBAL.

Ponente: Eduard Soler, Profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Barcelona, Consultor en la UOC e investigador Senior Asociado en el CIDOB (Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona).

Eduard Soler es Doctor en Relaciones Internacionales y Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente, trabaja como profesor asociado de Relaciones Internacionales en la Universitat Autònoma de Barcelona y ocasionalmente, colabora en otros programas de educación superior y formación (IBEI, UOC, College of Europe). 

Durante 17 años, de 2005 a 2022, trabajó como investigador en el CIDOB (Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona) y sigue colaborando con este think tank como investigador asociado senior.

Una brillante trayectoria en la que merece la pena destacar estos importantes logros: de 2016 a 2019 fue el coordinador científico de MENARA, un proyecto H2020 sobre geopolítica de Oriente Medio y el Norte de África; de 2013 a 2022 lideró el equipo de El Hiwar, un proyecto de formación euro-árabe implementado por el Colegio de Europa; y en 2010 fue adscrito como asesor en la Unidad del Mediterráneo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España durante la presidencia de la UE.

Sus áreas de especialización son: geopolítica, prospectiva, política exterior, Turquía y la región de Medio Oriente y África del Norte.

La extensa carrera de Eduard Soler en el ámbito de las Relaciones Internacionales (más de 20 años), hacen de este investigador la persona idónea para mostrar el panorama actual de este campo, los perfiles laborales más demandados, así como los rasgos principales de la personalidad de las personas que se dedican a este sector.

Las relaciones internacionales en el sector público y privado

Básicamente, existen dos áreas principales donde es posible desarrollar distintas carreras profesionales vinculadas todas ellas con las relaciones internacionales. Se trata del espacio público y el privado. «En cuanto al primero,  a todos nos viene a la cabeza, el cuerpo diplomático. Ahora bien, también existen otros grupos situados en niveles subestatales, es decir, a nivel de Comunidades Autónomas, regionales, e incluso, urbanas», señala Soler quien asegura que uno de los ámbitos que actualmente está experimentando un auge excepcional es el de las relaciones internacionales desde el entorno urbano.

En este mismo ámbito, el público, existe un amplísimo abanico de oportunidades donde es posible enfocar la relaciones internacionales. Así, «se pueden encontrar trabajadores de esta disciplina en el Centro Nacional de Inteligencia, en ámbito de la seguridad o como personal dedicado a la docencia y la investigación. Así mismo, existe un número importante de personas que trabajan en la política internacional de forma activa, es decir, que están en partidos políticos como asesores o como representantes», puntualiza. 

En cuanto al sector privado, el experto destaca que cada vez más sus antiguos alumnos están encontrando una vía de empleabilidad en lo que ahora se denomina asuntos públicos. Este nicho de mercado laboral consiste en el manejo de «las conexiones entre lo internacional y lo doméstico de las grandes empresas transnacionales», aclaró Soler quien añade otra figura importante del ámbito de las relaciones internacionales en un contexto privado: el analista de riesgos. «Una posición que, en un momento como el que vivimos en la actualidad, seguramente es de los más demandados». Y añade: «Otro de los clásicos es el perfil de las personas que trabajan en grandes organizaciones no gubernamentales, como por ejemplo, para la sede central de Amnistía Internacional. También, hay oportunidades en los think tank o laboratorios de ideas».

Por otro lado, es importante tener presente que en este sector «se trabaja mucho por proyecto. Y ahí, es donde han emergido grandes y pequeñas consultorías donde las habilidades de diseño, implementación y evaluación del proyecto, son algunas de esas posibles salidas laborales», concluye. 

Una opción que combina muy bien con otras disciplinas

En muchas ocasiones, los estudios de Relaciones Internacionales vienen a complementar otro tipo de formaciones. De hecho, es posible comprobar cómo «de la gente que hace esta carrera profesional, muchos no se han formado en relaciones internacionales, entre otras razones, porque hasta hace relativamente poco tiempo, no existían los estudios de esta disciplina. Muchos de estos profesionales estudiaron economía, derecho, ciencias políticas… Sin embargo, es muy posible que todo esto cambie en poco tiempo», asegura Soler quien considera que al ser una disciplina nueva, es posible que sea una moda, una tendencia que está por ver si se consolida o se desinfla». 

Ahora bien, de lo que sí está seguro el experto es de que las relaciones internacionales son una disciplina que combina muy bien con otras: «Es un buen «mixing», asevera. Algunas de las materias con las que casa bien son: ciencias políticas, derecho, economía o periodismo. Aunque, Soler sugiere que sería buena idea ir más allá y pensar en otros «mixings» menos habituales que dan como resultado mezclas únicas. Por ejemplo, personas cuya formación principal sea antropología, estadística, medicina, psicología, ciencias ambientales, geografía, ingeniería de datos, logística, transporte…

¿Qué habilidades son necesarias para trabajar en Relaciones Internacionales?

«En este sector hay que saber de todo y ser especialista el algo concreto. Es una habilidad fundamental, saber identificar un nicho en el que sea posible ser experto», recalca Soler y añade una serie de talentos que considera útiles para desarrollar con éxito una carrera profesional en este sector:

– Saber combinar habilidades. Y, para que quede clara esta idea, remarca que  las personas que trabajan en relaciones internacionales tienen que «investigar como académicos, pensar como políticos y comunicar como periodistas».

– Combinar la formación reglada con la no reglada. De esta manera, será posible proyectar mejor la singularidad del perfil profesional. 

– Aportar experiencias vivenciales. Por ejemplo, haber vivido durante un tiempo significativo en un país será, sin duda, un punto positivo que facilitará la inserción laboral. 

– Construir relaciones interpersonales. Contar con una agenda de contactos y hacerla crecer es fundamental en todos los sectores, pero en este, todavía puede serlo más. 

La prueba de que Relaciones Internacionales es tu sitio

Es habitual no tener claro al 100% el camino profesional que se quiere emprender. De modo que para acercarse lo máximo posible a ese porcentaje, Soler propone hacerse algunas preguntas a modo de «pistas» que pueden resultar muy útiles. Así, si respondes afirmativamente a estas tres preguntas es muy posible que tengas madera para dedicarte a las Relaciones Internacionales :

1. ¿Qué tipo de productos culturales consumes? Pregúntate qué género de películas ves, qué tipo de libros son tus preferidos o si te interesa la música de otros países. Suele ser muy significativo el hecho de mostrar interés por la música internacional
2. ¿Tuviste en tu infancia la curiosidad por aprender idiomas poco convencionales? Si es así, es muy posible que las Relaciones internacionales sea lo tuyo.
3. ¿Cuando eras niño te gustaba coger un atlas y simular que viajabas de un país a otro? ¿Memorizabas las capitales del mundo? ¿Eras capaz de describir el itinerario a seguir para ir de una punta a otra del planeta?

En el extremo opuesto, Soler plantea que:

– Si no estás dispuesto a dejar tu casa y vivir en otro país, es muy probable que esta profesión no sea la tuya. 

– Si no interactúas en redes sociales con alguien de fuera de tu país, quizá tu vocación está en otra disciplina.

– Si no estás al día de los principales acontecimientos de carácter internacional, como la Cumbre del Clima, es un indicativo de que este no es tu camino.

En definitiva, si te has identificado con estas situaciones, según Soler, quizá deberías replantearte si los estudios de Relaciones Internacionales son tu mejor decisión. 

Adaptabilidad, una habilidad sine qua non

Vivimos, sin duda, un período de constantes cambios en infinidad de ámbitos, siendo, la mayoría de ellos, rápidos, bruscos, y en muchos casos, definitivos. Ahora bien, este contexto de transformación, aparentemente única, no es, en opinión del experto, algo especial. A lo largo de sus más de veinte años de carrera, Soler ha vivido épocas marcadas por acontecimientos que han cambiado la historia de numerosos países. Tal y como él mismo explica: «A pesar de ser un experto en temas relacionados con Turquía, en la década de 2010, cuando llegó la «primavera árabe», tuve que ponerme al día con todo lo relacionado con los países limítrofes con Turquía». Con esto, el experto quiere evidenciar la necesidad de estar siempre atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor y a adaptarnos a las nuevas circunstancias. E incluso, va más allá y defiende el acierto que supone saber adelantarse a las demandas laborales. «Tener ese tipo de intuición puede ser la clave del éxito. Ejemplo de ello es una alumna que tuve en plena pandemia de la COVID-19 que decidió estudiar Relaciones Internacionales y Salud. Fue contratada en la Organización Mundial de la Salud, ya que era un perfil perfecto en ese contexto», argumenta.

Un último consejo del experto…

Para terminar, el profesor e investigador, expresa una última reflexión, sin duda, muy valiosa para los futuros expertos en relaciones internacionales: «La construcción de una carrera profesional en esta disciplina requiere mucha sedimentación. Se trata de un camino largo que exige mucha persistencia en sus inicios». En definitiva, Soler recalca la importancia de cultivar la paciencia si uno quiere dedicarse a las Relaciones Internacionales.