La telemedicina en Latinoamérica: Preparados, listos, clic

10/09/2020
Implentación telemedicina Latinoamérica Foto: PIXNIO

Tras el distanciamiento físico provocado por la crisis surgida de la pandemia de la Covid-19, la telemedicina se ha convertido de repente en «la nueva forma normal» de acceder a la atención médica. Francesc Saigí Rubió, profesor agregado de los Estudios de Ciencias de la Salud y director del Centro Colaborador de la OMS en eHealth, expuso esta transformación en el webinar “COVID-19 y Telemedicina: Preparados, listos, clic», enmarcado en el ciclo Compartir-Escuchar-Actuar, COVID 19: El potencial de la Salud Digital y los Sistemas de Información para la Salud (IS4H) en la lucha contra la pandemia, una serie de seminarios virtuales organizados por el Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en colaboración con la División de Salud y Protección Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Una iniciativa, ésta, pensada para ayudar a los países de Latinoamérica a implementar y desplegar la telemedicina de manera definitiva en sus sistemas de salud.

La pandemia por Covid-19 y la necesidad de la telemedicina

La irrupción este año de la pandemia de Covid-19 ha puesto en primer plano la importancia y la utilidad de la telemedicina -y la salud digital en general-, para proporcionar una manera de poner en contacto a pacientes y profesionales de la salud cuando no es posible una consulta en persona.

Las teleconsultas son una forma segura y efectiva de evaluar los casos sospechosos de Covid-19 y de guiar el diagnóstico y el tratamiento del paciente, minimizando el riesgo de transmisión de la enfermedad. La telemedicina también permite que muchos de los servicios clínicos clave continúen operando regularmente y sin interrupción en el transcurso de una emergencia de salud pública.

Es por este motivo que se ha puesto en marcha la iniciativa del ciclo
Compartir-Escuchar-Actuar, COVID 19: El potencial de la Salud Digital y los Sistemas de Información para la Salud (IS4H) en la lucha contra la pandemia, una serie de seminarios virtuales organizados por el Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en colaboración con la División de Salud y Protección Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Una propuesta que, como comenta el Dr. Sebastián García Saisó de la OPS “surge de la necesidad de generar oportunidades, avanzar en la transformación digital en los países, que implica espacios muy convenientes en estos momentos, como la telemedicina. Esto implica estar preparados”, y por lo tanto nace con el objetivo de debatir con expertos, redes especializadas, organismos internacionales y la academia sobre las necesidades de los países en la respuesta a la pandemia y las oportunidades que presenta la telemedicina.

Una herramienta previa a desplegar la telemedicina

Para poder desarrollar, implementar y desplegar la telemedicina en Latinoamérica, debe tenerse en cuenta dos aspectos claves: uno es que la legislación sobre telemedicina varía en los diferentes países; y el otro es que cualquier institución de salud interesada en implementar servicios de telemedicina deberá evaluar su nivel de madurez antes de hacerlo.

Para poder valorarlo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han creado una herramienta de medición del nivel de madurez de las instituciones de salud para implementar servicios de telemedicina, ideada en colaboración con instituciones y expertos en telemedicina y el uso de TI en salud pública de la Región de las Américas y España, entre las que se encuentra la UOC.

Cómo implementar la telemedicina

En el segundo Seminario Virtual “Covid-19 y Telemedicina: Preparados, listos, clic” del ciclo Compartir-Escuchar-Actuar, Covid 19: El potencial de la Salud Digital y los Sistemas de Información para la Salud (IS4H) en la lucha contra la pandemia, Francesc Saigí, profesor de los Estudios de Salud de la UOC y experto en telemedicina y e-health,y director del Centro Colaborador de la OMS en eHealth, expuso cómo debería ser el proceso de implementación y despliegue de la telemedicina.

Cómo implementar la telemedicina

La introducción de la telemedicina no es exclusivamente una cuestión tecnológica. La implementación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en general, y de la telemedicina en particular, debería ir acompañada de una serie de cambios en los servicios de salud (organizativos, gestión, culturales, etc.),… en definitiva, un proceso que hasta que apareció la Covid-19 requería meses, y que a raíz de la pandemia se ha conseguido reducir en días. A pesar de ello, estas barreras siguen perdurando si no són debidamente abordadas durante su diseño e implementación.

Facilitadores en la implementación de la telemedicina

  • la necesidad (clínica-asistencial).
  • las políticas públicas
  • el entorno
  • los mecanismos de evaluación
  • la usabilidad
  • la coparticipación con los demás miembros de la organización
  • las cuestiones legales
  • el think big: pensar en más allá e ir hacia otros ámbitos, como la educación
  • la predisposición cultural
  • los recursos
  • el liderazgo médico

Barreras de la telemedicina durante la Covid-19

  • Tecnológicas: cuestiones como la infraestructura, la cobertura, la confidencialidad y la protección de datos, la complejidad de las soluciones, etc.
  • Organizativas: cuestiones como la necesidad de (re)diseñar el modelo asistencial, la falta de alineación estratégica del nuevo servicio de telemedicina en la organización, la corresponsabilidad, la aparición y redefinición de roles, la necesidad de formación en un entorno cambiante, etc..
  • Humanas: cuestiones tan importantes como la resistencia al cambio, la carga de trabajo, las competencias requeridas, el vínculo emocional y pertenencia al nuevo servicio de telemedicina, las opiniones previas, etc.
  • Económicas: desde los costes de implementación (financiación inicial) a la sostenibilidad del proyecto, incluyendo la inclusión del nuevo servicio en la cartera de servicios.

El avance de la telemedicina: ¿cómo la implementamos?

A petición de la OPS/OMS, se presentó una propuesta metodología para implementar la telemedicina en tres fases: “preparados, listos, ¡clic!”, incluyendo en cada fase aquellos aspectos que se deberían tener en cuenta.

1- Preparados: las variables más importantes para el primer paso son la necesidad (clínica-asistencial) y el liderazgo (médico), con los elementos catalizadores de la financiación inicial, los recursos, el entorno, la infraestructura, la cobertura y los sistemas de información.

2- Listos: estado segundo estado o fase debería empezar una vez el profesional médico haya detectado esta necesidad y tiene los catalizadores descritos en el primer punto. Aquí se debe aplicar la alineación de aspectos organizativos, la coparticipación con los profesionales médicos, el (re)diseño del modelo asistencial, la formación para habilitar las competencias necesarias; a nivel tecnológico la disponibilidad de registros electrónicos de salud con los mecanismos de seguridad, protección y confidencialidad, la usabilidad del nuevo servicio, etc. Y al mismo tiempo, es necesario ir derrumbando las barreras que vayan surgiendo como la resistencia al cambio, la carga de trabajo, el escepticismo o la “pilotitis” (realizar excesivas pruebas piloto).

3- Clic: el estado final pasa por la habilitación de los (nuevos) servicios públicos de telemedicina: en términos legales, su inclusión en la cartera de servicios, contemplando la remuneración económica de la nueva actividad profesional, la evaluación, el think big y la sostenibilidad del proyecto. No podemos incurrir en que una vez pasada la crisis volviéramos al estado inicial, el cambio debería ser en vistas puestas al futuro.

Finalmente, Francesc Saigí apunta las tres áreas más relevantes donde las instituciones académicas podrían hacer una diferencia en el despliegue de la telemedicina:

1-
Capacitación: las instituciones académicas deben ser claves en este punto. Es una de las barreras más importantes detectadas para la instauración de la telemedicina, en Europa y en otras partes del mundo. Esta formación debería ser líquida: virtual y/o presencial, y de manera que la síncrona esté centrada en los contenidos, esto es: contenidos más dinámicos, fácilmente actualizables y más accesibles.

2-
Evidencia científica: para ayudar a convencer a los políticos y tomadores de decisiones sobre la necesidad de desarrollar estos servicios de telemedicina.

3-
Facilitar en la difusión: para visibilizar la telemedicina como una práctica habitual del profesional médico.

Puedes recuperar el webinar completo sobre la implantación de la telemedicina en Latinoamérica aqui:

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Autor / Autora
Editora i redactora de continguts dels Estudis
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