Rhizome Artbase: estrategias para la conservación del arte digital

17 de agosto de 2011

JODI, Globalmove

Por Pau Waelder

La plataforma neoyorquina de arte digital Rhizome ha publicado recientemente un nuevo informe acerca de la catalogación y conservación de su ArtBase, el archivo de arte digital creado en 1999 y que alberga cerca de 2.500 obras. En este documento, titulado DIGITAL PRESERVATION PRACTICES AND THE RHIZOME ARTBASE, el conservador del archivo Ben Fino-Radin expone de manera clara y resumida los principales retos a los que se enfrentan los archivos y colecciones de arte digital, así como las posibles estrategias para garantizar su conservación. Dada la experiencia de Rhizome en la conservación y difusión del net art, el informe constituye sin duda una referencia importante en el estudio de la documentación y conservación de archivos digitales.

La ArtBase empezó siendo, como se solía hacer en muchos sitios web a finales de los noventa, una simple colección de enlaces que progresivamente creció hasta convertirse en un archivo en el que no sólo se conservan fichas de las obras sino también copias de las mismas que pueden consultarse en la Red. Según indica Ben Fino-Radin, los objetivos actuales del archivo son actualmente dos: «facilitar un acceso abierto y gratuito a una colección pública de objetos de arte digital, y conservarlos en un formato de archivo sostenible. La ArtBase se propone conservar los objetos artísticos de la forma más cercana posible a su contexto original, y ofrecer la capacidad de estudiar e interactuar con las piezas y la historia que comunican como colección de una manera estable.» En este aspecto, el conservador destaca que una gran parte de las obras que se conservan en la ArtBase son enteramente digitales, carecen de un soporte físico específico, y por ello no se trata simplemente de catalogar y conservar sino también de facilitar el acceso a las piezas a través de la Red.

Algunos de los retos y estrategias principales con las que trabaja la ArtBase fueron planteadas en 2002 por Richard Rinehart en un ensayo titulado “Preserving the Rhizome ArtBase”, y posteriores aportaciones como la de Ward Smith, quien sugirió en 2008 crear una base de datos más flexible y basada en los estándares empleados en otros archivos a nivel internacional. El informe de Fino-Radin plantea un estado de la cuestión en el que se recogen planteamientos anteriores y se proponen una serie de buenas prácticas.

Tres amenazas para la conservación del arte digital

El autor describe tres riesgos y «vicios inherentes» que afectan a las obras de arte digital y constituyen el principal reto al que se deben enfrentar los archivos y las colecciones que se dedican a preservar este tipo de obras:

  • Dispersión (diffusivity): se refiere a aquellas obras que no están contenidas en un sólo objeto, aquellas que se basan en referencias obtenidos de bases de datos externas, o fuentes de datos en tiempo real, así como a las obras que no se hallan en un sólo lugar sino en varios lugares y plataformas. Un ejemplo de este tipo de obras es Legendary Account (2008-2010) de Joel Holmberg, una serie de acciones en las que el artista acudió a los foros del servicio Yahoo! Answers y se dedicó a plantear preguntas filosóficas  («¿Cómo ocupo el espacio?» «¿Qué se siente cuando estás enamorado?») en lugar de las más banales («¿Cómo debo cepillar a mi gato?») para las que se ha destinado dicho servicio. La obra se halla alojada en los servidores de Yahoo!, lo cual plantea un problema para su conservación en un archivo.
  • Obsolescencia de los datos (data obsolescence): en la medida que las obras de arte digital se nutren de los contenidos que extraen de otras fuentes en la Red, su existencia depende de que efectivamente se produzca una correcta transmisión de datos desde la fuente escogida. Si en dicha fuente se realizan cambios o actualizaciones, el script que se encarga de obtener los datos puede quedar obsoleto y dejar de funcionar. Un ejemplo de ello lo encontramos en la obra Globalmove.us del dúo JODI, que emplea un script de Java para interactuar con el API de Google Maps. La obra no permite ninguna interacción al espectador, sino que crea una acción en base a los datos obtenidos de Google. En el momento en que Google actualice su aplicación, la obra de JODI simplemente dejará de funcionar. Esta particular forma de obsolescencia crea un problema adicional a los artistas, puesto que deben invertir parte de su tiempo y recursos en la actualización de sus obras en lugar de dedicarse a crear nuevos proyectos.
  • Degradación física (physical degradation): se refiere al deterioro se un componente físico de la obra, no tan sólo los soportes de almacenamiento de datos sino también cualquier elemento físico que contenga información digital. Un ejemplo lo encontramos en Dot Matrix Synth (2003), de Paul Slocum, una impresora modificada por el artista de tal manera que, además de generar formas abstractas en el papel, emite una serie de sonidos que pueden controlarse pulsando una consola con ocho botones. La obra de Slocum plantea evidentes problemas de conservación al ser una pieza única con elementos electrónicos desarrollados por el artista. De este tipo de piezas, la ArtBase conserva habitualmente una descripción, una foto y en ocasiones un vídeo.
  • Obsolescencia física (physical obsolescence): la obsolescencia de los soportes digitales, en particular los de almacenamiento de datos, que progresivamente dejan de ser compatibles con los sistemas operativos actuales, no es tratada por el autor en este texto puesto que la mayoría de las obras que se incorporan a la ArtBase lo hacen a través de la Red, lo cual elimina el riesgo de dicha obsolescencia.

Paul Slocum, Dot Matrix Synth (2003)

Archivar y organizar

Una vez enumerados los retos a los que se enfrenta el archivo, el autor describe el proceso que se lleva a cabo actualmente en la ArtBase desde la incorporación de la obra a la colección a su catalogación y conservación. A lo largo de este proceso se plantean ya una serie de retos y estrategias en función de las particularidades de cada obra.

  1. Inclusión: cuestionario de artista. El proceso de archivo se inicia con un cuestionario que el artista debe rellenar. Cualquier artista puede proponer la inclusión de su obra en la ArtBase, para lo cual debe facilitar una información básica acerca de la misma (incluyendo un enlace en el que pueda experimentarse la pieza). Si esta pieza es admitida por el equipo de Rhizome, se facilita al artista el acceso a un cuestionario más completo en el cual debe facilitar información más detallada (especificaciones técnicas, etc.), además de indicar de qué manera considera que debería conservarse la obra. Este cuestionario, basado en el Variable Media Questionnaire, proporcionará a los conservadores una información valiosa acerca de la obra, que se añade también a los metadatos de la ficha.
  2. Archivo: materiales. Los datos obtenidos en el cuestionario permiten evaluar los riesgos que plantea la conservación de la obra y también reunir los materiales necesarios para este fin. Por ejemplo, en el caso de Legendary Account sería necesario copiar las páginas en las que se hallan las preguntas formuladas por Holmberg y las respuestas de los otros usuarios. Se obtendría un archivo HTML con las imágenes necesarias para su visualización, estática (sin posibilidad de interacción ni enlaces) pero conservada en el formato más cercano al estado original de la obra. En cuanto a Globalmove.us de JODI, la conservación es más compleja puesto que requiere los datos de Google Maps, pero aquí Ben Fino-Radin propone una posible colaboración con Google que permita copiar a la ArtBase una versión mínima, de unos pocos territorios, de Google Maps con la que el script de los artistas pudiese interactuar. Con Dot Matrix Synth de Paul Slocum el problema es aún mayor, puesto que tanto la impresora como la consola son objetos físicos. En este caso, sería preciso conservar los planos de dichos aparatos y una descripción precisa de sus funciones en vistas a una emulación futura.
  3. Organización y monitorización. Antes de restaurar una pieza, es preciso detectar que dicha pieza necesita ser restaurada. Dado que las obras alojadas en la ArtBase tienen un carácter dinámico, no es posible predecir cuando van a presentar problemas de obsolescencia o dispersión. Revisar manualmente las 2.500 obras del archivo es imposible, por lo cual Fino-Radin propone dos estrategias para identificar problemas que requieran restaurar ciertas piezas:
    • Scripts automatizados: en el caso de las piezas alojadas en otros servidores, un script puede detectar rápidamente los enlaces que han dejado de funcionar. Para aquellas obras que se alojan en el servidor de la ArtBase, el problema es más complejo. A fin de detectar posibles problemas en el futuro, el cuestionario de entrada incluye la categoría «formato», en la que deben especificarse formatos de archivo, lenguajes de programación y tecnologías empleadas. De esta manera, si una pieza presenta problemas de conservación asociados a un formato en particular, se pueden identificar de inmediato todas las obras de la colección que probablemente compartan los mismos problemas al basarse en el mismo formato.
    • Crowdsourcing: el cada vez más popular recurso del trabajo colectivo (no remunerado) es una opción válida para detectar errores en las piezas que sólo un humano puede apreciar. Para ello, la ArtBase está implementando un sistema que permite a los usuarios informar de un problema con una pieza que hayan consultado. Una vez confirmado el problema, si este tiene relación con el formato de los archivos, se pueden revisar otras obras que empleen el mismo formato.

Joel Holmberg, Legendary Account

Joel Holmberg, Legendary Account (2008-2010)

Estrategias de restauración

Al afrontar la restauración de una obra de arte digital, el autor recoge las tres estrategias establecidas en el marco del Variable Media Network entre 2000 y 2003, cuya aplicación comenta en el contexto de la ArtBase:

  • Emulación: es la simulación de la arquitectura y comportamiento de un sistema operativo antiguo dentro de un sistema operativo actual. En opinión de Ben Fino-Radin, esta solución introduce un nuevo problema, puesto que el emulador antes o después quedará obsoleto. Además, la emulación se ha probado en obras con un soporte físico, mientras que la ArtBase es un recurso en la Red que debe ser accesible por los usuarios con cualquier navegador y sistema operativo. En este caso, una posible solución sería desarrollar el emulador como una extensión que se puede instalar en el navegador del usuario y permita experimentar la pieza sin limitaciones.
  • Migración: es la actualización de formatos de archivo obsoletos a formatos actuales. Esta solución plantea también numerosos problemas, puesto que en el caso de las obras de la ArtBase, muchas se componen de archivos cerrados en formato Shockwave Flash, que requieren tanto el programa de edición (Adobe Flash) como el archivo original empleado por el artista (.fla).
  • Reinterpretación: es la reconstrucción de la pieza con otros medios que den como resultado un producto lo más similar posible a la obra original. En el caso de piezas basadas en software creado por el artista, cuando no se pueden aplicar las estrategias anteriores, puede ser necesario analizar las funciones que lleva a cabo el programa y reproducirlas con un programa nuevo, empleando un lenguaje de programación actual.

Retos para el futuro

El análisis de Ben Fino-Radin concluye con una reflexión acerca de los derechos de autor, a menudo ignorados pero de gran importancia en la conservación de las obras de arte digital. Un objetivo actual de la ArtBase es poder incluir en su archivo no sólo las obras completas, sino también el código fuente que las ha generado, algo que tradicionalmente queda en manos de los artistas y forma parte de sus derechos de autoría. Una segunda cuestión es determinar si este código fuente debe ser privado, restringido al uso de los conservadores, o bien público, y por tanto de libre acceso para que otros artistas o estudiantes lo reutilicen.

También queda por determinar el destino de la documentación generada por el artista en forma de notas, esquemas y otros materiales que sirvan para comprender tanto la obra como la trayectoria y los intereses de su creador. Estas y otras consideraciones describen el complejo panorama de la documentación y conservación de una práctica artística que durante décadas se ha basado en la creación espontánea y el cambio constante, poco consciente de su historia y de la necesidad de mantener vivas sus manifestaciones en el futuro.

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