Sobre el uso efectivo de la inteligencia de negocio (II)

1 octubre, 2012

En el post anterior, con ocasión de la nueva y mejorada edición del Máster de Inteligencia de Negocio de la UOC, revisábamos algunos estudios recientes sobre el uso efectivo de la inteligencia analítica en las empresas.

Me ha interesado también el estudio del Aberdeen Group de Noviembre pasado sobre la implantación de la cosa en las pequeñas y medianas empresas. Es bastante específico y es de los pocos que relaciona el desarrollo de la inteligencia analítica con los resultados empresariales y con las claves de éxito para su adopción y extensión. Las cifras de implantación, los estadios de desarrollo y los motivos del éxito no son muy diferentes: más datos de más tipos para más usuarios de más clases que los necesitan y los usan más deprisa.

FUENTE: Wikipedia. Licencia CC

Los encuestados con un mayor nivel de implantación obtuvieron mayores ingresos,  consiguieron más clientes y obtuvieron más beneficios. Pero este éxito era el reflejo recíproco de su capacidad de implantar y expandir los sistemas analíticos: conseguían integrar más datos en menos tiempo y llegaban a más usuarios que los usaban más intensamente con mayor nivel de satisfacción, doble a uno muchas veces.

El estudio investiga las causas de éxito de estas empresas, los «mejores de la clase» dentro del grupo analizado: un responsable del comité de dirección lidera los proyectos y es el amo del sistema, los diferentes departamentos comparten la información que quiere decir lo mismo para todo el mundo, invierten más en todos sus sistemas de información y también en sus sistemas analíticos. Y, sobre todo, tienen esa cultura de tomar decisiones orientada a los datos, de la que hemos hablado antes. Es probable, como hemos dicho algunas veces y sugiere la investigación académica, que todo ésto sea más fácil en empresas más pequeñas y más «nuevas» que en empresas grandes, los grandes elefantes que no saben bailar (que diría Lou Gerstner).

Profesionalmente, los expertos en inteligencia de negocio siguen escalando posiciones entre los puestos de trabajo con mayor demanda. Ya dijimos que, según el estudio de McKinsey, sólo en Estados Unidos se preveía un agujero de talento de alrededor de más de 150.000 personas en los próximos años. Efectivamente, según los últimos datos de Computerworld, los profesionales de inteligencia de negocio ya ocupan el quinto lugar en las demandas de trabajo de las empresas (los pide un 26%; los primeros siguen siendo desarrolladores avanzados de aplicaciones y jefes de proyecto, como siempre).

El tema es qué quiere decir exactamente ésto. La clase de expertise va desde los más sofisticados analistas de datos (data scientists) y arquitectos (data architects), hasta los que manejan las herramientas de presentación y visualización, jefes de proyecto, administradores de los sistemas, usuarios finales con diferentes niveles de conocimiento y gestores intermedios capaces de lanzar queries o construir extracciones sencillas. Además de la gente del negocio y de los procesos que es capaz de cambiar las operaciones y hacer y decidir cosas con todo ésto. Proyectos mestizos, habilidades mestizas. Un número reciente de la revista «CIO» presenta la primera taxonomía útil que veo sobre esta clase de profesión.

Todos tienen dos características en común: son gente curiosa (no es que sean raros, es que les puede la curiosidad) y se ganarán la vida.

Nota: Supongo que El pensador dañado de Rodin me llevó a pensar en esta escultura de Moore (Escultura, en Prato, Italia). Decía Henry Moore que el primer agujero en una piedra es una revelación. Chillida decía algo parecido.

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Autor / Autora
José Ramón Rodríguez
Profesor de Dirección de Sistemas de Información, Gestión de Proyectos y Business Intelligence de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y consultor de empresas independiente.
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