La importancia de los pilotos en el desarrollo de las aplicaciones 5G

11 mayo, 2021
5G Foto: Mario Caruso (@giggiulena) en Unsplash.

El desarrollo de la tecnología 5G supone un cambio radical en los sistemas de telecomunicaciones móviles pasando del paradigma de la comunicación entre personas al de la comunicación de las cosas. Este cambio en los sistemas de telecomunicación abre un escenario lleno de posibilidades fundamentado en la comunicación entre objetos así como el análisis de todos los datos que estos dispositivos puedan generar. El IoT (Internet of the Things), las SmartCities, la Industria 4.0 o el Big Data son disciplinas que de una forma u otra establecerán sinergias con el 5G y sus posibles aplicaciones futuras.

El cambio de paradigma de la comunicación entre máquinas obliga a los operadores a experimentar con técnicas nuevas de gestión de red y a desarrollar casos de uso implicando a diferentes agentes. Los pilotos 5G son unos excelentes instrumentos para apoyar los despliegues de las primeras redes 5G y evaluar casos de uso así como testar las prestaciones de la red en lo que se refiere a muy alta velocidad, capacidad, baja latencia y comunicaciones masivas entre dispositivos. 

El impacto de la crisis sanitaria de la COVID-19 supone un desafío para los operadores en el despliegue de las redes 5G. En un contexto complicado a nivel económico, muchos usuarios particulares no muestran interés en pasarse a la nueva tecnología 5G, algo por otra parte lógico puesto que a nivel de comunicación entre personas no va a suponer ningún cambio drástico respecto a lo que tenemos ahora. El gran cambio de paradigma para el futuro es el mostrar las posibilidades de esta nueva tecnología en aplicaciones tan interesantes como la conducción autónoma, la telemedicina o las aplicaciones industriales

El impacto de la crisis sanitaria de la COVID-19 supone un desafío para los operadores en el despliegue de las redes 5G.

Los gobiernos también están mostrando gran interés en el uso de la tecnología en zonas de menor población como pueden ser las zonas rurales. Reino Unido acordó invertir más de 500 millones de euros para garantizar el 4G en el 95% del país. España necesita inversiones de 5000 millones para que el 5G pueda alcanzar la cobertura de la que actualmente goza el 4G, 2000 millones de los cuales corresponderán a aportaciones del gobierno mientras que los 3000 restantes serán por parte de los operadores. Además, extender la banda ancha a través de fibra óptica o 4G a todo el país requerirá 1500 millones de euros adicionales.

Esta ingente inversión en infraestructura requerirá de la capacidad de generación de valor para poder amortizarse, y para ello no tenemos suficiente con mejorar la velocidad a la que ahora funcionamos, ese es un lujo por el que el que consumidor ahora no está dispuesto a pagar. Tenemos que mostrar al tejido empresarial y social nuevas aplicaciones que vayan más allá de las actuales y generar un escenario donde el tejido industrial pueda utilizar las enormes posibilidades de las tecnologías de comunicaciones para generar nuevos negocios

Por otra parte, la situación de la pandemia de la COVID-19 ha tenido un impacto social con cambios en los hábitos de trabajo así como en las preferencias de la población de vivir en las ciudades. La disponibilidad de buenas tecnologías de telecomunicación es clave para generar igualdad de oportunidades en todo el territorio y es un excelente momento para reducir la brecha digital existente. Los pilotos vuelven a coger una posición preferente para el desarrollo de oportunidades de negocio en el entorno rural y permitir que toda la población encuentre posibilidades de desarrollar un negocio digital, convirtiendo al 5G en una tecnología óptima para complementar otras estructuras de telecomunicación (fibra óptica, comunicación satelital, etc.) y permitir un desarrollo sostenible así como evitar la desploblación de zonas rurales.

La disponibilidad de buenas tecnologías de telecomunicación es clave para generar igualdad de oportunidades en todo el territorio y es un excelente momento para reducir la brecha digital existente.

En conclusión, un cambio de paradigma como el que estamos viviendo, pasando de la comunicación entre personas a la comunicación entre máquinas, requiere de una inversión y ayuda a que se desarrollen pilotos para mostrar a la sociedad y al tejido empresarial el ámplio abanico de posibilidades a nivel de servicio y de negocio que ofrecen estas tecnologías. En un mundo interconectado, donde las telecomunicaciones han sido clave para el funcionamiento del país durante el estado de alarma, afrontan el nuevo reto de mostrar cómo el Internet of the Things (IoT) ofrece un sinfín de oportunidades de negocio donde invertir, pero antes de ello, hemos de conseguir presentar a la sociedad y las empresas ese nuevo escenario mediante pilotos tecnológicos.

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Autores / Autoras
Jose Antonio Moran
Doctor en Ingeniería Electrónica por la Universidad Ramon Llull. Máster en Project Management, Máster en Tratamiento de la Señal y la Información, Ingeniero en Electrónica e Ingeniero Técnico de Telecomunicación (Especialidad en Sistemas Electrónicos). Profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y Director del Grado de Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación (UOC).
Carlos Monzo Sánchez
Doctor en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y su gestión, Ingeniero de Telecomunicación e Ingeniero Técnico de Telecomunicación (especialidad en Sistemas de Telecomunicación) por la Universidad Ramon Llull. Profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y Director del Máster Universitario de Ingeniería de Telecomunicación de la UOC.
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